Ace Combat: Assault Horizon
Top Gun.
Con Assault Horizon, la nueva entrega de la prolífica saga Ace Combat, el Team Aces parece haberse marcado un objetivo muy claro: evitar que siga siendo una franquicia de nicho para acercarla a un público mucho más amplio. Lo notarás nada más empezar, con una historia más occidental y la narrativa propia de una película dirigida por Tony Scott: los personajes siguen el típico estereotipo Hollywoodiense, el argumento te coloca en medio de un tenso conflicto global con tintes de tercera guerra mundial e incluso hay un misterioso malo muy malo que ejerce el papel de antagonista, al que apodan 'Tiburón'. Sí, lo habéis adivinado: es ruso.
El tratamiento visual también se ha adaptado a este nuevo enfoque de forma muy acertada. Abundan los colores desaturados, la imagen tiene un aspecto sucio para hacerla más realista y la cámara imita al cine de acción actual, con ese temblor y movimientos ultrarrápidos que ya hemos visto en secuencias como el derribo del F18 en Tras la Línea Enemiga. Los Ace Combat siempre han sido atractivos gráficamente, pero es justo reconocer que Assault Horizon va un paso más allá para acercarse al frenesí visual propio de películas como Águila de Acero, El Vuelo del Intruder o, por supuesto, Top Gun.
Otro punto de inflexión importante es que por primera vez la campaña se desarrolla en localizaciones reales. Podremos sobrevolar ciudades como Dubai, Moscú o Miami, entre otras, y resulta incluso fácil reconocer algunos de sus lugares más emblemáticos. Hasta ahora no habían querido hacerlo por reparo a destruirlas (quizás la memoria del 11-S estaba muy presente en la mente de los componentes del Team Aces), pero en Assault Horizon si algo debe saltar por los aires, lo hará. Y creedme, es bastante espectacular cuando eso ocurre.
En cualquier caso el mayor cambio está en la faceta puramente jugable. El juego sigue siendo puramente arcade con un muy ligero (casi inexistente, de hecho) componente de simulación, aunque ahora se acerca todavía más a la acción pura y dura propia de un FPS.
En este sentido cobra vital importancia la inclusión del sistema CRA (Close Range Attack): cuando tienes a tu alcance un caza enemigo puedes pulsar rápidamente los dos bumpers para entrar en una espectacular y frenética cámara de persecución, colocándote en su cola para derribarlo con mayor facilidad, ya sea con misiles o con la ametralladora.
Con el CRA los combates son más dinámicos y cinemáticos (perseguir un MIG a ras de suelo entre los edificios de una fábrica, mientras las chimeneas caen a tu alrededor, es realmente emocionante), pero también supone un arma de doble filo: hace que las dogfights sean mucho más fáciles y se permite su abuso, porque no tiene ninguna limitación. Por suerte su uso es totalmente opcional (excepto en alguna ocasión aislada), así que si prefieres el combate lejano de toda la vida también puedes optar por él.