Avance de Gears Tactics
Hacia adelante. Siempre.
En Gears Tactics puedes hacer el tradicional movimiento de los Gears of War de lanzarte hacia una cobertura, y la verdad es que para mi eso bastaría a la hora de decir "sí, por favor" a este spin-off. Pero los desarrolladores del estudio Splash Damage no han introducido sin más dicha mecánica en esta versión con estrategia táctica por turnos de uno de los shooters basados en coberturas más famosos del mundo. Han hecho que resulte útil.
Verás, si te deslizas hacia una cobertura en Gears Tactics tu unidad consigue una pequeña distancia extra. Es el equivalente del juego al movimiento en cuclillas tras la cobertura que solemos ver hacer a Marcus Fenix, Augustus Cole o, más recientemente, Kait Díaz, con una cámara en tercera persona. Y te dice todo lo que necesitas saber sobre cómo es jugar a Gears Tactics; sí, es una mezcla de Gears of War y XCOM, pero Tactics te empuja siempre hacia adelante. Quiere que hagas avanzar a tus unidades y que te enfrentes cara a cara a los Locust. Comparado con el resto de juegos tipo XCOM, Gears Tactics tiene un ritmo relativamente rápido. Esconderte y esperar a que los Locust se lancen hacia ti no es una buena estrategia. Es mejor llevar la lucha hacia ellos.
En todo el juego las mecánicas te animan a que seas agresivo. Para empezar, Gears Tactics no se juega con una rejilla; los mapas son abiertos, y puedes mover tus unidades a cualquier parte, lo cual hace que el movimiento tenga una fluidez que no sueles ver en el género.
La mayoría de juegos tácticos basados en turnos te permiten mover y disparar en cada turno, y poco más. Gears Tactics, en cambio, da a cada unidad por defecto tres acciones por turno, y puedes usarlas en cualquier combinación: moverte, disparar, usar habilidades de clase, lo que sea. Tener tres acciones no parece una característica especialmente sexy, pero lo cierto es que te permite realizar cosas realmente interesantes con tus unidades en cada turno. Los estrategas, creo, encontrarán esto bastante liberador.
También es interesante, y acorde al estilo más agresivo del juego, que puedas utilizar el arma secundaria de una unidad (una pistola Snub, por ejemplo), para interrumpir el apoyo de un enemigo, abriendo un flanco que antes era imposible. Esta habilidad para inhabilitar el disparo está disponible en todas las unidades y, aunque tiene un cooldown de ocho turnos, puede alterar totalmente la situación para girarla en tu favor.
La presencia de las típicas ejecuciones de Gears en Tactics son otro ejemplo de cómo el juego te empuja hacia adelante (sí, puedes partir por la mitad a un Locust con un Lancer). Si clavas la ejecución obtienes un buff para todo el pelotón, añadiendo tres acciones extra al equipo. Avanzar y crear momento te ayuda a expandir tu turno y eliminar más enemigos, y esto es realmente lo que lo hace distinto.
Todo esto hace que Gears Tactics parezca más rápido que el típico juego táctico por turnos, algo que creo que tiene todo el sentido del mundo para un Gears. La saga principal era así, un shooter conocido por lanzar toneladas de horribles bestias a un pequeño escuadrón de soldados hipertrofiados que deben mantenerse en movimiento - y tras una cobertura - para sobrevivir. Gears Tactics intenta replicar esa sensación en el género de la estrategia por turnos, pero no lo hace solo en el combate. Puedes apreciar que Splash Damage ha hecho todo lo posible para meter en Tactics todo lo que amamos de los Gears, y una cantidad sorprendente de cosas han pasado el corte.
Aquí tienes también, por ejemplo, las cinemáticas, las cuales lucen muy bien. Tanto, de hecho, que podrían pasar por ser de un Gears principal. Te muestran una cinemática al principio y al final de cada misión. Y que haya cinemáticas significa que hay historia, porque Gears Tactics es una precuela canónica del primer Gears of War. Todo empieza con un grupo de soldados atrapado en una mala situación y con muy pocas posibilidades de sobrevivir, lo habitual en el mundo de Gears. El protagonista es un COG de aspecto estándar llamado Gabe Díaz... pero que resulta ser el padre de Kait Díaz. Su objetivo es encontrar a un científico loco, Ukkon, mientras el gobierno activa el Martillo del Alba en un desesperado intento de acabar con la amenaza Locust. No parece la historia más original del mundo, pero es más que suficiente para los fans de los Gears.
