Skip to main content

Rock Band 2

El nuevo estándar en el género musical.

Hace unos días Harmonix confirmaba que en este 2009 no tenían previsto sacar una nueva entrega de Rock Band. Con esta noticia la compañía de Massachusetts daba a entender que habían decidido centrar todos sus esfuerzos en el juego de los Beatles –que sí aparecerá este año– y que, por tanto, podríamos olvidarnos durante una buena temporada de un posible Rock Band 3.

Pensar en la tercera parte de este juego musical hace que me plantee algunas preguntas: ¿De dónde sacaré el dinero para más instrumentos de plástico? ¿Qué será del futuro de mi grupo virtual The Defekators? ¿Le darán el alta en el centro de desintoxicación a mi guitarrista Franky Durango antes del lanzamiento del nuevo juego? De todas maneras, la pregunta más importante –y a su vez difícil de responder– que se me ocurre es: ¿Qué podría aportar un posible Rock Band 3 para mejorar Rock Band 2?

El hecho de que sea difícil encontrar una respuesta para esta última pregunta nos ayuda en gran medida a entender cuan buena es esta segunda parte, y cuan pulida está su formula de juego. Esto es así: Rock Band 2 se ha convertido en el estándar para todo un género, por encima incluso que Guitar Hero World Tour. Recoge la esencia de la primera parte, mejora ligeramente todos sus aspectos e incorpora aquellas opciones que le hacían falta al primero para acabar de convertirse en un juego casi perfecto.

Para aquellos de vosotros que no sepáis de que estamos hablando os recomendamos que leáis el análisis referente al primer Rock Band. Allí encontraréis la respuesta a todas las preguntas que puedan surgiros sobre el funcionamiento del juego y que aquí no vamos a repetir. Ya sabéis... Se trata de hacer ver que tocamos canciones de rock con un set de instrumentos de plástico que simulan una guitarra, un bajo, un micro y una batería. ¡Sí, es ese juego que viste en el centro comercial! Bueno, si los monigotes son como caricaturas y los escenarios totalmente kitschs se trata de Guitar Hero World Tour.

Rock Band 2 tiene una dificultad mejor calibrada que la de su predecesor.

Si ya sabéis de que va todo esto, a continuación os comentaremos que nos trae de nuevo esta segunda parte e intentaremos responder a la pregunta de si debéis comprároslo si ya tenéis el primero. Aunque ya os avanzamos que si no tenéis el primer Rock Band y os gustan los juegos musicales ya tardáis en ir a vuestra tienda a por este Rock Band 2.

La aportación más destacable es que ahora el modo Gira es completamente online, con lo que ya podrás formar una banda con cualquier persona del planeta, sin ningún tipo de limitación. Hasta el momento sólo podías tocar en esta modalidad con varios jugadores si todos estabais físicamente en el mismo lugar. Así pues, como juego social que es Rock Band 2 da un paso más allá con esta inclusión tan necesaria. Además, también es nueva la posibilidad de que los personajes cambien de instrumento en cualquier momento y de forma muy fácil, con lo que acaba –ligeramente– la tiranía del líder. No hay que olvidar tampoco que ahora podemos continuar la Gira aunque no contemos con nuestros compañeros de grupo, un detalle que se agradece. Gracias a este par de modificaciones Rock Band 2 es todavía más accesible que su predecesor, aunque debéis recordar estas palabras: una banda sin líder es como un barco sin timón.

El modo Gira sigue siendo tan adictivo como en la primera entrega. Para conseguirlo se mantienen todos esos pequeños elementos de gestión que más allá de lo primordial de ejecutar las canciones, amplían y enriquecen la experiencia de juego. Este pequeño elemento estratégico es fundamental para profundizar sobre esa sensación de que “formamos una banda y hemos de tomar decisiones”. Continúan de esta manera los fans, la recolección de estrellas, el diseño de los repertorios para cada concierto y se reúnen un total de 59 locales en los que tocar y las 24 ciudades a las que viajar. Pero además, se añaden la posibilidad de contratar o despedir miembros del personal y –gracias al online– la aparición de eventos que se activarán sólo en determinados momentos.