Alan Wake: El Escritor
Cerrando el libro.
Es una pena que las ventas no hayan acompañado a Alan Wake, porque sin duda nos encontramos ante uno de esos títulos que piden a gritos una segunda parte. No es únicamente porque habían ciertos aspectos en el juego original que merecían una pequeña revisión, sino porque el atractivo argumento parecía estar pensado para expandirse en varios títulos. Una vez jugados los dos DLCs (el tercero ha sido aparentemente cancelado) publicados por Remedy en los últimos meses esa sensación no hace sino manifestarse con más fuerza: si no hay segunda parte la historia creada por Sam Lake corre el riesgo de quedarse coja.
Con El Escritor se da respuesta a algunos de los interrogantes que ha planteado Alan Wake durante su "primera temporada" y asistimos al regreso de algunos de los personajes clave de la aventura, aunque al igual que ocurría con el juego original el final polarizará a los usuarios entre los que lo encontrarán satisfactorio y los que lo considerarán insuficiente. Lo que es indudable es que es tremendamente corto: nos lo podemos pasar de una sentada en poco más de una hora, y si nos entretenemos en descubrir todos sus secretos la duración oscila entre unas insuficientes dos y tres horas.
Este segundo DLC recupera y basa en buena medida su jugabilidad en la mecánica que pudimos ver en el último tramo de la aventura principal y en La Señal: usar la linterna para iluminar palabras en el escenario y hacer que así se materialice el objeto que representan. En esta ocasión, y pese a que la ambientación es mucho más oscura y abstracta, los puzzles no son tan imaginativos como lo eran entonces. También vuelve a haber coleccionables esparcidos a lo largo de la aventura (en esta ocasión copias del videojuego basado en la serie Night Springs), aunque la verdad es que más allá del correspondiente logro no hay ningún aliciente por buscarlos todos.
Pero quizás el aspecto más negativo a nivel jugable del nuevo DLC es que los diseñadores han cometido el error dar mucha importancia a algunas secciones de plataformas. Los que ya hayáis jugado al original ya veréis a dónde quiero ir a parar: el salto de Alan siempre ha sido el punto flojo de su esquema de control, y cuando llegan estos momentos es inevitable morir más veces de las necesarias por culpa de la falta de precisión.
Con El Escritor Remedy cierra, por ahora, el libro que narra las aventuras de Alan Wake. Para los fans su descarga es imprescindible, puesto que querrán conocer cómo termina la historia (o al menos parte de ella), pero a nivel jugable no aporta absolutamente nada nuevo y hay que tener en cuenta que su precio es francamente elevado para el poco tiempo que dura el episodio.
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