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Expediente Langdell

Mentiras y gordas.

El día 15 de mayo, Papazian envía un correo electrónico a Langdell proponiendo una solución: cambiar el nombre EDGE del juego por EDGY. Desde luego no es la mejor solución para Mobigame (por ligero que sea el cambio provocará numerosos quebraderos de cabeza), pero los franceses quieren terminar con la situación cuanto antes. La respuesta de Langdell no se hace esperar: "estamos totalmente encontra de que usen la palabra EDGE, que claramente sólo añade el sonido 'y' a nuestra famosa marca EDGE. De hecho ya ganamos un caso a una persona que usó la palabra EDGY, con lo cual estamos seguros de que ganaríamos otra vez. Pare de infrigir nuestra marca registrada y escoja un nombre totalmente diferente (NdR: el énfasis estaba en el correo electrónico original enviado por Langdell) para su juego que ni siquiera llegue a sugerir el nuestro".

¿Qué creéis que ocurrió el día siguiente, el 16 de mayo? Tim Langdell inició los trámites para registrar el nombre EDGY en la oficina de patentes norteamericana.

Langdell encuentra la horma de su zapato

¿Y qué ocurre con Mirror's Edge, el juego más famoso de los últimos años con el dichoso nombre de marras? Pues que también estuvo en el punto de mira de Tim Langdell, obviamente. La diferencia está en que Electronic Arts era un gigante que estaba en posición de hacer algo que a Mobigame le resultaba imposible: contraatacar. Y lo hizo.

En septiembre de 2009, tras meses de amenazas por parte de Langdell, EA presentó una petición ante la oficina de patentes norteamericana para que revocase varias marcas registradas por Edge Games. La parte graciosa, y que desató el júbilo entre la gente que seguía el caso, es que EA declaraba en un comunicado que "aunque parezca algo pequeño para nosotros, creemos que presentar esta queja es lo correcto por el bien de la comunidad de desarrolladores". EA parecía no haberse tomado demasiado en serio a Langdell desde que se iniciaron las disputas por el nombre de Mirror's Edge un año antes, pero algo hizo que a la multinacional americana se le acabase la paciencia y decidiese entrar al trapo. Y probablemente la razón sea la forma ruin con la que Langdell intentó amenazar a Electronic Arts.

Con tal de dar validez a su reclamación ante EA, Edge Games aseguró estar desarrollando desde 2006 un juego llamado Mirrors. Claro que, casualmente, todavía no ha salido a la venta, nadie ha visto nada de él y ni mucho menos hay referencias tan antiguas en internet. Para echar más leña al fuego, mirad justo a la izquierda de este texto una captura de la imagen promocional del juego, y como todos los elementos se juntan para formar el nombre Mirrors Edge. El objetivo es claro: tratar de dar validez a la argumentación de Langdell de que el nombre escogido por DICE y Electronic Arts para su juego crea confusión con respecto a la marca registrada. Y pese a que Mirror's Edge se anunció por primera vez en 2007, Edge Games no comenzó a acechar a EA hasta septiembre de 2008, un par de meses antes de su publicación.

El rifi-rafe con EA, a la larga, ha sido la gota que ha colmado el vaso y que ha puesto en pie de guerra a numerosas asociaciones de desarrolladores. Y Langdell, tal y como era previsible, ha acabado saliendo escaldado. En julio de 2009 empezaron a circular diversas peticiones para pedir su cese inmediato como miembro del consejo de administración de la IGDA (International Game Developers Association), dando como razón que Langdell trabajaba "directamente en contra de los objetivos de la organización". A finales de agosto se decidió llevar a cabo una votación sobre su expulsión el día 3 de octubre, pero dicha reunión nunca llegó a celebrarse: el día 31 de agosto Langdell, bajo la presión de numerosos frentes, se vio forzado a presentar su dimisión.