Probamos la Sound Blaster G3 de Creative
Una forma económica de mejorar tu experiencia sonora en PS4 y Switch.
Resulta irónico como en un medio audiovisual como es el videojuego a menudo se suela hablar tanto de gráficos para relegar siempre el sonido a un segundo plano, cuando no se olvida por completo. Solemos tener en mente el próximo televisor de resolución 4K para nuestra consola de sobremesa o ese nuevo monitor de tropecientos hercios, pero rara vez nos paramos a pensar en lo que ganaríamos invirtiendo en unos buenos auriculares o en unos altavoces de gama media/alta, por no decir ya en una tarjeta de sonido dedicada o en dispositivos pensados para mejorar las capacidades de audio estándar de nuestra consola u ordenador. Quizás sea el momento de empezar a cambiar esta mala costumbre, y quizás lo último de Creative sea la puerta de entrada perfecta para empezar a cuidar más la parte sonora en la ecuación de nuestros equipos de juego.
La Sound Blaster G3 es una pequeña tarjeta de sonido externa (aunque sería más correcto denominarlo como un amplificador DAC portátil) con conexión USB-C, compatible con PC y Mac pero especialmente pensada para usarse con una PlayStation 4 (usando el adaptador USB-C a USB-A incluído en la caja) o una Nintendo Switch. Posee una entrada de 3.5mm para los auriculares, otra de 3.5mm para un micrófono y una óptica híbrida (de línea o TOSlink). En un lado encontramos una rueda de control y un switch para elegir si queremos que la rueda calibre la mezcla de audio o el volumen, y en el otro lado una rueda de volumen para el micrófono y un switch para silenciarlo por completo. Finalmente en la parte superior tenemos un gran botón para activar y desactivar el modo "Realzar Pisadas", del cual hablaremos más adelante.
En términos básicos lo más interesante es la calidad de audio que ofrece su chip interno, que con 24 bits y 96kHz resulta superior a la que tienen de base las actuales consolas y cualquier tarjeta sonido integrada de ordenador. Dado que el amplificador para los cascos de la G3 tiene un rango de 16 a 300 ohm, con un rango dinámico de hasta 100 dB, si se junta con unos auriculares de buena calidad (en mi caso he realizado las pruebas con unos AKG K712 Pro) obtendremos un sonido mucho más nítido y limpio de lo habitual. Pero quizás lo que más llamará la atención para el usuario medio es el Sound Blaster Acoustic Engine, una tecnología que proporciona surround 7.1 virtual en cualquier auricular stereo que conectemos al DAC y que mejora sustancialmente la posicionalidad del sonido con un efecto envolvente muy conseguido.
Para los jugadores la Sound Blaster G3 incluye dos funciones muy concretas. La primera es Game Voice Mix, la cual permite calibrar el volumen del juego y el chat de forma parecida al popular MixAmp de los cascos Astro. Puede parecer una tontería, pero se agradece muchísimo poder variar tan rápido y de forma tan intuitiva, con un par de sencillos botones físicos, el equilibrio del volumen entre el sonido del juego y el chat, así como el volumen del micrófono, sin necesidad de pausar la acción o entrar en el menú de audio para mover sliders y encontrar la configuración deseada. La otra es el ya mencionado modo "Realzar Pisadas", que hace exactamente lo que reza su nombre. No soy muy fan de este tipo de ecualizaciones, las cuales tienden a disminuir en exceso los graves para enfatizar los agudos, pero es innegable que resulta efectiva y ofrece una ventaja competitiva real, al permitir al jugador ubicar con mayor precisión la posición de los enemigos en cualquier shooter en primera persona o título multijugador.
También me ha sorprendido gratamente comprobar que la Sound Blaster G3 es un producto totalmente plug&play. Más allá del posible barullo de cables, especialmente si usamos el DAC en una PlayStation 4, todo el proceso de configuración es tremendamente sencillo y claro, y en el caso de conectarse a un ordenador ni siquiera requiere la instalación de controladores. Sí es recomendable, en cualquier caso, utilizar el software Sound Blaster Command, el cual podemos instalar de forma nativa en PC y Mac o bien en un teléfono iOS o Android - el cual conectaremos vía Bluetooth - si usamos la G3 en una consola. Command es una app bastante intuitiva, y que permite no solo ajustar el volumen, actualizar el firmware o monitorizar el micrófono, sino también ecualizar el sonido para adaptarlo a nuestro gusto o al título que estemos jugando en cada momento (podemos hacerlo de forma manual o con algunos presets de fábrica, entre los cuales hay para juegos como League of Legends, CS:GO, Fortnite, PUGB, Overwatch o Project Cars, entre muchos otros). Sobre la aplicación, cabe decir que he escuchado algunas quejas y bugs referentes a la versión de Android, pero la que he probado (iOS) no presentaba ningún defecto y se comportaba de forma estable y sin problemas aparentes.
Realmente la pregunta final con la Sound Blaster G3 no es tanto referente a su calidad, que diría que está fuera de toda duda, sino a si existe mercado para un DAC destinado a mejorar el sonido en consolas y usuarios dispuestos a pagar por ello. Personalmente, creo que sí; si eres de los que suele jugar a la consola con unos auriculares de calidad decente, la mejora en la calidad del sonido es evidente y los extras que aporta la solución de Creative resultan bastante útiles, con una barrera de entrada (el precio del dispositivo) relativamente baja al rondar los cincuenta y cinco euros. Hay soluciones de mayor calidad en el mercado (la propia Sound Blaster X G6 de Creative, sin ir más lejos), sí, pero la G3 es una opción de inicio fantástica para empezar a mejorar el sonido de nuestra plataforma de juego favorita y una de las más comodas y simples de configurar en consola.