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Splinter Cell: Conviction

Arma letal.

Esta nueva habilidad sustituye en gran parte el proceso de apuntado manual y agiliza los momentos de acción, pero para nada es un elemento que “causalice” el juego, ya que no solamente no la podremos usar siempre que queramos, sino que forma parte del nuevo enfoque estratégico que se le ha dado al juego. De hecho el apuntado sigue presente y es muy preciso, ¡nunca antes había hecho tantos headshots en un juego! Por si esto fuera poco, tanto las armas de fuego como las explosivas que podemos lanzar (Granada Frag, Carga Pem, Granada Flash, Cámara Adhesiva y Mina remota) pueden mejorarse a partir de los puntos que ganamos con nuestras hazañas.

Olvidaros de las anteriores mecánicas consistentes en memorizar rutinas de soldados y actuar de forma meticulosa y lenta. También de aquellas maniobras imprevisibles y de la cierta impresición de las anteriores entregas, aquí todo se desarrolla de forma más automática pero no menos estratégica y emocionante. En este sentido, aquellas personas que se desesperaban con la lentitud de las anteriores entregas encontrarán un gran acierto el nuevo sistema.

La luz vuelve a tener un gran protagonismo y nuevamente será el mejor lugar donde ocultarnos y desde el que apuntar a nuestros enemigos. Estratégicamente nos interesará dejar las habitaciones a oscuras para poder actuar con mayor sigilo. Asimismo otra novedad en este sentido es la posibilidad de ver una especie de silueta donde se nos indica el último lugar en el que hemos sido avistados por el enemigo. Muy útil, sobre todo para alejarnos a toda pastilla de ella.

No nos olvidemos tampoco del espléndido sistema de coberturas con el que nos iremos ocultando y que nos permitirá movernos por el escenario como un auténtico depredador. Estas y otras variadas técnicas contextuales (surgen en momentos determinados y se accionan pulsando un botón) nos permiten protagonizar auténticas filigranas de precisión con las que iremos acabando con todo lo que se nos ponga por delante.

Aquí tenéis algunos ejemplos del funcionamiento del sistema Marca y Ejectura.

Lo mejor de todo es que tanto el “Marcar y Ejecutar” como el resto de tácticas, por ejemplo descolgarse de una tubería y atacar desde las alturas, pueden combinarse. El resultado es totalmente creativo, pero puestos a pedir quizás hubiera sido todavía más perfecto si el juego hubiese contado con un IA más trabajada para los enemigos. Realmente contamos con un arsenal de técnicas que hacen a los enemigos muy vulnerables hacia nosotros y sí que es cierto que estaría de más un punto más de la imprevisibilidad de las anteriores entregas.

"Pídelo con amabilidad y hablaré."

Estas son las palabras de uno de los personajes del juego antes de que el bueno de Sam le aplique la peculiar forma de interrogatorio que veremos en esta entrega y consistente en rodear el cuello de la víctima con sus poderosas manos y estampar al personaje en cuestión sobre cualquier elemento del escenario. Es la parte salvaje del juego, y es que si antes os hablaba de todo el componente letal, este tipo de acciones nos sitúan ante el Sam más sediento de venganza.

También en esta categoría, la más cinematográfica, podríamos situar algunas de las escenas especiales que nos iremos encontrando a medida que avanza la historia y que le dan variedad al juego. Se incluyen escenas en las que propiamente hemos de hacer de espías en el sentido más clásico del término, flash-backs y flash-forwards situados en escenarios complemente distintos que nos sirven para explicar hechos pasados o lo que nos espera. Y por encima de todo escenas muy peliculeras que tanto van desde persecuciones hasta intensas emboscadas en las realmente nos sentiremos dentro de una película como las citadas del señor Bourne.