Trauma
Psico-análisis.
La actriz que dobla a la protagonista le aporta tanta intensidad a los monólogos internos que por momentos se vuelve ridículo y sobreactuado. Todas las frases se entonan de una forma tan trágica que no hay manera de distinguir las que son simple paja de las que son de cierto interés para comprender su forma de ser. Tras un tiempo puede llegar a ser molesto y repercute negativamente en el desarrollo de la partida.
La interpretación no hace sino acentuar la falta de una sutileza que le hubiese venido realmente bien al juego. Muchas líneas de diálogo son reiterativas, dejando poco espacio a que el jugador interprete por sí mismo el significado de las mismas. Siguen estando por encima del nivel de un videojuego estándar, pero no es agradable ver cómo un proyecto que ofrecía tantas posibilidades es desaprovechado.
Los escenarios, como comentábamos al principio, están realizados a partir de fotografías. Investigar todos sus rincones, ya sea en busca de las fotos o por gusto, es una experiencia realmente placentera. No todos los sitios tienen elementos con los que interactuar, pero ninguno sobra: juntos conforman entornos de una gran belleza que merecen que el jugador se pare a observarlos. Del mismo modo, la banda sonora crea un clima algo incómodo, pero sobre todo enigmático, que nos incita a continuar la búsqueda de secretos.
En apenas una tarde es fácil pasarse el juego al 100% (todos los finales y fotografías) sin excesiva dificultad. Al conseguir los finales desbloqueamos una especie de sensor de fotografías que hace la tarea incluso más fácil. Lo cierto es que el juego invita a ser paseado tranquilamente, pero una vez completado ya nos conoceremos los escenarios de memoria y no hay tanto de donde rascar en la mente de la protagonista.
Actualmente existen dos métodos de jugarlo: comprarlo desde la propia web o Steam (5 €) o jugarlo gratis en una versión de navegador, si bien esta última opción tiene unos tiempos de carga terriblemente largos y depende de que los servidores estén disponibles. La versión de la web del autor es DRM-Free.
Trauma es una experiencia que, según su descripción, pretende llegar a un público maduro y culto. Un público que paradójicamente encontraría una obra carente de sutilezas, a la que le hace falta algo más de elaboración. Su éxito en el apartado audiovisual no se ve correspondido con una narrativa a la altura de lo esperado. Si bien hemos visto multitud de propuestas similares jugablemente, el proyecto de Krystian Majewski merece crédito por intentar algo diferente en el aspecto narrativo, muy cercano a los No-Juegos.