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¿A dónde van los videojuegos digitales al morir?

Explorando el cementerio digital.

Un videojuego digital basado en una licencia está condenado a la muerte desde su propio nacimiento. En algún momento, dentro de unos meses o años, ese acuerdo de licencia expirará, y entonces la editora ya no podrá seguir vendiendo el juego. Se eliminará de las tiendas digitales - en ocasiones con poco o ningún aviso previo - y es poco probable que reaparezca más adelante, a no ser que la editora se muestre dispuesta a negociar esos acuerdos de licencia otra vez.

El pasado mes de diciembre varios juegos de la franquicia Transformers fueron eliminados de repente de Steam y la PlayStation Network (y, poco después, del bazar Xbox Live) sin ningún aviso previo por parte de su editora, la norteamericana Activision. Entre ellos estaba Transformers: Devastation, un juego de acción desarrollado por PlatinumGames que se había publicado apenas un par de años antes. Los títulos de Activision basados en las Tortugas Ninja o en personajes de la popular editorial Marvel sufrieron anteriormente un destino parecido.

Los jugadores que habían comprado y descargado antes esos juegos pueden volver a descargarlos. Pero esta excepción puede no ser aplicable para siempre. El hecho de fondo es que, en realidad, no posees los juegos que descargas. Los términos de servicio de la PSN declaran de forma explícita que "cuando compras un producto aceptas que estás adquiriendo una licencia para usar ese producto y que no eres propietario de ese producto". Microsoft y Nintendo tienen cláusulas parecidas. Al comprar un juego digital simplemente estás comprando una licencia para jugarlo, y el fabricante tiene la potestad para revocar esa licencia en cualquier momento. Si, por ejemplo, Sony decide en el futuro eliminar todos los juegos de PlayStation 3 de la PSN, podrían hacerlo perfectamente. No estoy diciendo que vayan a hacer eso - pueden tener los servidores abiertos hasta el fin de los tiempos, si quieren - pero legalmente no hay nada que impida que lo puedan hacer.

Por suerte para los fans de Transformers y de PlatinumGames, Devastation se publicó en formato físico aparte de digital, con lo cual sigue siendo posible comprarlo de segunda mano. Pero hay muchos juegos licenciados disponibles únicamente en formato descargable que han desaparecido en una bruma de humo digital. Uno de los casos más conocidos es el de OutRun Online Arcade, una buena conversión desarrollada por Sumo Digital del clásico OutRun 2 de Sega, la cual fue retirada en 2011, dos años después de su lanzamiento, cuando expiró el trato de la editora con Ferrari. Otros ejemplos son Scott Pilgrim vs. The World: The Game, GTI Club+: Rally Côte d'Azur (otra conversión de Sumo de un excelente arcade de carreras) o The Simpsons Arcade Game, eliminados cuando expiraron sus respectivas licencias. Y luego están las versiones free-to-play de franquicias populares, como SoulCalibur: Lost Swords o Tekken Revolution, perdidas en el limbo digital. En total, docenas de juegos digitales para consola ya han desaparecido para siempre.

Los teléfonos con Flappy Bird instalado aumentaron notablemente su valor de venta cuando el juego fue retirado de la App Store.

He hablado del hipotético ejemplo de que Sony eliminase todos los títulos digitales de PlayStation 3, borrando de una tacada toda una generación de juegos. Pero Nintendo está haciendo exactamente eso ahora mismo, tras anunciar el cierre del servicio WiiWare. Esta fue la primera iniciativa de la compañía japonesa en el mercado de los juegos digitales en la época de Wii, y cerrará el día 31 de enero de 2019. La posibilidad de comprar puntos para la Wii Shop - la única forma de comprar juegos en el servicio - terminó mucho antes, el pasado 26 de marzo de 2018. A no ser que tuvieses suficientes fondos añadidos antes de esa fecha, ya no podrás comprar nada nuevo en el servicio.

La calidad de los juegos de WiiWare es bastante variable, pero sigue habiendo títulos importantes que ya no se podrán conseguir cuando el servicio cierre el año que viene. La serie Rebirth de Konami - Gradius Rebirth, Contra Rebirth y Castlevania Rebirth - desaparecerá, y estas revisiones de títulos clásicos se perderán con la muerte de WiiWare. Otros títulos retro interesantes, como Blaster Master Overdrive o Excitebike World Rally, también desaparecerán. Y luego están docenas de títulos originales que son exclusivos de este servicio, como la saga Art Style de los creadores de Chibi-Robo, el Bonsai Barber del diseñador de GoldenEye o Tomena Sanner, un extraño runner de Konami. Todos se perderán pronto.

El LostWinds de Frontier Developments, los creadores de Elite Dangerous, fue seguramente el título más conocido de WiiWare, habiendo sido incluso portada en la revista Edge. Diseñado desde cero para aprovechar las características del sistema de control de Wii, el juego tuvo suficiente éxito como para generar una secuela, pero dentro de un año ya no se podrá conseguir para el sistema para el que fue diseñado.

Juegos de NES con tiradas muy limitadas, como Stadium Events o Bonk's Adventure, se venden ahora por cientos o miles de dólares. Quizás en un futuro alguien con suficiente vista como para descargar todos estos títulos digitales de WiiWare se encuentre con que su Wii vale una fortuna para los coleccionistas, con títulos como el Doc Louis' Punch-Out exclusivo del Club Nintendo para WiiWare siendo el Stadium Events del futuro. De hecho, algo similar ya ha ocurrido en el sector de los móviles.

