Alan Wake: La Señal
Una agradable pesadilla.
Alan Wake no dejó a nadie indiferente: para algunos ha sido uno de los mejores títulos de los últimos meses (o incluso años), mientras que para otros era un juego corto que no cumplía con las numerosas promesas que sus creadores nos habían hecho durante los muchos años en los que ha estado en desarrollo. Para un servidor es un término medio: es un juego notable que presenta algunos defectos importantes que lo alejan de la excelencia. Lo que estaba claro, gustase o no, es que con su planteamiento tipo serie de televisión y su ambiguo final el juego de Remedy era carne de contenido descargable. Ahora, un par de meses después de su lanzamiento, nos llega el primero, titulado La Señal, que ofrece un interesante regreso al lado más oscuro de Bright Falls.
La Señal se ambienta justo después del sexto y último capítulo de Alan Wake (de hecho actua de facto como un séptimo episodio), por lo cual es imperativo que hayáis terminado la aventura original antes de jugarlo, y presenta una duración que oscila entre los cuarenta y cinco minutos y las dos horas, dependiendo del nivel de dificultad y el tiempo que os entretengáis en buscar coleccionables. La exploración también vuelve a estar presente, aunque de forma mucho más comedida: los numerosos termos de café del juego original se han sustituido por diez relojes despertadores y seis carteles de Alan Wake.
Este episodio probablemente sea el más oscuro y terrorífico de todos los que hemos visto hasta ahora, lo cual se agradece bastante. Al igual que hicimos con el análisis del juego vamos a evitar dar cualquier tipo de detalle acerca de su argumento para evitar spoilers, excepto un par de pinceladas: se ambienta en la mente y los recuerdos de Alan Wake y vuelven algunos personajes conocidos, como Thomas Zane. Sí, Barry vuelve a ser la estrella de la función, aunque de forma distinta. Y sí, una vez más el juego termina con un intrigante cliffhanger que te deja en ascuas esperando el próximo capítulo.
Entendiendo que La Señal está pensado para ser jugado tras terminar los seis capítulos de Alan Wake es lógico que su dificultad sea bastante alta. Hay montones de poseidos y poltergeists, un épico enfrentamiento contra el jefe final (uno de los mejores de todo el juego) e incluso un interesante giro que convierte a nuestra mejor amiga, la linterna, en una fuente más de quebraderos de cabeza. No es demasiado difícil conseguir los ocho nuevos logros, aunque hay un par que son relativamente complicados y exigen cierta habilidad.
Técnicamente el DLC mantiene el alto nivel que ya vimos en el juego original hace un par de meses, destacando sobretodo los efectos climatológicos, el motor de iluminación y un impecable sonido. Las animaciones faciales, uno de los aspectos más criticados de Alan Wake, se han optimizado ligeramente y ofrecen un mejor aspecto (aunque el cambio no es demasiado grande). Es una lástima, eso sí, que únicamente mejoren en el DLC, porque los extraños gestos en las caras de los personajes de la aventura principal siguen intactos.
Si compraste Alan Wake nuevo podrás descargar La Señal a partir del 27 de julio de forma totalmente gratuita, pero si te hiciste con el juego a través del mercado de segunda mano o te lo han prestado, el DLC te costará 560 Microsoft Points. ¿Vale la pena pagar casi siete euros por una experiencia que como mucho te durará un par de horas? La respuesta es que sí, casi independientemente de si amaste la historia principal o no. La Señal condensa lo mejor de la mecánica jugable de Alan Wake junto con un par de ideas geniales, ofrece un interesante añadido argumental y sienta los precedentes para un segundo DLC ("El Escritor") que tiene visos de llevar el thriller psicológico de Remedy a un nuevo nivel.