AC/DC Live: Rock Band
Concierto cancelado.
Dicen los afortunados que han visto a AC/DC en directo que más que definirlo como un concierto deberíamos hablar de una fiesta. Sólo hay que ver la rapidez con la que se agotan las entradas para sus actuaciones para entenderlo. Partiendo de este hecho, el que posiblemente sea el grupo más popular dentro del denominado Hard Rock se merecía un juego a su altura y lamentablemente este Rock Band personalizado no le hace justicia.
AC/DC Live Rock Band no es más que un pack de canciones como los que podemos descargar desde la Tienda del juego de Harmonix, pero con la diferencia de que en este caso se nos presenta tostado en un DVD y metido dentro de una caja. En apariencia es como un juego pero en el fondo no es más que un DLC camuflado y sin rastro del "DL". No aporta nada más de lo que nos podemos encontrar en las canciones que nos bajamos a través de los servicios de descarga. De acuerdo, es más grande (en número de canciones) que un simple pack de 3 temas o que la mayoría de los discos enteros que podemos descargar en Rock Band, pero aquí acaba la cosa.
Básicamente lo que nos ofrece esta especie de expansión son los 18 temas que los rockeros de Sydney seleccionaron para el mítico concierto que la banda ofreció en el Donington Park de Leicestershire (Inglaterra) en agosto de 1991. Que se note que un servidor –prácticamente neófito en la cuestión– se ha documentado. Este show de dos horas de duración, además de regalarnos con todos los decibelios de TNT sonoro que caracterizan los directos del grupo, incluía nada más y nada menos que cañones. Sí, habéis leído bien: cañones. También ponía sobre el escenario hinchables de Rosie y Angus y, seguramente, hasta las mismas campanas que suenan en Hells Bells habían sido importadas del mismísimo Infierno expresamente para la ocasión. Y qué decir de Angus, de sus pasos del pato, de sus proposiciones más que indecentes hacia los altavoces y de esas descargas de adrenalina en forma de botes en pantaloncitos de escolar. Cómo diría Jake LaMotta: "Esto es espectáculo". Y tristemente, lo que nos ofrece este AC/DC Rock Band se encuentra a muchas millas de serlo. Nada, un poquito de fuego (que ya está en Rock Band 2) y poca cosa más.
No dudamos de que lo que nos ofrece este título a nivel sonoro es una incontestable lección de rock de más de 99 minutos, pero Eurogamer no es una revista de crítica musical y para analizar este producto hay que valorar todos los elementos del conjunto. Cuando analizamos Guitar Hero: Aerosmith, el primero de los títulos de esta nueva ola de juegos musicales basados en bandas concretas, nos encontramos con un juego que además de ofrecer las canciones iba un paso más allá. Las replicas virtuales de cada uno de los miembros de la banda, la recreación de los mismos escenarios, todo tipo de guiños hacia la banda, la cronología de sus actuaciones, extras y contenidos adicionales, etc. Todo ello ayudaba a que el título basado en Aerosmith se percibiera –más allá de si nos gustaba o no el resultado final– como un producto tratado con el mimo necesario como para justificar un desembolso en él.
La imaginería que rodea a AC/DC daba para mucho más. Cuando te compras un juego con semejante portada lo que estás pensado es que cuando llegues a casa, aunque sea una ilusión de corta duración, llegarás a sentir que eres un miembro de la banda y que lo vivirás. Y lo piensas, porque efectivamente Rock Band lo consigue, te hace sentirlo. Desgraciadamente, los personajes que ves en pantalla cuando lo juegas son seleccionados de forma aleatoria por la máquina, y el resultado de esta elección es la mayoría de veces descorazonador para hacerte sentir ese “que”. Además, no se incluye tan siquiera un editor de personajes para intentar solventarlo..
Podemos entender que ciertas opciones estén capadas por el hecho de que se trate de un producto de precio inferior (29,99 EUR), pero realmente es incomprensible la ausencia de una especie de modo Gira o, sobre todo, de opciones online. Por el contrario, sí que podemos tocar todas las canciones en orden, simulando que estamos dando el mítico concierto, pero –y esto sumamente curioso– quien iba a decirles a los AC/DC hace 20 años lo que era una curva de dificultad. Así, si decidimos optar por dar el concierto ya podéis estar preparados porque para empezar tendréis Thunderstruck, un brutal comienzo en todos los sentidos, y también en lo que se refiere a dificultad. Olvidaros de una curva de dificultad.
Se agradece, eso sí, que todas las canciones estén disponibles des del primer momento en que insertamos el disco en la consola; y también es digna de elogio la posibilidad de guardarlas todas en el disco duro para poder tocarlas desde Rock Band 2, algo que nos será muy cómodo si es que somos unos adictos de este excelente título.
Aún con todo esto AC/DC Live Rock Band gustará mínimamente a los seguidores de la banda (si juegan con una venda en los ojos, claro) y a los rockeros en general. Sin embargo, es una pena pensar en todo lo que podría haber sido este juego y que finalmente se ha quedado en poco más que un pack de canciones sin ningún tipo de envoltorio ni nada del espíritu de la banda. Sinceramente, desde Eurogamer os recomendamos que en lugar de invertir en este juego os guardéis el dinero para intentar comprar unas entradas para el próximo concierto de AC/DC en Madrid y Barcelona del mes de junio, que se pondrán a la venta este mismo domingo.