Glitch
El MMO del creador de Flickr.
Más allá de algunos peligros que acechan en la búsqueda de tesoros o en algunos asaltos rudimentarios, las primeras quests suelen ser del tipo "compra un cuchillo y una tabla y cocina tres platos en ella" o "enciende una hoguera y caliéntame 100 de estos". Son una forma de introducir las interacciones del juego, desde la minería a la cocina, e incluso hay ciertos toques muy apropiados. Ilumina el cuchillo o la tabla en el texto de la quest, por ejemplo, y te dirá a qué tipo de vendedor se lo puedes comprar, o puedes adquirirlo de otro jugador - con una opción de subastas bastante rápida.
La moneda del juego son las pasas, y puedes vender cualquier cosa que recojas, cocines, fundas o extraigas - y a menudo hay bonus cooperativo por trabajar con otros jugadores mientras recolectas recursos. Eventualmente podrás ahorrar y comprar tu propia casa, momento en el que querrás llenarla de cosas. Cosas bonitas. Cosas que tendrás que comprar o intercambiar.
Como siempre ocurre, hay un par de medidores a los que tienes que echar un ojo mientras juegas. La energía disminuye con las acciones, y se rellena comiendo. El estado de ánimo, en cambio, y tal y como sugiere el nombre, es una medida de tu felicidad. El ánimo realmente se puede mejorar mediante interacciones, pero si baja demasiado obtienes menos experiencia y usas más energía para hacer tus cosas.
Tanto el ánimo como la energía se recuperan en su totalidad al final del día ingame; si te quedas sin energía, mueres, y tienes que pasar por una genuinamente encantadora visión del purgatorio mientras esperas para volver a la vida. En serio, parece casi un documental. Además, también tienes que ganarte el favor de los once dioses que han creado este mundo. Puedes hacerlo subiendo niveles o coleccionando logros ingame, o simplemente puedes donar objetos en las capillas que hay repartidas por el mundo.
Parecen muchas cosas para ser un MMO casual, y la verdad es que un vistazo a las wikis sugiere que Glitch va a ser un juego bastante profundo. Si estás empezando, sin embargo, puedes encontrar que todo esta rodeado de una cierta falta de rumbo a la que cuesta un poco acostumbrarse.
El escenario es gigantesco, y se divide en una serie de áreas y cientos de calles con un útil sistema de navegación, pero, más allá de encontrar el vendedor adecuado o de buscar los ingredientes para tu próxima mezcla, raramente tienes la sensación de que debes estar en un lugar concreto en un momento dado. Simplemente deambulas por el mundo, como todos los demás.
Me gusta bastante, la verdad. Glitch es como las lecciones que te daban en sexto de primaria, aunque con una roca parlante que te pide ensaladas cada pocos minutos. Siendo así, puedo ver el shock que produciría en la gente que venga desde Azeroth.
Pero los jugadores de Glitch no vendrán de Azeroth, desde luego. Muchos de ellos lo harán de Facebook, de Flickr o de Spotify. Y si Glitch actualmente peca de no tener enfoque quizás sea porque forma parte del plan. Son los primerísimos días del juego, y el modelo de Tiny Speck depende de la interacción de la comunidad para definir el futuro de toda la aventura.
Los jugadores ya trabajan para desbloquear nuevos lugares a través de proyectos, y de forma permanente aparecen docenas de nuevas y más extrañas tradiciones - si es que eso es posible - creadas dentro del juego por grupos de usuarios y testeadas de forma informal cada semana. Además, si eliges ser suscriptor - hay una serie de opciones de suscripción, permitiéndote tener cosas como tokens para teletransportarte o la habilidad de acceder a contenido especial - también puedes votar las características que se implementarán más adelante. Eso debería ser una característica genial por si misma - tan pronto como se haya implementado.
Independientemente de las suscripciones Glitch es extremadamente generoso con el contenido al que puedes acceder gratis, y es genial toquetear un mundo tan nuevo - incluso si muchas de las cosas que encuentras en él no sean particularmente novedosas. ¿Hacia dónde se dirige? No tengo ni idea. Glitch (la traducción al castellano significa 'fallo en el sistema') no es un mal nombre, de hecho, pero quizás por ahora su nombre más apropiado hubiese sido 'Limbo'.