Especial: Wadjet Eye Games
Los maestros del AGS.
[Este artículo pertenece al equipo de GAME OVER. Puedes escuchar sus podcasts o leer más artículos suyos en su propia sección dentro de Eurogamer.]
Lo digo siempre en “Destripando la Industria”, mi sección mensual dedicada desgranar el mundo del videojuego desde dentro: Si quieres hacer juegos, lo mejor que puedes hacer es, simplemente, hacerlos.
Quizás muchos creéis que cosas como Game Maker, RPG Maker o AGS son herramientas demasiado limitadas y no se pueden hacer juegos buenos con ellas. Es cierto que este tipo de herramientas son usadas, sobre todo, por gente que mete por primera vez el dedo en el océano del desarrollo de juegos y que no suelen acabar el proyecto o, si lo hacen, no siguen el tiempo suficiente como para explotar al 100% la herramienta. Pero, recientemente, tenemos grandísimos ejemplos de juegos hechos con estas herramientas: Maldita Castilla, To the Moon o los juegos de los que os hablo hoy, los juegos de Wadjet Eye Games.
Dave Gilbert es un neoyorkino, aficionado al teatro de improvisación y a las aventuras gráficas. En 2002 descubrió el Adventure Game Studio y empezó a hacer sus jueguecillos freeware. En 2006 participó en un concurso cuya regla principal era hacer un juego en un mes con AGS, y lo ganó con el juego The Shivah. Con este título Dave dio un paso adelante, pasando de pequeños juegos simples y algo ridículos del proyecto Reality on the Norn a un juego corto pero completo sobre un rabino que había perdido la fe.
The Shivah sorprendió dentro del mundillo de las aventuras porque se tomaba muy en serio. Dave es judío y escribió un juego muy personal, con un tono más serio de lo que recordábamos en las aventuras de antaño y con múltiples finales. Las conversaciones podían resolverse de varias formas (incluida la rabínica forma de responder una pregunta con otra pregunta) y también sorprendió el doblaje, una de las señas de identidad de los juegos de Dave. Aunque gráficamente los juegos de Wadjet nos remiten a la edad de oro de las aventuras gráficas, Dave hace uso de sus colegas en la escena amateur de teatro y de su pasión por dirigir, metiendo en todos sus juegos un doblaje de altísima calidad. Siempre lo mencionamos en los análisis, pero es que la expresividad que le saca Dave a sus actores los pone siempre al nivel de las mejores superproducciones.
Con el éxito de público y crítica, The Shivah se empezó a vender en Manifesto Games, una editora que intentaba promocionar los títulos indie antes que estuviese tan de moda el término. Dave decidió lanzarse a la aventura y dedicarse a tiempo completo a desarrollar juegos. Utilizando internet de los Starbucks y gastando lo mínimo consiguió desarrollar su primer juego, recuperando un par de personajes que había creado para uno de sus proyectos freeware: Rosangela y Joey, los protagonistas de la saga Blackwell.
The Blackwell Legacy
El segundo juego profesional de Dave, ya publicado como Wadjet Eye Games, The Blackwell Legacy, se planteaba como el primero de una saga de tres; aunque parece que ya hay planeados seis. Esta saga se construye alrededor del legado de la familia Blackwell: un fantasma que tiene el objetivo de ayudarnos a pasar al otro mundo a todos los fantasmas que no han asumido su muerte. Nuestra función será demostrarle a esta gente que ha muerto; con pruebas o frases que les recuerden sus últimos momentos de vida. Las situaciones que viviremos recordarán un poco a Ghost Trick: hablar solos por la calle, encontrar personajes de todo tipo (y entes malvados que nos complicarán los casos), drama o situaciones curiosas.
Ciertamente, al ir jugando los cuatro juegos te das cuenta es que han pasado cinco años entre el primero y el último, ya que la evolución gráfica del juego es realmente curiosa pese al bajón que sufre el cuarto juego. Es divertido ver el paso del tiempo de entrega en entrega resolviendo los problemas que tenía la anterior, por ejemplo en el manejo de pistas, que se ha ido mejorando con cada entrega.
Lo que más me interesa del juego es la historia de la familia Blackwell (junto a una banda sonora basada en el jazz muy apañada), donde tenemos tres generaciones que han compartido al fantasma y parece que han tenido muchos problemas por culpa de este. Además, al jugar con generaciones distintas de la familia veremos personajes repetidos, pero con 20 años de diferencia. Todos los juegos de la saga son recomendables, ya que además de darte la satisfacción de de desentrañar algún misterio o descubrir al asesino te dejan con ganas de saber más de este legado tan especial. Posiblemente el tercero sea el que cuenta con mejores valores de producción, pero merece la pena jugarlos todos porque es patente la evolución de Dave, tanto como desarrollador como en el guión del juego, en el que cada entrega nos presenta mejores situaciones y toca temáticas más serias.