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Primeras impresiones de The Flower Collectors

Hitchcock en Barcelona.

Creo que los videojuegos y Alfred Hitchcock deberían estar más unidos. Y esto no debería resultar sorprendente, porque Hitchcock es el epítome de director de cine comercial, al tener todas sus películas una buena y sólida recaudación. Sin embargo, también era un innovador. Cada una de sus obras parece un intento de explorar un problema estructural o formal distinto. ¿Plantear una película como si fuese un único plano secuencia? La Soga. ¿Matar al personaje principal al principio de la cinta? Psicosis (lo siento si es un spoiler, pero han pasado sesenta años de su estreno). Suma y sigue.

Pero lo que más me gusta de Hitchcock es que era un diseñador casi tanto como un director de cine. Y por supuesto, siendo Hollywood, me refiero a que trabajaba como diseñador junto a los guionistas, los operadores de cámaras, los actores y todo lo demás. Pero a lo que iba. Hitchcock. Videojuegos. Sí, por favor.

La buena noticia es que The Flower Collectors va a salir dentro de poco en Steam. Es un juego que viene a ser como La Ventana Indiscreta - ¿cómo demonios se lo montó Hitchcock para rodar un thriller cuya acción se desarrollaba prácticamente en una única habitación y con el héroe postrado en una silla de ruedas? - ambientada en la ciudad de Barcelona en el año 1977. Franco ha muerto y las primeras elecciones libres desde el final de la Guerra Civil están a punto de celebrarse. Jorge es un policía retirado que trata de desentrañar un misterio con la ayuda de un conocido, pero desde su apartamento y atrapado en una silla de ruedas.

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Es una premisa fantástica para un videojuego. Esta última semana pude probar una demo y en ella pasar una hora moviéndome por el estilizado pero sumamente detallado apartamento de Jorge, maravillándome con el suelo de parqué y luchando por no envidiar sus bonitos muebles de mitad del siglo pasado. Lo que jugué era el principio de la aventura, creo, antes de que se desarrolle el misterio, así que interactué con varias cosas antes de dibujar en una libreta un par de escenas que podía ver desde el balcón.

Aquí es donde las cosas empiezan a resultar inquietantes. El juego te ofrece un puñado de escenas que puedes encontrar y grabar, y eventualmente, mientras miraba a través de los prismáticos escogiendo objetivos, me di cuenta de que algunas de esas personas que buscaba no estaban por la calle, sentadas en la terraza de una cafetería, sino dentro de sus casas y visibles únicamente a través de la ventana. Combina esto con las cada vez más preocupantes observaciones de Jorge y The Flower Collectors da la sensación de ser algo tan emocionante como intrigante de jugar.

Qué dirección tomará a partir de ahí es algo que no puedo imaginar del todo, pero me muero de ganas de jugar más. Este es un videojuego, creo, sobre la línea que traza el límite entre la curiosidad y el voyerismo, uno empapado de detalles y con un especial sentido sobre el tiempo y el lugar. Y es también un juego sobre Hitchcock. Me sobra y me basta con eso.

Traducción por Josep Maria Sempere.

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