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Pro Evolution Soccer 2009

Aquellos maravillosos años.

Mientras miles de usuarios de Xbox 360 y PS3 rabian por la pobre entrega de PES que Konami les ha ofrecido este año, seguramente otros tantos van a respirar muy tranquilos al jugar la versión de PSP.

Como viene siendo habitual, esta versión portátil nos llega con algo de retraso respecto a las consolas de sobremesa, lo que ha posibilitado incluir actualizaciones en plantillas y nuevos equipos licenciados de la liga española (Atlético de Madrid, Sevilla, Racing de Santander y Real Valladolid).

Pero seamos justos... ¿Acaso es un detalle tan importante? Winning Eleven (ya sabéis, su nombre original en Japón) siempre ha sido una franquicia centrada en ser verosímil con este deporte, decididamente enfocada en los aspectos jugables antes que en una recreación exacta de alineaciones o equipos. Para millones de aficionados a PES acostumbrados a editar nombres de clubes o disfrutar de la Liga Máster, probablemente no sea un factor decisivo.

No diremos que es totalmente irrelevante, pues a nadie le amarga un dulce y es obvio que contar con equipaciones reales mejora la sensación de inmersión, pero no viene mal recordar de dónde viene la saga y cuáles fueron siempre sus valores originales. Sobre todo en una portátil como PSP, que este año da la sensación de haber nacido para dicho juego.

A todos aquellos que se pregunten si realmente merece la pena prescindir de las entregas anteriores, os diremos que existen bastantes y justificados motivos. El primero de ellos radica en el motor gráfico. Sin haber muchos cambios sustanciales en animaciones o rostros de jugadores, al menos se han perdido las desagradables ralentizaciones del año pasado, lo que ayuda a una visualización perfecta y fluida.

No es revolucionario ni rebasa el techo técnico de PSP, de hecho sigue presentando los mismos altibajos de siempre, con jugadores muy bien recreados en sus movimientos junto a otros que sencillamente no pasan de regulares, amén de un ligero aumento de ghosting (sí, esa desagradable estela en los gráficos debida a la tasa de refresco en PSP con ciertos juegos). Aún con estos errores, los partidos ahora se disfrutan muchísimo más en lo visual.

Seguimos contando con un solo estadio, sin comentarios (salvo el incombustible Iñaki Cano cantando goles) y con la ausencia total de cinemáticas previas al partido como sí tiene Fifa 09, pero curiosamente esas carencias le dan un aspecto sobrio que refuerza el enorme potencial del juego como simulador y no como espectáculo.