Deus Ex: Human Revolution
La alargada sombra de Warren Spector.
Deus Ex supuso una pequeña revolución en el mundo de los FPS hace ya la friolera de más de una década. Por su complejo argumento, por el alcance de su planteamiento, por su combinación de acción, sigilo estratégico y desarrollo rolero del personaje, por su estética ciberpunk y por su brillantez técnica, marcó un antes y un después en el género. Deus ex: Human Revolution lleva la revolución en su nombre y quiere ser el digno sucesor que el juego original nunca tuvo. Ambientada veinticinco años antes de los sucesos de Deus Ex, en el origen mismo de la aceleración exponencial de las capacidades de los humanos mediante implantes, Deus Ex: Human Revolution revisita los mismos temas y planteamientos para poner al día un juego que nunca llegó a quedar anticuado.
Para un título como este, en el que el argumento y la historia tienen un peso específico capital, una breve toma de contacto como la que hemos tenido resulta necesariamente decepcionante. Apenas si tuvimos tiempo de ver cómo se plantea el comienzo del juego: de nuevo los temas del poder de las grandes corporaciones, el umbral de accesibilidad de las meoras tecnológicas, la corrupción absoluta y la inacabable zona gris ética de las utopías futuristas.
El protagonista de Deus Ex: Human Revolution, Adam Jensen, es un contratista de defensa con reservas acerca del uso de los implantes biomecánicos que, sin embargo, trabaja para la compañía que los ha creado y los va a comercializar. A sueldo del nuevo dios viviente de la tecnología, no deja de compartir ciertos puntos de vista con aquellos que exigen su destrucción, asustados y temerosos de lo que la nueva frontera de la evolución humana pueda traer. Claro que, después de casi morir tras un ataque a las instalaciones de la empresa, mejor implantado que cadáver. Jensen, una vez convertido en un superhumano por obra y gracia de los implantes y las mejoras cibernéticas, intentará desenmarañar la madeja de intereses y traiciones que le envuelven.
Controlamos a Jensen cuando aún es plenamente humano en la misión tutorial: un inicio pausado en el que podremos ver que Deus Ex: Human Revolution tiene una gran cantidad de trabajo a sus espaldas. Multitud de capas de información se superponen gracias a la interacción con los objetos y los demás personajes que nos quedan alrededor, la ambientación trata de llevarnos cuidadosamente hacia la sensación de que el mundo de Jensen no es tan distinto del nuestro, de que realmente podría ser nuestro futuro. En el tutorial nos familiarizamos con los aspectos más puramente físicos del título: disparar, cubrirse, aprender a utilizar el entorno, a leer las situaciones de peligro y las zonas de riesgo, aprender a invertir las probabilidades adversas mediante la inteligencia, porque hacernos el John Wayne no va a funcionar: Deus Ex: Human Revolution no es un paseo por el parque si queremos jugar bien.