Expediente Langdell
Mentiras y gordas.
La rebelión indie
Tras el caso Mobigame, ahora viene el caso PuzzleKings con su juego Killer Edge Racing (también para iPhone). Langdell ya ha presentado su queja formal a Apple para que retire el juego de la App Store, e incluso está en trámites para registrar el nombre Killer Edge Racing y así forzar la situación a su favor.
Pero en esta ocasión no ha pillado a nadie por sorpresa, y la reacción de la comunidad de desarrolladores indie no se ha hecho esperar. En el mundo mainstream es difícil que las empresas se unan para hacer frente común, pero en la escena independiente si tocas a uno estás tocando a todos.
Así nace Edge of Dimensionality, una iniciativa por la cual diversos juegos indie están cambiando sus nombres para incluir la palabra Edge, como forma de protesta por las acciones de Tim Langdell. Fez, uno de los juegos independientes más esperados, ahora se llama Fedge. La versión para Wii de And Yet It Moves recibirá el nombre de An Edge It Moves. Incluso el glorioso Canabalt tiene ahora una versión llamada Canabedge. Y así, muchos más.
¿Qué hará ahora Langdell? Probablemente lo que mejor sabe: demandarlos a todos. Pero un servidor se lo pensaría dos veces antes de despertar la ira de los creadores de juegos indie y, con ello, la de buena parte de internet...
El método Langdell para ganar dinero fácil sin esfuerzo
Tarde o temprano, a Edge Games se le iban a acabar los videojuegos y empresas de esta industria a las que demandar. Así que, ¿cuál es la solución? cualquier emprendedor os lo dejaría claro: expandir horizontes. Eso es justo lo que hizo Langdell, demandando también a sectores como el cine o los cómics, algo que veremos más adelante. Uno de los casos más interesantes, sin embargo, tiene como protagonista algo tan simple como las tarjetas de memoria SD.
.Edge Tech Corp es una importante compañía americana especializada en distintos tipos de memoria. Uno de sus muchos productos son las tarjetas de memoria SD, utilizadas en cámaras de fotos digitales, reproductores MP3 o la consola Wii, por ejemplo. Langdell, ávido en su busca de nuevos objetivos judiciales, puso a Edge Tech Corp en su punto de mira... pero se encontró con un ligero problema: las tarjetas de memoria no tienen demasiado que ver con los videojuegos, lo cual es un punto débil para una posible demanda. Pero nada puede detener al viejo Tim...
La solución es fácil: sácate de la manga una tarjeta SD con la marca EDGE en forma de merchandising y ya tienes una razón con la que alegar la posible confusión del consumidor. Total, en el fondo es un trabajo de cinco minutos con el Paint.
¿Se os ocurre una forma más rápida y sencilla de ganar unos cuantos miles de dólares? A este humilde redactor, desde luego, no.