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Cuando el segundo es el primero

Wii no es la consola más barata del mercado. Y no importa.

Una solución obvia para Nintendo sería bajar el precio de Wii. Ciertamente, puede permitirse un movimiento como ese. Nuestras fuentes financieras nos dicen que la firma de Kioto ha sido una fuente de beneficios desde el día en que Wii y DS salieron a la venta, y nunca ha tenido pérdidas en este marco temporal, a diferencia de sus rivales. Con la inmensa cantidad de máquinas manufacturadas desde entonces y la rápida bajada de precios de los componentes de las mismas, los costes de producción han bajado considerablemente. La rica Nintendo podría bajar el precio de Wii con colchón asegurado en caso de batacazo.

Pero no lo hará. Una sola razón basta para justificar el hecho de dejar el precio exactamente donde está. Con las Navidades aproximándose, no hay razón para creer que la oferta y la demanda de la Wii vayan a estar más ajustada este año de lo que estuvo el año pasado. Si bien es cierto que la consola sigue disponible en la mayoría de puntos de venta a día de hoy, esta situación no tiene pinta de durar hasta o durante noviembre. Es posible que la escasez se note menos que el año pasado, pero también lo es que Nintendo tampoco pueda satisfacer la demanda este año. Con más gente deseando comprar la consola con su precio actual que consolas en las tiendas, no tendría sentido desde un punto de vista financiero que Nintendo bajara el precio de la Wii antes de que la oferta vuelva a superar a la demanda en Año Nuevo.

Otro factor, además, apoya la más que probable decisión de Nintendo de no bajar los precios, y es que la compañía ha descubierto el poder de sacar nuevos modelos de sus consolas actuales, como ya ocurre con la DS. Esto no es nada nuevo –pensemos en PSX y PSOne, o PS2 y PSTwo con su diseño más pequeño y fino. Sin embargo, el lugar donde Nintendo buscará inspiración será probablemente fuera de la industria.

Apple, la creadora de los reproductores de música iPod, creó un efecto remarcablemente similar en el mercado de los reproductores de música, y también se ha vuelto experta en sacar nuevos modelos de su producto estrella. Cada otoño, aproximadamente, la firma actualiza su rango de modelos de iPod, introduciendo nuevas características, nuevos colores, nuevas posibilidades de uso y, en alguno de sus modelos de mercado masivo, diseños completamente nuevos, partiendo de la base de los anteriores. Estas “renovaciones” ayudan a que el precio de sus productos se mantenga estable año tras año, evadiendo la bajada de precios necesaria en tantos campos de la electrónica de consumo.

El modelo de Nintendo no se centra tanto en el diseño como el de Apple –en efecto, muchos de sus productos se consideran “cómodamente cursis”, fáciles de usar y con un diseño muy cuidado. Sin embargo, su modelo de negocio es ampliamente similar. La semana pasada, Nintendo anunció una nueva DS (DSi, ¿os suena esa “i”?). Tiene una pantalla de mayor tamaño, una pequeña cámara, posibilidad de usar una tarjeta SD para complementarse con un nuevo sistema de descargas y algunos controles nuevos para el sonido. Nintendo DSi es un paso adelante con respecto a Nintendo DS Lite. También tiene el suficiente aspecto de nuevo producto para permitir a Nintendo mantener el rango de precios.

Esperad que algo similar acabe ocurriendo con la Wii. Nintendo no me parece el tipo de compañía que quiera seguir jugando al negocio de las bajadas de precio graduales. Con el modelo de negocio convencional, Nintendo bajaría el precio en unos 75-80¤ a mediados de 2009. No estoy muy seguro de que esto vaya a ocurrir. Si bien es posible que una pequeña bajada de precios tenga lugar, la estrategia de Nintendo tiene muchas más posibilidades de crear una “nueva Wii”, con un nuevo diseño, nuevos colores, y un puñado de características nuevas, como un sistema de almacenamiento de datos. El precio, sin embargo, será probablemente el mismo que el de la Wii de hoy en día.

Los jugadores, por supuesto, estarán asombrados de que una compañía venda un sistema más caro que otros más avanzados tecnológicamente (como Xbox 360), y se quejarán de que Nintendo está intentando “engañar” a los consumidores con su “nuevo” modelo de consola. No importa; seguirán poseyendo una Wii y comprarán juegos destinados a un público como ellos conforme vayan apareciendo y saliendo al mercado.

Para lo que Nintendo pretende, la aproximación al modelo de negocio de la electrónica de consumo tiene mucho sentido; un nuevo modelo de Wii se hará oír al salir, justificará un empuje al mercado, atraerá a aún más consumidores nuevos y conseguirá llamar aún más la atención que con una bajada de precios, manteniendo el mismo que antes. Después de formar parte del mercado durante décadas, el modelo de bajadas graduales de precios puede encontrarse a sí mismo a punto de quedar obsoleto.

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