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Castlevania: Lords of Shadow

Vampire Killer.

Como ya dejé claro en el avance del juego, si por algo destaca Castlevania: LoS además de por su mecánica de juego (que veremos más adelante) es por su sublime envoltorio visual. Tranquilamente podríamos estar ante uno de los apartados técnicos más potentes que encontraremos hoy en día en un título multiplataforma. El trabajo gráfico es glorioso y eso es algo que entra por los ojos antes que nada. La ambientación era una asignatura crucial si se quería hacer un Castlevania que recuperase los mejores días de la saga y la que encontramos en este título ha superado con creces todas mis expectativas.

El juego es largo, muy largo para los estándares del este género, y esto les has permitido a sus creadores incluir todo tipo de escenarios diseñados con un mimo por los detalles y una dirección artística que os dejarán boquiabiertos. Además, a diferencia de las últimas entregas de la serie en esta ocasión no todo sucede en el castillo -de hecho la mayor parte del juego se sitúa fuera del mismo- y esto nos permite recorrer ambientaciones muy distintas. Las imágenes estáticas no le hacen justicia a este gran trabajo, ni tan siquiera las propias cinemáticas, donde Castlevania enseña músculo es durante el transcurso del propio juego gracias a un motor gráfico estable capaz de poner ante nuestros ojos combates contra numerosos de enemigos y en medio de un escenario ultra-detallado. Mención aparte merece el excelso trabajo de iluminación, pero no podemos decir lo mismo del de físicas ya que los escenarios podrían ser un poco más destruibles.

Y hablando de combates... ¡Qué combates señores! Este era uno de los aspectos que más nos inquietaba de este proyecto, la oferta actual de juegos de acción de este estilo es tanta que ha homogeneizado el género hasta extremos casi enfermizos de juegos que son clones unos de otros, pero afortunadamente en Mercury Steam le han sabido dar a su título un estilo de combate característico y que funciona estupendamente. Ahora bien, eso no quita que también sea un juego que toma prestadas muchas ideas de otros -quizás demasiadas- como veremos a continuación.

Si hablamos de los combates es obligado citar a God of War, el estilo es muy parecido pero en opinión de un servidor -que ya tuvo la oportunidad de analizar la última aventura de Kratos- esta vez el discípulo ha superado al maestro. Luchamos utilizando combinaciones de ataque normal y ataque de área, lo combinamos con un botón de agarre, el salto y la utilización de armas secundarias. Además, reuniendo experiencia podemos adquirir nuevos y útiles combos. ¿Dónde radica entonces la diferencia? Pues en dos aspectos. En primer lugar en que a diferencia de muchos hack and slash todos los ataques que aprendemos funcionan y son útiles para diferentes momentos. Lords of Shadow no es uno de esos juegos en los que acabarás usando un par de ataques y punto. Puedes hacerlo pero se te pondrán las cosas más difíciles. Y aquí viene el segundo y más importante motivo: las magias.

Si esperabais que para recuperar vida os ibais a encontrar multitud de cofres con almas para absorber, con enemigos que nos iban a prestar parte de la suya tras acabar con ellos o con -como se ha hecho toda la vida- trozos de pollo calentito repartidos por escenarios lúgubres, si esperabais eso vais bien para superar el juego... La principal forma de recuperar vida en Castlevania: LoS requiere precisamente que luchemos bien y es por eso que deberemos aprender a bloquear los ataques rivales, evitar que nos infrinjan daño y, sobre todo, luchar variado y dando un buen espectáculo. Si hacemos todo esto y al mismo tiempo tenemos activada nuestra barra de energía Luminosa subirá paulatinamente la salud de Gabriel. Por otro lado, si en lugar de activar la energía Luminosa hacemos lo propio con la energía Oscura nuestros ataques serán más contundentes pero no recuperaremos vida. Es en este equilibrio entre las dos magias de nuestro protagonista que se sustenta la sólida base jugable de este título. Combinar sabiamente ambos poderes no tan solo hace que los combates sean menos monótonos que en otros títulos sino que consigue que sean pura adrenalina. Si a esto le sumamos unas animaciones muy logradas el espectáculo está servido.