Homefront

La pena es que dura muy poco. Lo normal es que te tires una seis horitas, pero si le das caña hasta puede que lo acabes con menos. La historia como es previsible deja muchas preguntas abiertas, y además se salva de un triunfalismo exagerado y de algunos de los clichés que más lastran los argumentos de este género –el honor, el patriotismo mal llevado-. Es buena, intensa, interesante, pero se siente un poco como si solo nos hubiésemos comido media tarta y nos retirasen lo que queda delante de nuestras narices.

Por suerte ahí está el multijugador, que por sí solo ya justifica horas y horas de partidas. Aunque no lo hemos jugado muy a fondo porque el título todavía no ha salido –solo durante las sesiones, de varias horas, que organizó THQ- está claro que tiene madera para ser uno de esos a los que le echaremos más tiempo.

Como decía al principio, los de Kaos han sido inteligentes y han tergiversado algunas de las convenciones más aceptadas para adaptarlas con mucho sentido a su propuesta. Tenemos por un lado los puntos de batalla, que son independientes a los puntos de experiencia, y que se ganan con un buen rendimiento en el campo de batalla. Cuantos más ganemos más acumularemos y, como si fuese dinero, podremos hacer respawn en vehículos más potentes o activar determinadas armas secundarias como RPGs, robotejos con metralletas que parecen de esos que desactivan bombas o minihelicópteros. Eso sí, ojo, porque si lo invertimos en algo lo gastamos y tendremos que volver a rendir bien para acceder de nuevo a esas funciones.

Eso equilibra fantásticamente la partida porque para utilizar las armas más potentes como los vehículos tienes que ahorrar un montón, y por lo tanto no estás por más gastos, y eso hace que o bien optes por armas secundarias menos potentes y no todo sea una orgía de destrucción en la que no te enteras de nada.

En el otro lado está el nuevo alcance de las rachas de bajas. Como los puntos de batalla ya obran más o menos como recompensas, si aquí enlazas muchas muertes seguidas el enemigo te marcará en su radar (cuantos más mates, más fácil les será encontrarte) y pasarás a ser una de sus prioridades. A nivel de diseño vuelve a ser fenomenal, porque los mejores son perseguidos por enemigos ávidos por la recompensa que supone eliminarlos, y a su vez el reto de sobrevivir es mayor y más intenso.

Sumado a todo esto tenemos un diseño de mapas muy bien pensado, varios modos de juego, un sistema de experiencia de esos de ir subiendo niveles y desbloquear armas y experiencia, servidores dedicados, hasta 32 personas por online... en definitiva, un multijugador sólido y divertido.

Homefront es una propuesta atractiva que gustará a prácticamente todos los amantes de los first person shooters. La campaña individual presenta una historia bien planteada y que puede ser el inicio de una nueva saga, pero es a todas luces demasiado breve. El multijugador lo compensa y presenta un par de buenas ideas que funcionan y que seguro que te tendrán dándole caña a los coreanos un buen tiempo.