Un intento para recrear el World of Warcraft clásico perderá seguro el contexto de la época en el que fue creado.

En 2014 Flappy Bird se convirtió en un fenómeno a nivel mundial, arrasando en las listas de descargas de los servicios de descarga para móviles. Pero de pronto su creador, Dong Nguyen, retiró el juego, argumentando que se sentía culpable por su adictiva naturaleza. De la noche a la mañana, los móviles con el juego instalado empezaron a venderse por diez mil dólares o más, e incluso a día de hoy, cuando la fiebre por Flappy Bird ya ha pasado, puedes seguir encontrando por hasta dos mil dólares en Amazon teléfonos con el juego instalado.

Aunque Flappy Bird es quizás el caso más conocido, los juegos se eliminan de las tiendas de iPhone y Android con una alarmante regularidad, y muchos títulos se vuelven injugables con las últimas versiones del sistema operativo. En términos de preservación de los videojuegos para futuras generaciones la pregunta no es solo el acceso a los propios juegos, sino también el problema de que el propio juego puede cambiar.

"Piensa en juegos como Angry Birds o Minecraft, por ejemplo", explica James Newman, del National Videogame Arcade (NVA) de Nottingham. "La ecología de actualizar y añadir contenido a los juegos tras su lanzamiento significa que los juegos pueden evolucionar, a menudo de forma dramática, a lo largo de su ciclo de vida. A los juegos se les añaden nuevas características, mientras otras antiguas o bugs son eliminados, con lo cual son casi juegos diferentes comparados con la versión de lanzamiento. Lo que implica la distribución digital no es solo el acceso, sino cómo cambia nuestra idea de lo que es un juego a nivel canónico. Al desafiar nuestra definición de lo que constituye un juego, empezamos a preguntarnos qué es Minecraft. Dada la cantidad de cambios que ha tenido el juego a lo largo del tiempo y a cómo estos cambios han afectado a la forma de jugarlo, quizás una pregunta mejor a día de hoy es cuándo es Minecraft".

En lo que respecta a salvaguardar los juegos digitales para futuras generaciones, "realmente estamos empezando a entender la escala del problema", dice James. Nos explica que hay varios grupos trabajando en soluciones técnicas, como la emulación o incluso el diseño de arquitecturas de servidor para reconstruir viejos juegos, como ha hecho el Nexon Computer Museum de Corea del Sur para el MMO Kingdom of Winds.

Contra Rebirth dejará de estar disponible cuando cierre WiiWare.

Pero considerando que los juegos digitales cambian tanto con el paso del tiempo, añadiendo contenido, retoques y eliminando cosas, quizás es imposible preservarlos de forma correcta. Al fin y al cabo, ¿qué versión del juego preservas? Quizás es mejor pensar en la historia del videojuego de forma similar a la propia historia, como una secuencia de documentos, interpretaciones y recuerdos que capturen momentos en el tiempo, todo en el contexto de su día. James va incluso más allá, preguntándose si poder jugar a un juego viejo es el aspecto más vital de la preservación.

"Escribí un libro sobre preservación de juegos en el que preguntaba si jugarlos a largo plazo era el objetivo inevitable. Esto puede sonar contradictorio con lo que es un juego, porque después de todo la característica que los define es que son jugables. Y teniendo eso en cuenta, es difícil no pensar que dar a la gente la oportunidad de jugar a un videojuego en el futuro puede ser el objetivo final de la preservación. Pero otra forma de pensar sobre ello es considerar que sentido puede tener ese juego en el futuro solo al jugarlo. A cierto nivel es elimina al juego de su contexto social, cultural, político o de las expectativas de la época. Por ejemplo, jugar a Monty Mole fuera del contexto de la huelga de mineros en Inglaterra en los ochenta da al juego un sentido diferente".

"Es importante pensar en el viaje que realizan los juegos y como cambia su significado con el paso del tiempo. Necesitamos recoger un montón de material contextual y documentación para ver como cambia su interpretación. Cosas como los proyectos de historia oral, en lo que se recogen los recuerdos de diseñadores, jugadores, periodistas y demás son cruciales en este aspecto, como también lo es recopilar análisis, guías, trucos y otros".

"Piensa en un juego multijugador online como World of Warcraft. Hay proyectos maravillosos intentando crear algo que se acerque a la versión 'vanilla' que ya no está disponible, pero buena parte de lo que hace interesante a WoW ya ha ocurrido, porque son las conversaciones, las interacciones, los virus... Reconstruir el juego, aunque sea de forma fiel, no necesariamente nos ayuda a apreciar esas cualidades y su significado. Para eso los posts en blogs, artículos, páginas web y capturas en vídeo de gameplay son tremendamente útiles".

James insiste en que el trabajo de la NVA para documentar la forma en que se juega a los videojuegos es complementaria en vez de una alternativa a la emulación y la preservación de versiones jugables de títulos antiguos. Pero a medida que nos acercamos al dominio de la distribución digital, en la que el acceso a un juego puede eliminarse simplemente apretando un botón, lo más cerca que están las futuras generaciones de jugar a un título digital actual puede ser simplemente ver un vídeo o leer cómo era jugarlo en su momento.


Traducción por Josep Maria Sempere.

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