Assassin's Creed II

¿La inteligencia de los enemigos ha mejorado?

Sí, y con ello sus habilidades, comportamientos y debilidades únicas que habrá que descubrir para inflingirles daño. Además, hay varios tipos de villanos, como arqueros, alabarderos, tropas con armadura pesada o guerreros con dagas. Y no sólo en combate, si estamos escondidos, los alabarderos aprovechando la longitud del arma, tantearán diversas zonas del terreno para tratar de descubrirnos.

Y si nos hieren, ¿la vida se seguirá recuperándose paulatinamente?

Sí, pero hay que tener cuidado, ya que si la cantidad de daños inflingidos es alto, deberemos visitar a un médico para sanar las heridas.

¿La actitud de los viandantes seguirá teniendo un papel especial?

Incluso más. Se ha incluido un sistema de notoriedad que hará que tanto la actitud de los viandantes como la de los enemigos varíe en la forma de tratarnos. Si cometemos un alto número de fechorías, la atención se centrará más en nosotros y habrá que andar ojo avizor, pero esto también desbloqueará nuevos tipos de misiones. Para bajar el nivel de búsqueda se pueden emprender diversas acciones, como sobornar a la gente que habla mal sobre ti o asesinar testigos. El usuario tendrá una gran cantidad de posibilidades para afrontar cada situación.

Uno de los mayores defectos de la primera entrega era la repetitivdad de misiones, ¿se ha puesto especial énfasis en mejorar esto?

Al parecer, esa sensación de estar continuamente haciendo lo mismo desaparece en Assassin’s Creed II. Además de suprimirse las aburridas misiones de escuchar una conversación o robar, hay un total de dieciséis tipos de misión diferentes. Se han comentado varias, como perseguir a una mujer en un mercado abarrotado o dar caza a un hombre antes de que huya de la ciudad. Los productores del juego han querido enfocar la aventura de una manera similar a un GTA, con una arquitectura variada de situaciones. La cifra total de misiones estará cerca de las 200 y podrán llevarse a cabo en cualquier momento.

¿Ezio posee alguna habilidad más digna de mencionar?

Además de cabalgar y trepar edificios de una manera muy habilidosa, Ezio, al contrario que Altaïr, sabe nadar. Y más le vale en una ciudad rodeada de agua como es Venecia. Incluso podrá utilizar esconderse en las profundidades acuáticas si es perseguido. También en los carritos de heno, desde donde además podrá asestar un ataque a un enemigo cercano.

¿La aventura seguirá desarrollándose siempre a plena luz del día?

No. Se ha incluido un ciclo de rotación entre el día y la noche. Según las condiciones, algunas misiones serán más fáciles de noche y viceversa.

Y una vez hayamos acabado todas las misiones…¿qué hacemos?

Habrá diversos ítems ocultos, como banderas, estatuas, monedas de oro y algunos objetos más que aun no han sido revelados. Al contrario que en la primera entrega, recibiremos ciertas compensaciones a medida que obtenemos estos elementos ocultos.

Finalmente, hagamos un poco de memoria sobre el primer Assassin's Creed...

En el año 2007 Ubisoft presentó una aventura ambientada a caballo entre la Edad Media y la actualidad bajo el nombre de Assassin’s Creed. El desarrollo de este titulo disfrutó de una gran expectación, que se reflejó posteriormente en un importante número de ventas que acabaron convirtiéndolo en uno de los títulos más punteros de ese año.

La primera entrega transcurría en las ciudades de Jerusalén, Damasco y Acre, recreando las desavenencias entre los Templarios y la hermandad de los Asesinos, con Altaïr, un carismático protagonista afiliado de la última congregación mencionada, que tras una acción inoportuna por su parte es degradado y debe redimirse volviendo a ser leal al líder de los Asesinos para recuperar el prestigio perdido.

Su álter ego de la actualidad era Desmond, un chico retenido en unas psicodélicas instalaciones que, a través de una máquina llamada Ánimus, recrea las vivencias de su ancestro: Altaïr.

Assassin’s Creed II promete ampliar la sensación vivida en la primera entrega y no repetir los errores que ésta poseía. Habrá que esperar a recibir más información, pero desde luego, lleva camino de convertirse en una compra obligada.