Football Manager 2011

Donde no han necesitado innovar demasiado es en la interfaz. Eso no hace más que volver a confirmar es sólida como una roca; quizás algo difícil de entender si eres novato, pero incluyen un tutorial que debe resolver cualquier pregunta. En pocos partidos te acostumbrarás a ella. De hecho han incorporado algunas ayudas más que se agradecen un montón. Cuando estamos en la pantalla de tácticas, por ejemplo, cada opción está explicada con un pequeño texto y resumen los pros y contras de asumir ese planteamiento. Lo mismo con la posición y rol de cada futbolista, ya que ahora ser "delantero" es sólo el primer paso: ¿ofensivo, de enganche, ariete, avanzado, objetivo...? Es un placer saber qué es cada cosa, analizar tus cartas y jugarlas en consecuencia.

Porque sobre el terreno de juego, a pesar de que sigamos viendo gráficos normaletes y posiblemente muy mejorables –ya, ya sé que esto no va de jugar partidos, pero es que ese look ya es casi retro- la inteligencia artificial sigue mejorando. En especial la de los porteros, pero cada vez vemos menos errores y más jugadas de esas que solemos ver los fines de semana por la tele.

Y si no las ves, siempre puedes pasarte por el entrenamiento y obligar a tus pupilos a que se esfuercen más o a que modifiquen su forma de jugar. Hay 14 áreas de habilidad diferentes, y puedes reconducir el aprendizaje de quien lo necesite; o, como yo, delegarlo a tu asistente y centrarte sólo en lo más evidente. Bendito asistente, por cierto, que también se puede encargar de las ruedas de prensa, las charlas con el equipo, la renovación de contratos o de los partidos amistosos.

Otra de las grandes novedades, por desgracia, no la vamos a poder comentar. Hablo de la "Reputación dinámica de ligas". Con eso, en teoría, las distintas competiciones adquieren distinta importancia en función de la calidad de sus clubes y jugadores. Imaginemos que la liga griega empieza a fichar a cracks de nivel mundial: poco a poco todos querrán ir ahí, los equipos crecerán, tendrán más puestos en competiciones europeas... pero eso, claro, sucede al cabo de muchos años (20, 30 o 40), y el tiempo para elaborar este análisis es algo más limitado.

Football Manager 2011 vuelve a merecer la pena. Está asentado y sin rivales, su base de datos es imperial y te hace sentir que eres un entrenador (o que podrías serlo). Es delicioso, también, que te dejen prescindir de hacer ciertas acciones. Además, poco a poco van dotándolo de dinamismo y de ese toque orgánico y humano que ya comienza a florecer; ahora sólo es una semilla, pero funciona y nos introduce una de las facetas más inexploradas de los managers de fútbol: el carácter.