Afro Samurai

Afortunadamente no necesitaremos dedicarle muchas horas para convertirnos en unos expertos espadachines, es más, en apenas unos pocos minutos ya estaremos arrasando a nuestros enemigos como si fuéramos la Mamba Negra contra los 88 Maníacos. Disponemos de los típicos botones de este tipo de juegos, es decir, uno para los golpes rápidos pero débiles, otro para espadazos fuertes pero lentos, y también un botón para dar patadas que nos ayuden a quitarnos de encima a los enemigos. A esto hay que sumarle el gatillo derecho que nos sirve para bloquear los ataques enemigos y para dejarlos un poco aturdidos. Y finalmente la más importante de nuestras habilidades: el poder de concentración.

Apretando los gatillos izquierdos (L1 y L2 en el caso de PS3) activamos una especie de estado de trance para nuestro motherfucker samurái con el que la pantalla se tiñe de blanco y negro, como previendo lo peor. Y efectivamente, pasa lo peor. Es en este momento cuando podemos desencadenar nuestros ataques más letales. Primero tenemos la versión leve que nos permite cortar a un enemigo eligiendo la dirección del tajo con el stick derecho, esta sería la parte más técnica. La auténtica carnicería viene con el Focus Attack potente (o concentración suma, como prefiráis) que nos permite mantener durante más tiempo este estado de berserker. Es en este momento cuando ya nada importa y el cuerpo nos pide a gritos que demos rienda suelta a nuestros dedos asesinos, ya que debemos pulsar botones como locos para arrasar con toda forma de vida que pase por el lugar. Eso sí, antes de poder hacer estos ataques necesitamos encadenar varios golpes con estilo, y no será hasta que el colgante de nuestra katana brille cuando sepamos que podemos activar estos poderes especiales.

Aunque este sistema de lucha pinta bien sobre el papel no podemos decir lo mismo una vez aplicado directamente sobre el juego. Disponemos de 120 combos desbloqueables al estilo Ninja Gaiden o Devil May Cry pero en ningún momento llegan a responder con la misma efectividad que en estos dos títulos. El motivo de este desajuste es la propia dinámica del juego. Y es que Afro Samurai es un juego muy repetitivo basado nada más que en ir avanzando mientras acabamos con todos los enemigos que se cruzan en nuestro camino. Lo malo es que esta monotonía estructural también se reproduce en la forma en que somos asaltados constamente. Casi siempre nos encontraremos ante la misma situación: un numeroso grupo de varios malotes que son todos iguales, que nos atacan todos a la vez y que siempre lo hacen de la misma manera. Una vez que descubrimos que usando los ataques básicos les haremos casi tanto daño como con los más enrevesados no nos preocupará mucho si ejecutamos tal o cual combo, porque el veneno machacabotones ya habrá llegado hasta nuestras uniones sinápticas, o sea, hasta al ''cerebolo'' amigos.

En definitiva, que sí, que vamos aprendiendo nuevos combos a medida que avanzamos y muchos de ellos son muy chulos, pero por alguna extraña razón en este juego da mucho palo pulsar SELECT para memorizarlos. Podemos pasarnos las 8 horas que dura el único modo Historia del juego sin habernos molestado por aprender ni un solo combo.

Seguramente os habréis fijado en que todavía no he explicado nada sobre la historia, no ha sido uno de mis frecuentes descuidos, ha sido algo premeditado. Lo he hecho a propósito por un motivo: si no eres fan de la serie el juego no se entiende. Este es el otro gran fallo de este título, que hace que las escenas cinemáticas, aún siendo molonas y con unos diálogos propios de este tipo de pelis, no se entiendan mucho. El montaje de la historia no es que esté desordenado y tengamos que descifrarlo, para nada, directamente está mal explicada. Sorprenden además algunos cortes extraño, pues los tiempos de carga siempre se comen las escenas aunque no hayan acabado, y es algo que hemos comprobado que no pase con otros juegos iguales, y sí, pasa y es incomprensible. Mira que era fácil dejar las cosas un poco claras. Para aquellos que no conozcan el argumento Afro Samurai no es más que una historia de venganza donde nuestro protagonista debe buscar al asesino de su padre.