The Legend of Kage 2
O cómo vender un juego de NES como si fuese nuevo.
El problema de esta pseudo secuela es su nula ambición por evolucionar, lo que se traduce en una representación más o menos pulcra de lo que vimos (algunos) en NES. Escenarios de ambientación oriental estéticamente vacíos, con bosques de árboles enormes a los que subir con saltos aún más enormes, enemigos de respawn continuo que te obligan a no parar, una música cansina y un control áspero más adecuado a un heavy de los ochenta que a un jugador casual de 2008.
La estructura del título es de lo más arcade. Escenarios de scroll horizontal pasables en la mayoría de ocasiones con la revolucionaria técnica que inventaron los segueros para el Sonic de Master System: el “to’palante”. No es necesario romperse mucho la cabeza para llegar al final del nivel, tan sólo hay que avanzar matando enemigos de cara, obviando a los demás, hasta encontrar la salida. Si hay una pared la escalas hasta que puedas seguir avanzando y punto. Además las plataformas son un mero adorno porque no requieren saltos milimetrados ni deslumbrantes demostraciones de habilidad. Es más, nuestro ninja se controla como siempre, cruceta para moverse y los típicos botones de salto, ataque cuerpo a cuerpo, ataque a distancia y magia. Y como en todo buen arcade, al final de cada nivel te espera el correspondiente jefe (muy parecidos a los de NES). Éstos se salvan de la quema porque dan ese toque de reto que hace tanta falta para salir de la monotonía de los niveles, pero no son ni un atisbo de la genialidad de Order of Ecclesia.
Aunque parezca mentira Taito ha metido algunas novedades sustanciales, entre las que destacamos las técnicas de ninjutsu, creadas a partir de combinaciones de orbes que recogeremos por los escenarios. Con ellas se pueden hacer cosas tan molonas y tan de ninjas como invocar relámpagos o aumentar la resistencia al daño durante un tiempo, pero la lástima es que no hacen falta. Confieso que casi me lo he pasado sin darle al botón de “magia”, y tampoco es que sea el Ronaldinho de los beat’em up, ¿eh?. Más bien iba con el modo exterminador de plagas en ON: “Señora, apártese ha llegado el exterminador”, siempre quise decir eso. Ah, y también hay habilidades como saltar más alto o tirar más shurikens, pero estas van mejorando con el transcurso de las misiones sin necesidad de recoger nada. En general las novedades jugables aportan algo de frescura y animan a seguir con él.
Llegados a este punto, qué más se puede decir... De nuevo queda constatado que las mecánicas de juego que funcionaban hace unas décadas no tienen por qué seguir siendo válidas. Los gustos y las modas evolucionan al mismo tiempo que lo hace el público, y parece que las compañías siguen encerradas en sí mismas empeñándose en rentabilizar sus licencias. Pero una cosa es lanzar un remake mas o menos actualizado, con novedades sustanciales que justifiquen la compra, y otra es adecentar un poco el juego y hacerlo pasar como novedad. Legend of Kage 2 entra dentro de este caso, pero tiene la suerte de ser un lanzamiento que nadie esperaba, lo que le facilita pasar desapercibido. Con una buena dosis de ambición probablemente habrían logrado algo realmente bueno (¿cooperativo Wi-Fi tal vez?), pero no ha sido así. Hace unos años The Legend of Kage 2 sería un buen juego para Game Boy Advance, pero con media Next Gen a las espaldas Taito necesita muchos más méritos para destacar.