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Mis siete muertes en Dark Souls 2

Probamos el juego en la Eurogamer Expo.

Demon's Souls y su secuela espiritual Dark Souls entrarían sin gran dificultad en mi Top 5 personal de la generación (los otros tres puestos serían casi seguro para Bayonetta, pero ese tema lo dejo para el avance de la secuela), así que comprenderéis que afronté la cola de casi una hora para ver el nuevo título de From Software con una mezcla de emoción y miedo. ¿Estaría a la altura de las precuelas? ¿Se habría reducido la dificultad del juego en pos de la "accesibilidad" que el nuevo director del juego buscaba? ¿Cuántas veces iba a morir en 20 minutos de demo?

La respuesta a la última pregunta es que vi "YOU DIED" siete veces, y creo que eso contesta en cierta medida las otras dos.

La demo disponía de un fragmento de mazmorra y de un jefe. No se podía apreciar bien el diseño de niveles, ya que estaba enfocada a la pelea final. El primer tramo duraba apenas cinco minutos (para ser sincero estuve allí casi doce porque soy un paquete) y era lineal, aunque se dejaba entrever que el nivel final será mucho más complejo.

Nada más comenzar se nos daba a elegir entre cuatro clases predeterminadas: Warrior, Sorcerer, Temple Knight y Dual Swordman. Este último es quizá la mayor novedad de Dark Souls 2, una clase dedicada en exclusiva al ataque que por lo que pude ver observando a otros jugadores es muy difícil de manejar y sólo recomendado para los que han dominado Dark Souls. Escogí Warrior por su similitud con mi build habitual, con la que me siento cómodo: espadón y escudo en mano empecé a jugar.

Avancé confiado hacia los dos primeros enemigos. Como si fuese un novato en la saga consiguieron rodearme y me ensartaron entre los dos. Primera muerte. En el segundo intento fui más despacio y los liquidé bien rápido. Me acerqué hacia un objeto que había tras un puente y recibí un ataque por la espalda, pero sobreviví.

Más adelante encontré una antorcha, colocada a propósito para recalcar que la iluminación de Dark Souls 2 es espectacular, en especial si la comparamos con las precuelas. Bajé poco a poco unas escaleras sin la protección que nos otorga el escudo, haciendo a cada paso más visible una estancia muy estrecha y sin aparente salida.

De repente, un enemigo enorme y casi redondo. Ya sabía por los primeros vídeos que era capaz de aplastarte si intentas hacerle una puñalada por la espalda, pero mis primeros intentos de clavarle la espada me dejan a menos de la mitad de vida, así que intento golpearle por la espalda y, como era de esperar, se lanza encima y me aplasta. Segunda Muerte.

"Avancé confiado hacia los dos primeros enemigos. Como si fuese un novato en la saga consiguieron rodearme y me ensartaron entre los dos. Primera muerte."

Ese mismo enemigo protagonizó las siguientes tres muertes. Primero dos zombis despertaron a mis espaldas y me clavaron unas picas mientras estaba concentrado en él, luego me aplastó de nuevo, y más tarde todos se unieron para atacarme en la oscuridad aprovechando que se me ocurrió sacar el escudo y tiré la antorcha al suelo.

Al final me armé de valor e hice lo que mejor se me da: correr. No me siguieron y pude alcanzar otra parte del castillo. Vencí sin mucho esfuerzo a un par de enemigos y pude probar algunos objetos nuevos de curación, aparte de los Frascos de Estus. No parece que faciliten demasiado las misiones ni rompan el equilibrio global.

Fui a recoger un objeto del suelo y de repente el grupito del que había huido al completo apareció en el clásico color rojo de los invasores. Corrí como alma que lleva el diablo hasta la hoguera y me teletransporté. Me pareció escuchar alguna risa a mis espaldas, en la cola.

Ante mi, un largo pasillo repleto de estatuas, un mago al final y a su espalda la niebla que me separaba del jefe. Avancé despacio y de repente las estatuas empezaron a despertar. Corrí, pero me impactó un hechizo y cuando quise darme cuenta doce enemigos me tenían rodeado. Sexta muerte.

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En el siguiente intento corrí desde un primer momento esquivando a todo lo que se movía y entré en la niebla. Allí me esperaba el Caballero del Espejo. La pelea resultó ser tan difícil como era de esperar; los pocos que lograban vencerlo se llevaban una camiseta de recuerdo y no se vieron demasiadas salir de la caja durante la hora que hice cola. No pude llegar a vencerlo, pero sí sufrí en mis carnes toda su ira.

Con unos mandobles lentos pero potentes, cada ataque del Caballero podía ser el definitivo. Esquivaba como podía, recibía ataques eléctricos y me curaba a toda prisa. De repente, planta el escudo en el suelo. Veo a un tipo golpeando desde dentro y corro hacia él pero llego tarde: un segundo enemigo rompe el espejo y a la desventaja de fuerza sumo la desventaja numérica. Sin tiempo a reaccionar, recibo varios ataques. Séptima Muerte.

Esta vez es la definitiva, me digo. Me lanzo a por todas, esquivando como nunca, aguantando, atacando solo lo justo. Le dejo a mitad de vida y aparece el encargado de la demo para decirme que corte, que han pasado veinte minutos. Le miro con cara de incredulidad. En mi cabeza no debía llevar más de cinco minutos. Le pongo ojitos a ver si me deja seguir pero hay gente esperando con tantas o más ganas que yo, así que me levanto con el dolor de saber que hasta marzo del año que viene no podré volver a probarlo.

"Lo que he probado conserva el espíritu de Dark Souls y que merece llevar ese nombre. Creo que pocas cosas mejores que esa puedo decir de un juego."

Quería que este avance fuera más corto, pero no soy capaz de reducirlo. Si hay algo que me gusta más que jugar a Dark Souls es hablar de él, reírme de cada muerte estúpida, recordar las peleas más memorables, soltar muchas palabrotas sobre los invasores o simplemente "bendecir el sol". Podría pasarme horas hablando de builds, armas secretas, estrategias contra jefes o aquella vez que apareció Smough, pintaba como una pelea difícil y entonces entró en escena Ornstein y mejor no digo lo que pensé.

Cuando terminé la demo se me ocurrieron mil cosas que contar, y eché mucho de menos tener delante a alguno de los fans que conozco para compartir ese momento y desfogarme aunque fuesen cinco minutos. La partida fue breve, pero duró lo suficiente para sentir que lo que he probado conserva el espíritu de Dark Souls y que merece llevar ese nombre. Creo que pocas cosas mejores que esa puedo decir de un juego.

Dark Souls 2 tiene una fecha de lanzamiento en PC, Xbox 360 y PlayStation 3 prevista para el 14 de marzo de 2014.

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