La idea es que reúnas un grupo de soldados mientras avanzas en la historia. Reclutas a los protagonistas principales, por supuesto, pero también hay un montón de soldados generados proceduralmente para escoger, a los cuales puedes poner nombre. Lo que los desarrolladores esperan es que cojas cariño a algunos de ellos, y que te preocupes por su destino durante la batalla. Tendrás una historia con tus favoritos, los animarás cuando intenten atacar a los enemigos teniéndolo todo en contra y llorarás cuando sean derrotados. Todo esto resultará más que familiar a cualquiera que haya jugado a XCOM, sin duda, pero me alegra ver que también está en Gears Tactics.
Gears Tactics es un título para un solo jugador (no hay ningún tipo de multijugador, ni cooperativo ni competitivo), lo cual creo que resulta lógico dentro de este género. El XCOM de Firaxis tiene un multijugador, sí, pero no tiene mucho sentido; es mucho mejor centrarse en una campaña profunda y en los modos individuales que no ofrecer un multijugador que no le interesa a casi nadie.
Es por ello que al completar la campaña de Tactics desbloquearás modos extra, como el modo Veterano o el modo Ironman, en el cual todas tus acciones son permanentes. Microsoft también planea añadir retos y objetivos opciones en versiones remezcladas de los niveles de la campaña para enfatizar la rejugabilidad. No hay un punto y final para el juego, me dicen.
En cualquier caso, se espera que haya un montón de progresión y de coleccionables para los jugadores una vez terminen la historia. Cada unidad posee tres slots para armadura: casco, torso y piernas, y también puedes conseguir montones de sets de armadura. Hay cinco clases, cada una con más de treinta habilidades únicas y un arma especial (Gabe es de la clase de apoyo, por ejemplo, así que tiene un Lancer). Cada arma posee, a su vez, de cuatro slots para modificadores que cambian sus estadísticas y, en algunos casos, añaden nuevas habilidades a la unidad. Tactics te permite cambiar la configuración del arma, además, algo que es nuevo dentro de los Gears. Pro ejemplo, puedes ampliar el cargador de tu Lancer, o la mirilla. Hay un montón de personalización en las unidades, con builds que puedes crear con todo tipo de armaduras, combinaciones del árbol de habilidades o modificadores para las armas. Y todo eso se puede conseguir tras terminar la historia.
También hay un montón de cosméticos para desbloquear. Me enseñaron COGs con todo tipo de extravagantes colores y con varios patrones y metales en las armaduras, desde gastados a cromados. Hay cierto toque de Warhammer 40,000 en las opciones de personalización, y si quieres que las armaduras de tu escuadrón estén coordinadas, puedes hacerlo.
Pero lo que me sorprende de verdad es descubrir que no hay microtransacciones en Gears Tactics, dada la cantidad de elementos cosméticos que hay. Si quieres equipo nuevo adicional tienes que abrir las cajas repartidas por los niveles. Algunas están por tu camino y son relativamente fáciles de encontrar. Otras no tanto, y tendrás que pensártelo dos veces a la hora de valorar el riesgo y la recompensa.
También me sorprende que Gears Tactics se publique en PC pero no en Xbox One para su lanzamiento. Gears Tactics es un juego que se ha desarrollado pensando en el PC, me explican, con todas las opciones de configuración de gráficos que podrías esperar. Tienes el Tac-Com, desactivado por defecto, el cual muestra todos los números y estadísticas que puedas desear en el campo de batalla. Aunque prometen que habrá una versión para Xbox One, está claro que Microsoft apunta al público de PC con este juego.
Mi demostración termina con una batalla contra un Corpser, esa gigantesca monstruosidad arácnida que resultará familiar a los fans de la saga (en Tactics hay una lucha contra un jefe final al final de cada acto, como en la saga Gears principal). Esta batalla funciona tal y como debería; las patas del Corpser son duras como una piedra, así que hay que esperar a que exponga su punto débil para dañarlo. Mientras varios Locusts te atacan, y también se abren Agujeros de la Emergencia a tu alrededor. ¿Cómo los cierras en Gears Tactics? Igual que en cualquier Gears, claro: lanzando una granada a su interior.
Gears Tactics te tira montones de cosas, pero es lo que debe hacer. No quiero un XCOM con una skin de Gears of War. Quiero mecánicas interesantes, y un toque especial. No me malinterpretéis; no parece que Gears Tactics vaya a redefinir el género de los juegos de estrategia por turnos, pero hace suficientes cosas distintas como para que quiera darle una oportunidad.
Traducción por Josep Maria Sempere.