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Vanquish

Sam se pone su mejor traje.

Estos días, con la salida de Enslaved y Medal of Honor, entre otros, se ha hablado mucho de la copia, la inspiración o el homenaje, como queráis llamarlo, en los videojuegos. Y va y llega Vanquish y de un plumazo barre toda discusión posible. Nos demuestra que la cuestión no está en copiar o no copiar, está en copiar bien o copiar mal, y en saber qué fuentes elegir. Y si alguien tiene talento y criterio para hacerlo, estos son los de Platinum Games. Mirad los currículums de Atsushi Inaba, el productor, y de Shinji Mikami, el director. Resident Evil, God Hand, Viewtiful Joe, Dino Crysis, Devil May Cry...

Vanquish es un juego difícil. O, según lo veo yo, un juego que sólo se disfrutará y entenderá si te lo tomas como un reto muy hardcore, más o menos como pasa con Bayonetta. Y tienes que o ser bueno jugando -no nos engañemos, hay jugadores buenos y jugadores malos- o estar dispuesto a sudar sangre para poder llegar a acariciar su razón de ser. Es cierto que existen varios niveles de dificultad, incluso hay uno que tiene auto apuntado, pero la diversión está del normal para arriba.

Prácticamente cada acción que hace Sam Gideon, nuestro protagonista de traje biónico, queda registrada en las estadísticas que te muestran al final de cada pantalla. Si disparas a un enemigo, te dan puntos, pero si le disparas a cámara lenta, te dan un extra. Por otro lado, cada vez que mueres te penalizan fuertemente. Y como casi todas las opciones del juego están disponibles desde el principio, las primeras 5-6 horas que tardaremos en acabar el modo principal son un aprendizaje, un camino para familiarizarte con las tácticas y movimientos que puedes hacer.

La única progresión está en las armas. Cada vez que recojamos munición de un arma que ya tenemos, subirá de nivel. Esta progresión se guarda aunque la reemplacemos, y obtendremos desde más cargadores, un plus en tu cadencia de disparo o extra de potencia. Las básicas son la ametralladora pesada, el rifle y la escopeta, aunque también corren por ahí el rifle de francotirador, el lanzamisiles, el rifle que puede fijar múltiples objetivos, el lanzadiscos, las granadas o una pistola que expulsa ondas de energía. Dependiendo de qué potencies tu estilo variará mucho.

Y es que todo se reduce a eso, a estilo. A matar mucho, bien y rápido, sobre todo rápido. Como sabéis, Sam tiene un traje fabuloso que le deja derrapar sobre sus rodillas y avanzar con una velocidad endiablada para, por ejemplo, flanquear al rival en un tris tras. Este movimiento se conjuga con las coberturas y con el tiempo bala, y puedes pasar de uno a otro con simples combinaciones de botones. El tema está, pues, en evitar ser alcanzado por el fuego enemigo yendo de un lado para otro (porque las coberturas se rompen) y en saber dosificar la barra de velocidad/tiempo bala.