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Castlevania: Lords of Shadow

Vampire Killer.

Es en los enemigos finales donde realmente se desata el gran show. Muchos de ellos nos superan en tamaño hasta el punto de que a veces nos dará la sensación de estar jugando a Shadow of the Colossus. Es también en estos momentos de gran espectacularidad cuando nos asaltarán los Quick Time Events de rigor en los que deberemos pulsar un botón en el momento adecuado para acabar de culminar nuestras acciones. Si lo hacemos bien asistiremos a los colofones de final de combate más brutales que uno ha visto en su vida como jugador. Con el toque gore de Mercury Steam y una dirección de los planos alucinante algunas muertes, como la que presenciaremos al acabar con el segundo Señor de las Sombras no se os borrarán de la cabeza nunca más.

Contamos con una sola arma, el ya mítico látigo-cadena Vampire Killer fabricado por el artesano Rinaldo Gandolfi, pero ella nos bastará para acabar con todo lo que se nos ponga por delante -y no necesitaremos espaditas y chorradas de armas como sí necesitan los "vampiros emos" tipo Alucard y compañía. Eso sí, no faltan los clásicos cuchillos, el agua bendita, una hadas que podemos invocar como distracción y una extraña invocación que uno no acaba de entender mucho, pero que mola bastante activar.

Además de los combates también nos toparemos a lo largo de la aventura con un buen número de puzles, lo realmente sorprendente es que su inclusión no es algo méramente anecdótico ya que hay un buen puñado y muchas veces harán que nos rompamos la cabeza. Algunos más inspirados que otros, lo cierto es que la mayoría sirven para abrir puertas y se nos explican a través de unos pergaminos que una serie de caballeros de la Hermandad de la Luz ha ido escribiendo justo antes de morir. Si lo que queremos es acción y no pensar mucho siempre podemos pagar con un cantidad de experiencia para que nos digan la solución. Y he aquí otra de las fuentes de inspiración de este título, nada más y nada menos que The Legend of Zelda, y es que nos tocará lidiar de nuevo con rompecabezas con espejos y demás acertijos del estilo -más alguna mención escodida. Y ¡ojo! más os vale haber jugado a Portal porque al final también entrarán en juego algunos puzles al más puro estilo Valve.

Lo cierto es que el collage de referencias del que hace gala Castlevania: LoS es más que evidente pero donde curiosamente echamos de menos algo más es en los guiños a la propia saga. Hay que tenerlos muy bien puestos para hacer un Castlevania sin las típicas melodías que han hecho famosa a la serie, y en Mercury Steam los tienen bien puestos porque han pasado por completo del bagaje musical de la saga. El resultado es muy satisfactorio y la partitura de Óscar Araujo no solo cumple sobradamente su cometido, sino que acompaña a la perfección el juego y contiene temas identificables que oscilan entre los más contundentes y las piezas nostálgicas como el bello lamento de Gabriel. El estilo recuerda mucho a la música de Howard Shore para El Señor de los Anillos, si bien algo más de referencias a la música de la saga hubieran hecho enloquecer a los fans hasta el extremo. Pero eso sí, locas de Castlevania, me dirijo a vosotros cuando os digo que alguna sorpresa musical encontraréis...

Otra de las referencias a las entregas más modernas de la saga es la posibilidad de recorrer de nuevo los niveles cuando queramos para encontrar nuevos ítems gracias a las nuevas habilidades que vamos desbloqueando. Esto nos permitirá revisitar los niveles para hallar secretos y si se tercia mejorar nuestra puntuación anterior. Y pocas referencias más -aunque más de lo que la gente está diciendo estos días- a la saga, algo que la trama argumental se encargará de justificar cuando lleguemos al final mind blowing de nuestro viaje.

Y bien, aquí acaba mi viaje en un texto que ni por asomo hace justicia al enorme trabajo realizado por el estudio Mercury Steam -y Kojima Productions, ejem...- a lo largo de los últimos tres años. Han sido 20 horas de juego intenso y espectacular que realmente me han hecho revivir una saga que consideraba enterrada. Me alegra que Castlevania haya renacido de sus cenizas y más todavía que lo haya hecho recuperando el espíritu original.

9 / 10

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