Super Street Fighter IV

Keep it classy

Hay novedades en el modo desafío; desaparecen el modo survival y el time attack para haber 24 trials por personaje. Personalmente echo de menos el modo survival, pero a cambio tenemos un montón de combos más que practicar, la mayoría de ellos algo más factibles y, sobre todo, realistas que los de su precuela. Nos seguirán pidiendo combear cuatro jabs seguidos con precisión draconiana, pero en otras pruebas veremos que realmente nos enseñan los patrones básicos de cada personaje, a enlazar supers y ultras y en general aprenderemos, que es lo importante. Además, han agilizado mucho el hecho de pasar a la prueba siguiente, sin hacer falta salir al menú ni cargar un ápice.

Importante es el hecho que no hará falta pasarnos el juego múltiples veces para ir consiguiendo personajes; los tendremos todos desde el principio. Los colores y burlas los iremos ganando a medida que juguemos partidas, con los nuevos colores 11 y 12 que otorgarán al personaje efectos de tinta o lápiz como los que vimos en PC. Los trajes alternativos deberían estar disponibles desde un principio vía DLC, gratis si se pagó por la primera tanda, mientras que ésta también se liberará para cualquier consola con una partida de SFIV guardada.

Además de muchos de los nuevos personajes, otros elementos rescatados de anteriores entregas son las fases de bonus. Podremos recrearnos en la periferia parisina mientras destrozamos un coche, o hacer una visita a la destilería para ayudar al personal a acabar con el stock sobrante de barriles. Ojo, porque éstos últimos pueden derribarnos e incluso combearnos, mientras que el automóvil no reventará hasta recibir una buena somanta por ambos flancos. Destacar que, aparte de encontrarnos con las fases de bonus durante el modo arcade, una vez hechas podremos revivirlas cuando queramos en el modo desafío.

Se siguen echando en falta los escenarios específicos para cada personaje, aunque se han incluído cuatro nuevos, bastante trabajados todos ellos: una calle comercial coreana, un bazar hindú, un edificio en construcción (con Hugo Andore trabajando de paleta) y un eclipse solar en plena sabana africana, sin contar el laboratorio de S.I.N. que ahora está a medio destruir. A cambio, un detalle fantástico es poder elegir escuchar las bandas sonoras particulares de cada luchador durante los combates, opción desbloqueable tras establecer un título y un icono a nuestro perfil de jugador. La mayoría de las melodías son cojonudas.

Más cosas. Los fans de N*sync se entristecerán al saber que el experimento musical llamado Indestructible ha desaparecido por completo, eso sí, dejando como legado la tierna imagen del menú principal en que Ryu y Ken, presuntamente en mitad de un combate, olvidan las diferencias para fundirse en un apasionado beso, o casi.

Por último, y probablemente más importante, está el renovado modo online. Aquí debo hacer un auto y reseñar que no he podido probarlo personalmente así que no puedo juzgar la calidad del servicio, ni si se ha mejorado el sistema de búsqueda de partidas y el código de red en sí. Lo que sí estoy en condiciones de asegurar es que hay dos nuevos modos, pensados sobre todo para jugar junto a varios amigos, que aumentarán exponencialmente las cotas de diversión; el modo batalla interminable, o rey de la pista de toda la vida, en que los perdedores irán rotando y espectando combates hasta que les toque de nuevo, y el combate por grupos, un tipo de partida igualada (o sea, que cuenta para el ránking) en la que juntarse con varios amigos y pelear por equipos. Además, para junio está anunciado un DLC completamente GRATIS que incluirá el famoso modo torneo, con sus brackets y todo, para agrandar aún más la experiencia online. Por eso es importantísimo esperar a ver si se han mejorado las condiciones de juego y, sobre todo, de búsqueda de partidas, pues va a ser un aspecto clave.