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Dante's Inferno

Pecadorrr.

La manera como afrontamos los combates varía mucho dependiendo si hemos decidido ser un juez castigador o un evangelizador benevolente, y esto hace que podamos personalizar nuestro estilo de combate. En mi caso, por ejemplo, decidí ser radical y apostar solamente por ser un sádico demonio con sed de venganza. De vez en cuando absolvía a algunas almas porque me caían bien, como es el caso de las de Orfeo o Electra, pero la mayoría de veces mandaba a freír espárragos a todos los que se cruzaban en mi camino mientras mi personaje enarbola frases del estilo “¡Maldito seas, pecador!”. Al decidir potenciar la Impiedad he ajustado el juego al estilo que más me apetecía en aquel momento, que es el combate más físico que saca más partid0 de la Guadaña que Dante le roba a la Muerte nada más comenzar el juego. Se trata de un estilo de juego con más combinaciones de botones y por lo general más frenético.

Si por el contrario hubiera decidido potenciar la Virtud podría haberme pasado el juego arrasando a los enemigos con los poderes mágicos que a nuestro protagonista le confiere su cruz de templario, es decir, los típicos ataques del estilo de proyectiles dirigidos y magias que afectan a los enemigos que se acercan a nuestro radio. Pero en cualquier caso, la decisión más lógica y rica de cara a afrontar la aventura es coger un poco de cada. De hecho, resulta gracioso encontrarse en medio de una gran batalla y tener que ir decidiendo a quien salvamos y enviamos al Purgatorio y a quien condenamos a quedarse en el Infierno. Como he comentado, de vez en cuando aparecen personajes históricos como Semíramis o Poncio Pilato, y en base a sus pecados en vida hemos de decidir si les damos una segunda oportunidad.

En algunas ocasiones estos personajes nos obsequiarán con reliquias que podemos equiparnos para mejorar nuestros stats, monedas de plata de Judas o piedras de Beatriz. Se trata de elementos varios que debemos recolectar y que nos sirven para desbloquear habilidades y magias como provocar más daño, ser más rápidos, gastar menos poder mágico, tener más vida, etc.

A todo esto, un factor decisivo y con el que Visceral Games cumple con nota es en el control, y es que estamos ante un título que se maneja bien y cuya respuesta es muy satisfactoria, en parte gracias al fluido framerate que su productor ejecutivo Jonathan Knight nos prometió cuando pudimos hablar con él durante el pasado E3. Habitualmente Dante se ve rodeado de enemigos de todo tipo, pero gracias al buen control todo depende de nuestra habilidad.

Ahora bien, mientras que el control es bueno no podemos decir lo mismo dos aspectos como son la variedad y la duración. Con respecto a lo primero sorprende lo estático de todo el conjunto, y digo estático no en el sentido de que no estemos todo el rato moviéndonos, sino que todo se reduce a avanzar e ir luchando en pequeñas parcelas de escenario. No hay suficientes elementos (ni que sean los tan usados momentos “scriptados”) que aporten variedad. Juegos como Uncharted 2 nos han enseñado que se puede ser repetitivo hasta la saciedad pero no ser nada monótono, este Dante's Inferno no lo consigue. El otro defecto es la duración, ya que a los más habilidosos quizás les sepa a poco que el juego pueda acabarse en dos tardes. Aunque, también es necesario recordar que se puede alargar la vida del título con sus cuatro niveles de dificultad y la posibilidad de afrontar la aventura apostando por unos u otros ataques.