King's Bounty: Armored Princess

Éste es el punto de partida de una historia que deja bien claro desde el inicio sus pretensiones: acción simple y directa, con diálogos hilarantes y nada de pájaras mentales. Lo primero que salta a la vista es que no podemos escoger héroe: la princesa es y será nuestro avatar el resto del título. Sin embargo, sí que podemos decidir dos aspectos cruciales sobre ella. En primer lugar, su especialidad, que no es otra cosa que decidir si estará más centrada en la magia, en el combate, o en una mezcla de ambas. Y en segundo lugar (y aquí radica la principal novedad del juego), es que podremos escoger un dragón, que hará la función de la caja de furia y los espíritus de The Legend, y que según su color y apariencia desarrollará unas habilidades u otras y consecuentemente potenciará distintos estilos de juego en combate.

Ahora bien, siendo francos, hay que decir que la apariencia estándar de los dragones es demasiado cómica incluso para la tónica general del título. A riesgo de que Disney los denuncie, los rusos de 1C Company han calcado el dibujo del dragoncete de Lilo & Sticht. Queda bastante fuera de lugar, y palidece enormemente ante los feroces espíritus del original.

Las novedades estándar de cualquier título de rol o estrategia son bastante típicas: unos cuantos conjuros nuevos, criaturas de nuevas razas para reclutar, y un buen capazo de objetos mágicos. No suponen una modificación en ningún caso del esquema de juego, así que son elementos que se disfrutan más en el conjunto del juego que individualmente. Sobre todo en el tema de las criaturas, que habiendo jugado al anterior título ya estaremos identificados con nuestro estilo de juego y consecuentemente elegiremos nuestros sicarios en función de ello.

Otra novedad que es casi más importante en la historia que en la mecánica de juego es la inclusión de un nuevo medio de transporte en forma de caballo alado. Para adaptarse a los nuevos tiempos, también hay un sistema de logros, que últimamente se está poniendo de moda también en PC. Nada del otro mundo, pero sigue siendo una novedad que algunos agradecerán con respecto al juego original.

Por último, y no por ello menos importante, hay que hacer mención especial a la dificultad del juego. Veamos, esto es un juego de estrategia. Quién espere que por ganar una batalla detrás de otra la cosa va a ser fácil hasta al final del juego está equivocado. Porque luego, a mitad de partida, cuando hayamos perdido varias unidades valiosísimas y veamos que no tenemos suficiente potencial de fuego para vencer a un grupo de criaturas o a un héroe enemigo, lamentaremos el haber tomado tan a la ligera perder ‘pocas’ unidades en batallas irrelevantes. King’s Bounty no es un juego difícil, pero requiere de tres cosas para disfrutarlo como dios manda: paciencia, inteligencia, y mucha tacañería a la hora de conservar unidades.