Wii Sports Resort
Ciudad de vacaciones.
Los amantes del boxeo y el béisbol, si realmente lo son, seguramente no lamentarán en exceso que ambos deportes no se hayan mantenido en esta segunda entrega. Como compensación, Wii Sports Resort nos trae una decena de deportes nuevos: baloncesto, frisbee, motos acuáticas y wakeboard, vuelo (también paracaidismo), piragüismo, ciclismo, tiro con arco, manejo de espadas y, sustituyendo al anti-intuitivo tenis del juego original, podremos encontrar una mucho más fiel y divertida recreación del tenis de mesa.
Cierto es que hay deportes más logrados que otros; destacan especialmente –además del golf y de los bolos mencionados más arriba, excelentemente conseguidos– el tiro con arco, la espada, el piragüismo y el frisbee. Los cuatro resultan divertidos, convincentes y gratificantes, con mecánicas intuitivas, realistas y con un planteamiento lúdico muy claro. En el manejo de la espada, por ejemplo, además del modo duelo en el que nos enfrentaremos a un rival dentro de un ring, podremos probar nuestra rapidez y habilidad con el modo corte –un juez nos lanzará objetos que habremos de cortar en la dirección que nos marquen unas flechas, siendo más rápidos en la tarea que nuestro oponente– o enfrentándonos a oleadas de contrincantes en un divertido uno contra todos. Algo parecido sucede con el tiro con arco: además del tradicional reto de disparar a la diana a cada vez mayor distancia y con factores desequilibrantes como el viento podremos añadir tableros que nos impidan la visión o condiciones físicas adversas como la lava de un volcán o los blancos en movimiento.
Tanto el wakeboard como las motos acuáticas resultan menos activos y menos inmersivos y, por este motivo, les cuesta más mantener el interés prolongado del jugador. El ciclismo es seguramente la menos acertada de las adiciones de este Wii Sports Resort que incluye también la posibilidad de adentrarnos en el mundo de los deportes aéreos de la mano del vuelo de reconocimiento, la caída libre y el vuelo de combate. Esta sección de juegos más parece una muestra de esquemas de control para juegos futuros que una propuesta deportiva. La respuesta de la aeronave al control es realmente buena: se trata de sostener el WiiMote como si fuese un avión de juguete y, simplemente, moverlo como si estuviese volando: algo fácil y eficiente que todos hemos hecho en innumerables ocasiones cuando imaginábamos que nuestros aviones en miniatura o nuestros superhéroes de plástico o nuestros pequeños ponys (que de todo hay en esta vida) podían surcar los cielos. Esperemos que futuros juegos sepan aprovechar estas recetas que Wii Sports Resort ha dejado apuntadas (no podemos dejar de imaginar con delicia un PilotWiings basado en este control).
Wii Sports Resort consigue que nos olvidemos por unos instantes de los mandos, de las pantallas y de la realidad y nos hace jugar como niños, en el mejor sentido de la expresión; nos hace sentir que esa flecha que da en el blanco la hemos lanzado nosotros, que hemos sido nosotros quienes hemos derribado los diez bolos en un semipleno magistral o que hemos conseguido el ángulo perfecto para que nuestro perro atrape el frisbee. Wii Sports Resort consigue, en resumen, lo que todos esperábamos de un título como él y permite a los propietarios de Wii alardear y presumir de poder jugar y divertirse de una manera completamente distinta a la que puede ofrecer –al menos de momento– su competencia.