Avance de SSX
Viajamos a EA Canada, en exclusiva, para probarlo.
Una buena señal para saber si el desarrollo de un juego va por buen camino es que sus propios creadores estén realmente enganchados a él. Esto mismo le pasó al bueno de Alexey Pajitnov cuando a finales de los ochenta, en la Academia de las Ciencias de Moscú, no podía acabar el Tetris precisamente porque no podía dejar de jugarlo, y me da la sensación de que ocurre lo mismo con el equipo de EA Canada que está trabajando en la nueva entrega de SSX.
En nuestra visita al cuartel general de EA Sports en Vancouver el equipo responsable de este renacimiento de la saga de snowboard por excelencia nos muestra las novedades que traerá esta entrega y después nos deja jugar un rato. Un par de Xbox 360 y de PS3 están dispuestas para que podamos probarlo, pero a la que te despistas los primeros en quitarte el puesto son los propios responsables del juego, que no dudan en abalanzarse a los mandos para darle caña mientras comparan sus puntuaciones.
De hecho, verlos jugar es casi hipnótico, y esta es una de las primeras sensaciones que me transmite el juego. De nuevo, las piruetas son el elemento clave de SSX. No es tan importante llegar a la meta como el hecho de hacerlo de las forma más estilosa posible, cosechando miles de puntos por el camino, y creando al mismo tiempo un espectáculo digno de ser visto. Aquellos que seáis veteranos de la saga y ya jugasteis a la entregas aparecidas para PS2 no tendréis ningún problema en empezar la partida por todo lo alto, puesto que este nuevo SSX mantiene el control clásico y la misma configuración de botones. Ahora bien, si sois novatos, también podéis optar por el nuevo sistema de control con los dos sticks al estilo Skate. Ambas configuraciones conviven a la perfección y están permanentemente activas en el mando, con lo que podemos cambiar entre uno y otro sistema al instante.
Al mismo tiempo, tanto si estamos en este modo de piruetas como si optamos por el resto de modos de juego que tan bien resume el eslogan ("Race it, Trick it, Survive it") no descendemos por un único camino, sino que dentro de cada nivel podemos tomar diferentes rutas. Es de esta característica, de los inmensos escenarios con múltiples caminos, de donde viene que se refieran constantemente a SSX como un "mundo masivo".
Tenemos a nuestra disposición un total de 9 regiones distintas. Estas a sus vez nos proponen un total de entre 3 y 5 montañas que descender. Y por si esto fuera poco, dentro de cada montaña acostumbra a haber un mínimo de 3 trazados disponibles. Echad cuentas, salen más de un centenar de pistas posibles.
No obstante, los escenarios más recordados serán aquellos en los que debamos superar las pruebas de supervivencia. En total encontraremos una distinta para cada región del juego. En Alaska, por ejemplo, deberemos evitar que una avalancha gigantesca -y bastante jodida de superar, he de decir- acabe sepultándonos. La perspectiva en este caso es diferente, no vemos al personaje de espaldas sino de cara, con la cámara bastante más alejada para ver el espectacular alud. Algo muy diferente a lo que nos espera cuando descendamos al interior de los volcanes del Kilimanjaro; el peligro en esta ocasión será sobrevivir prácticamente a oscuras gracias a un pequeño frontal, y todo ello mientras bajamos a toda velocidad. Sumadle experiencias diferentes para el resto de escenarios como Siberia, el Himalaya o los Alpes. Ya os lo digo, es bastante probable que en estas ocasiones acabéis echando mano del botón de rebobinado, por lo menos yo lo hice bastante -aunque me dolió hacerlo- porque cuando caes al vacío (algo habitual cuando todavía no controlas) es lo único que puedes hacer.
Además de todo esto las opciones de multijugador y comunidad parece que estarán muy potenciadas en este nuevo SSX. De hecho, podríamos decir que todos los nuevos juegos de EA quieren seguir los pasos de Need for Speed: Hot Pursuit y su maravilloso modo Autolog. En SSX el equivalente será la "Rider Net", que nos propondrá retos según nuestro nivel y progreso de juego. Al mismo tiempo, para retar a nuestros amigos tendremos el "Explore Mode" y ya para competir a nivel global los llamados "Global Events".
De todas formas, estas modalidades ya las podremos ver en funcionamiento cuando el juego salga a la venta. Lo que más me preocupaba durante la presentación del juego en EA Canada era mantenerme sobre la tabla y, sobre todo, no usar mi cabeza como freno como ya me ha pasado más de una vez haciendo snowboard en la vida real (no pondré fotos para no herir vuestra sensibilidad). A este respecto he de decir que el control me pareció muy bien ajustado, dejando que disfrutes en las primeras partidas, pero dándote mucho recorrido para mejorar tu técnica y reservándose las piruetas más brutales para los verdaderos expertos.
SSX deja que disfrutes en las primeras partidas, pero dándote mucho recorrido para mejorar tu técnica y reservándose las piruetas más brutales para los verdaderos expertos
A nivel visual se ve un juego cuidado, destacando especialmente las cinemáticas previas a la carrera, donde podemos fijarnos en los detalles de los personajes y su diseño más que correcto. Sin embargo, más que los gráficos, lo que más me sorprendió a nivel estrictamente de presentación fue la música. Dependiendo de tu actuación el sistema "Harmony" se encarga de remezclar las canciones, hacer scratches con ellas y variar un poco el ritmo. Esto puede hacerse tanto con las canciones que incorpore el juego, como con las pistas que nosotros mismos importemos... Ojo, con esta opción.
Llegados al final de la presentación, Connor Dougan y Duke Indrasigamany me preguntan si le añadiría algo al juego. Les respondo que quizás sería interesante crear algún modo (o lo que sea) para que aquellos que justamente están empezando a jugar puedan apreciar la gran cantidad de trucos y piruetas que pueden llegar a hacerse. Me da la sensación de que si no ves a un experto jugar es difícil apreciar todo el contenido que atesora esta nueva entrega de SSX. Mientras digo esto ambos, productor y community manager respectivamente, asienten ligeramente, como pensando... Al segundo ya los volvemos a tener enganchados al juego.