Avance: Showcase de Bethesda en VR
Probamos Prey: Transtar VR y Wolfenstein: Cyberpilot
Bethesda no se rinde con la realidad virtual y en su conferencia del E3 anunció dos nuevos títulos exclusivos de VR. Wolfenstein: Cyberpilot es un título independiente que se ambienta durante los años 80 alternativos en que ocurrirá la expansión Wolfenstein: Youngblood, mientras que Prey: Transtar VR se añadirá como actualización para la expansión Mooncrash, ya disponible. Además de estas dos experiencias, el futuro modo multijugador Prey: Typhon Hunter (también incluido en Mooncrash) tendrá la opción de jugarse en VR, aunque no será obligatorio.
Wolfenstein: Cyberpilot es claramente el más flojo de los dos. La idea no es mala: nos pone en el papel de un hacker que toma el control de un Panzerhund y nos lanza a cazar nazis como si no hubiese un mañana. El control está bien conseguido (nos movemos con el DPad del mando izquierdo y giramos la cabeza del Panzerhund con el control gestual del mando derecho) y la presentación, que muestra la acción en varios monitores CRT que nos rodean, es bastante vistosa. Tenemos dos ataques: una carga física con el pulsador izquierdo y un lanzallamas en el derecho.
El problema es que ambos ataques carecen de impacto y los enemigos no hacen mucho por evitar ser envueltos en llamas. El resultado es que, al menos en la demo que probamos, el juego consistía en avanzar tranquilamente apuntando a los enemigos y quemándoles sin preocuparnos demasiado por nuestra salud. Al comienzo de la demo avanzamos por un pasillo que apenas deja opción a los enemigos y que podemos superar sin dificultad alguna hasta llegar a una plaza cerrada; allí lo más complicado es encontrar desde dónde nos están disparando los enemigos que se quedan rezagados de su escuadrón. La partida se termina justo cuando aparece un enorme Zitadelle y parece que la cosa se va a poner más interesante.
Quizá sea que la elección de esta zona no ha sido la más adecuada (parecía claramente un tutorial), pero no resultó una experiencia muy emocionante, y sobre todo no lograba transmitir la fuerza de estar manejando varias toneladas de acero con un lanzallamas. Cyberpilot saldrá en 2019 para HTC Vive y PS VR, así que esperamos que reciban el feedback para corregir este aspecto de cara al lanzamiento final.
En cambio, Transtar VR es bastante más entretenido. Es un híbrido entre aventura gráfica y Escape Room ambientado en la nave Talos I de Prey. Aunque solo pudimos probar un trozo ambientado en el despacho de Morgan, nos dijeron que en la versión final podremos jugar con más personajes. Empezamos investigando la habitación, leyendo unos emails y descubriendo que tenemos que fabricar un artefacto para escanear la habitación. Por supuesto, nada es tan fácil: necesitamos que un Operador nos de la receta para fabricarlo, pero para ello tenemos que usar una contraseña que solo podemos obtener descubriendo un código en el Espejo.
Una vez hemos completado los puzzles, que hacen uso de muchos de los artefactos que empleamos en la campaña original de Prey, la demo acaba en un cliffhanger. En general me lo pasé bastante bien y lo único que me escama es la ausencia de historia, al menos en el fragmento que jugamos. Es posible que se debe a que es una demo que está pensada para completarse en apenas un cuarto de hora, pero espero que en la versión final haya algo que conecte a los diferentes personajes entre sí y que invite a continuar más allá del mero placer de resolver puzzles.
Es una lástima haber tenido que jugarlo en un entorno controlado; como suele ser típico de estas demos con tiempo controlado, en cuanto te atascas un minuto la persona que está encargada del set te dice lo que tienes que hacer para continuar y así asegurarse de que completes todo el contenido programado. Estoy seguro de que en condiciones más tranquilas, en casa y con tiempo por delante, puede ser incluso mejor. No habrá que esperar mucho para comprobarlo, ya que Prey: Transtar VR saldrá este verano.