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Splinter Cell: Conviction

Arma letal.

El apartado visual, aunque ha dejado de ser tan puntero como lo fue en las primeras entregas cumple a la perfección con su cometido. Cada escenario es diferente del anterior, está lleno de vida y además resultan muy creíbles. Por si esto fuera poco, Conviction destaca en su apartado visual por incluir las propias indicaciones de la misión literalmente proyectadas sobre los escenarios, un recurso original, muy útil y que sobre todo incide en la fluidez del juego que comentábamos más arriba.

La experiencia de superar la campaña principal tiene una duración media algo inferior a lo que estamos acostumbrados últimamente. Nos llevará alrededor de 7 horas y la verdad es que siendo un juego tan adictivo y directo nos ha parecido un poco corto. Suerte que Conviction no se limita a este modo campaña sino que tiene otros muchos modos con los que mantenernos ocupados.

No es la primera vez que la saga nos ofrece modalidades multijugador, ya desde la segunda entrega nos sorprendió con la inclusión con opciones de este tipo pero es en Conviction donde han terminado de explotar, dando como resultado una experiencia tan interesante como la del modo campaña. Disponemos por una lado de una Campaña Cooperativa que tanto podemos disfrutar a pantalla partida como online y que nos sitúan frente a una historia completamente nueva y que sirve como precuela de la que podemos jugar en el modo campaña.

Con un tono más parecido al de los Splinter Cell clásicos (sólo hay que ver la pinta de los dos protagonistas) la campaña cooperativa saca provecho de todos los elementos del modo historia. Su argumento no es tan profundo ni emocionante pero la diversión que nos ofrece está a la par. Precisamente si ya comentábamos lo letal que era Sam con sus nuevas habilidades imaginaros como serán dos espías. Es especialmente divertido coordinarse para marcar y ejecutar a muchos enemigos al mismo tiempo, separarse por caminos diferentes para cubrir diferentes objetivos en el mínimo tiempo, acudir en rescate de nuestro compañero herido, etc. Se trata de una gran modalidad que recupera el espíritu de aquellas partidas míticas a dos jugadores tan presentes en los juegos antiguos, ojalá otros juegos del estilo tomarán ejemplo en este sentido.

En este vídeo podéis ver usos creativos de los diferentes explosivos y gadgets que podemos llevar. ¡La imaginación al poder!

Por si todo esto fuera poco, también disponemos de una modalidad llamada Operaciones Secretas y tres modos multijugador de corte más clásico que todavía nos ofrecen sacar más provecho de las bondades de un sistema de control muy depurado y que está estupendamente calibrado. En el fondo estos modos no son más que una oportunidad de alargar la vida útil del juego reencajando sus piezas con un distinto nombre y sin tanta historia detrás, pero igualmente son una opción interesante.

Es por todo esto que hemos comentado que Conviction es uno de los mejores juegos de la saga, no solamente por todas las modalidades de juego que nos ofrece sino sobre todo por este giro que sus creadores le han dado a la hora de plantear la jugabilidad y el ritmo. La forma como se ha aplicado el control es sencillamente ejemplar. Ahora bien, la última aventura de Sam Fisher también acarrea algunos problemas como son una modo campaña que se queda algo corto, una IA de los enemigos que podría estar más trabajada y cierto desfase gráfico que con toda probabilidad es producto de su largo periodo de desarrollo. Es posible también que el cambio de planteamiento y el hecho de que todo sea tan “automático” no acaba de convencer a los jugadores más técnicos. En cualquier caso, son decisiones de diseño (que no errores) que no empañan el resultado final y que para nada entorpecen la gran diversión que este título atesora tanto en su campaña principal como en sus modalidades multijugador. Sam Fisher ha vuelto con discreción, pero lo ha hecho para quedarse y para convertirse en uno de los imprescindibles de Xbox 360.

8 / 10

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