Análisis de The Ratchet & Clank Trilogy

Puede que sea una afirmación demasiado categórica, y seguramente muchos estarán en disposición de tirarla abajo con no pocos argumentos, pero diría desde un punto de vista totalmente personal que si hay un género que define a los videojuegos y según el cual podemos trazar su evolución hacia las mecánicas que imperan hoy en día, ese es el de los plataformas. No solo por habernos dado ejemplos que se han ganado el título de "icónico" justo al lado de su nombre, como puede ser Donkey Kong, Super Mario Bros o Manic Miner; sino también por haber ido añadiendo elementos en su funcionamiento que han ido evolucionando con los años hasta añadir capas de profundidad que jamás hubiéramos imaginado en un principio.

Insomniac Games es uno de estos estudios que participaron activamente en el desarrollo de este tipo de aventuras. Para muchos, su Spyro the Dragon sigue siendo uno de los plataformas imprescindibles de la primera consola de Sony. Para otros, todo hay que decirlo, jamás fueron capaces de trascender lo que ya había e impulsar el género hacia delante. Que con la salida de Playstation 2 optaran por presentar a Ratchet & Clank, una peculiar pareja formada por un mecánico de aspecto gatuno y un pequeño robot, pudo parecer una confirmación a ojos de estos últimos, pero lo cierto es que con ellos consiguieron alcanzar un nivel notable y homogéneo que, salpicado con unas cuantas gotas de humor, lograron al menos calar significativamente en otra generación inmediatamente posterior.

Tras haber visto Ratchet & Clank Trilogy en PS3 a finales de 2012 es ahora el turno de Playstation Vita. Que el juego incluya Cross-Buy es algo que, seguro, beneficiará a muchos y facilita la tarea de un análisis, ya que lo que podemos encontrar en la portátil de Sony difiere bien poco de lo que nos ofrecía la versión para su hermana mayor. En ese sentido es necesario felicitar en primer lugar a Mass Media, los sustitutos de Idol Minds a los mandos de esta remasterización, por lograr sacar un producto tan similar en una consola tan diferente como la que nos ocupa.

Describir qué ofrece cada entrega a estas alturas sería ridículo, pero no está de más reseñar que aunque los saltos a nivel de mecánicas o gráficos entre los tres episodios son casi irrisorios, ambos rozan aquí un nivel bastante alto. De la parte jugable es fácil hacerse una idea: Basta casi con pensar en cualquier ejemplo de este género de finales de los '90 o principios del nuevo milenio. De la parte gráfica sí se puede decir mucho más, ya que el trabajo realizado en esta remasterización es francamente admirable. De hecho, el framerate es bastante estable y no se resiente con la presencia de muchos elementos en pantalla, algo de lo que suelen adolecer muchas de estas colecciones en HD; los niveles que visitamos en las tres entregas son coloridos y ganan en muchas ocasiones con la brillante pantalla OLED, y tan solo la diferencia de resolución de los vídeos pregrabados con respecto al resto del juego entorpecen un poco el buen resultado visual que presenta en conjunto.

"El trabajo realizado en esta remasterización es francamente admirable; el framerate es bastante estable y no se resiente con la presencia de muchos elementos en pantalla, algo de lo que suelen adolecer muchas de estas colecciones en HD."

Como decía antes, los cambios que presenta esta edición portátil son más bien inexistentes. Se observan algunos intentos de introducir las funcionalidades táctiles de la consola, como sustituto por ejemplo del botón R2, pero más allá de eso y de servir para seleccionar los menús lo cierto es que no se han molestado en integrar ningún tipo de nueva funcionalidad. Algo por otro lado lógico, ya que a unos juegos con una mentalidad tan old school como los Ratchet & Clank seguramente les haría un flaco favor añadir este tipo de control a su mecánica de botones de toda la vida.

Tampoco hay, algo que suele ser una constante en este tipo de colecciones, ningún tipo de añadido o extra que aumente un poco más el valor de la obra de cara al fan, pero al menos sí han dejado la posibilidad de elegir en qué idioma queremos escuchar las voces (algo que es de agradecer si, como es mi caso, se te hace difícil aguantar aquel doblaje sobreactuado tan característico de aquella época) y, lo que es más importante, han mantenido el modo multijugador que caracterizaba a la tercera entrega. Obviamente, por motivos técnicos, la pantalla dividida ha sido sustituida por un competitivo puramente online, pero aun así el juego se las arregla para presentar los 10 mapas originales que ayudan a hacer un poco más variada y rica la experiencia.

"Para todos aquellos capaces de hacer el esfuerzo por revisitar aquellos plataformas clásicos, o más aún, dejarse llevar por el sentido del humor y la imaginación que presentan, esta es una muy buena oportunidad de guardar una gran cantidad de horas de entretenimiento en el bolsillo."

En el modo de un jugador la cosa sí que no sufre ninguna variación, más alla de la adición de trofeos. Comparar la historia o los personajes con Pixar, como se ha hecho en muchas ocasiones con respecto a esta saga, quizás le viene demasiado grande, pero es admirable que a día de hoy siga teniendo el suficiente carisma como para atraer a un público de edad variopinta. Ni en su guión ni en lo jugable, donde las plataformas casi puras del primero van cediendo el protagonismo en sucesivas entregas a otras mecánicas como las de disparo en tercera persona; ha dejado de ser esta franquicia un mero entretenimiento sin pretensiones que, como tal, ha cumplido y cumple a la perfección, al menos durante el transcurso de esta primera trilogía.

Poco más queda por decir de una colección como esta. Descubrir Ratchet & Clank a día de hoy puede ser peligroso, ya que sin ser capaces de abstraernos y ver lo que fueron en su momento uno puede quedarse solo con lo monótono y sencillo de la experiencia. Pero para todos aquellos capaces de hacer el esfuerzo por revisitar aquellos plataformas clásicos, o más aún, dejarse llevar por el sentido del humor y la imaginación que presentan, esta es una muy buena oportunidad de guardar una gran cantidad de horas de entretenimiento en el bolsillo y llevárselas a cualquier parte.