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Análisis de Trials Fusion

Salto al futuro.

Trials pasa del campo al futuro; de los paisajes rurales de Evolution a las ciudades tecnológicas y blancas de Fusion. De la anterior a la nueva generación. Estos saltos, sin embargo, que con el mando en la mano siguen siendo igual de precisos y estimulantes, no lo son tanto a la vista.

Los que esperéis un Trials de nueva generación quizás quedaréis un poco decepcionados; los gráficos en PS4 y Xbox One son prácticamente iguales que en la anterior generación. Hasta Trials Frontier, para móviles, tiene un estilo gráfico con algo más de personalidad que Fusion, al que le falta ese empujón hacia la nueva generación, con materiales algo más trabajados y escenarios que no se difuminen a la que sales de plano, y con texturas que tardan un poco más de la cuenta en cargarse. En el futuro que nos propone hay edificios, tejados, bloques blancos y láseres, y en algunos niveles vemos como ese mundo se junta con los anteriores, con las montañas y con los ríos. Puede que la dirección de arte te guste más o menos, esto va a gustos, pero da la sensación de que han desaprovechado la oportunidad de impresionar en una de las pocas áreas en las que Trials sí que tiene margen de mejora.

Hay muchos guiños ocultos a pelis y a otros juegos. A ver si encuentras el de Krank.

Me quejo de que no hayan tocado la parte gráfica, pero me alegro de que hayan dejado igual la jugable. Trials está tan fantásticamente equilibrado y medido que alterar su jugabilidad provoca más riesgos que recompensas, y RedLynx, Ubisoft Shangai y Ubisoft Kiev, los desarrolladores, lo han tenido claro. Vemos las mismas rampas, los mismos bloques, los mismos troncos, las mismas plataformas que se inclinan con el peso... pero dispuestas de maneras que antes no habíamos probado. El modo Carrera ofrece varios mundos, que desbloqueamos con medallas, y que van de muy fáciles a prácticamente imposibles -y, creedme, cuando digo prácticamente imposibles me refiero a niveles de esos que te provocan esas cosquillas nerviosas en el estómago y unas profundas ganas de tirar el mando contra la tele y gritar. Pero ¡de buen rollo! Que son nervios de los buenos, de los de "sé que si lo intento cien veces más me saldrá". Y aunque no te salga, tras un periodo de relajación, querrás volver a intentarlo.

¿Por qué no nos dejan cambiar de moto desde el menú de retry? Esto debería ser una opción ya. Igual que reducir un poco más los tiempos de carga pre-carrera.

Hay algunas imprecisiones en los menús, sin embargo, que lían más de la cuenta. Como en cualquier Trials tenemos varias motos con las que intentar pasarnos cada pantalla, con alguna novedad destacable como un quad y otra que os dejaré descubrir a vosotros, pero el juego no se esfuerza en decirte cuál es la mejor opción, o la que te facilita más el asunto, y especialmente en las últimas pantallas vas más perdido de la cuenta, preguntándote si estás con la moto adecuada o si estás sufriendo más de la cuenta por haber elegido mal. En todo caso puedes conseguir alguna pista mirando los desafíos de cada pantalla, que son la novedad más interesante del juego y que le da una rejugabilidad impresionante.

Además de las cuatro medallas (bronce, plata, oro y más adelante platino) que consigues pasándote los niveles sin fallos y en el menor tiempo posible ahora también hay tres desafíos por nivel que te proponen que los revises con ópticas totalmente distintas. A veces tienes que intentar hacer cinco mortales y no caer en toda la carrera, por ejemplo, pero en otras debes investigar zonas ocultas o hasta saltar de la moto en determinados tramos para llegar a puntos con secretos. En una primera partida creo que es saludable ir a por las medallas y olvidarse de los desafíos, que además suelen ser considerablemente difíciles, pero tras varias horas de juego son una vía secundaria de disfrute muy bien pensada y original.

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Como novedad tenemos unas fases en las que hacer piruetas, pero que tampoco tienen mucha presencia en la campaña. Ahora con el stick derecho podemos jugar con nuestro piloto y hacer cabriolas en al aire; es importante caer bien porque los aterrizajes perfectos suman puntos y también combinarlas con vueltas hacia adelante y hacia atrás. Y mientras que los saltos son deliciosamente precisos los trucos no; nunca está muy claro cómo hacerlos y las mecánicas no acaban de estar a la altura de un Trials.

El modo Creación vuelve y es sin duda uno de los pilares del juego pero, claro, a la hora de escribir este análisis no hay pantallas generadas por los usuarios y, por lo tanto, no podemos valorarlo adecuadamente. Pero si hacemos un ejercicio de imaginación y suponemos que funcionará tan bien como en otros Trials está claro que tras la campaña aquí siempre encontraremos unas cuantas pantallas, las mejor valoradas, que serán retos suficientemente atractivos como para invertir tiempo en ellas. Y si os animáis, claro, podéis juguetear con el simple editor y probar a desafiar a la comunidad.

Trials Fusion es muy continuista, quizás demasiado; está claro que los que lo jueguen en una PlayStation 4 o en una Xbox One quedarán algo decepcionados por unos gráficos que fácilmente podrían haber dado mucho más de sí, pero por otro lado los fans de la saga pueden respirar tranquilos que la jugabilidad sigue intacta y el diseño de los niveles es tan retante como siempre. Y los desafíos, qué maravilla para los que quieran jugar horas y horas antes de zambullirse en el editor.

8 / 10

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