Aliens vs. Predator
Gane quien gane nosotros perdemos.
¿De quién fue la idea de mezclar a dos de las criaturas más icónicas del cine de terror y ciencia-ficción moderno? De Stan Winston, quien sino. El gran genio de los efectos especiales (no sólo creó a la reina Alien o al Depredador, sino también el Terminator, los dinosaurios de Jurassic Park o las diferentes mutaciones del alienígena de La Cosa) sugirió durante el rodaje de Depredador 2 la famosa aparición del cráneo de Alien en la nave de la criatura. Y así, lo que a priori no era más que un pequeño guiño para dar algo más de empaque al trasfondo de un cazador espacial, terminó derivando en el que probablemente sea el crossover más famoso de la historia.
Aparte de numerosos cómics, novelas y un par películas (bastante olvidables, todo sea dicho de paso), los videojuegos no han sido ajenos al enfrentamiento entre estas dos razas extraterrestres, la mayoría de veces con humanos de por medio ejerciendo de carnaza. Ha habido de todo un poco, desde títulos muy recomendables, como la recreativa de Capcom, a otros mediocres, como los creados por Activision para GameBoy y SNES. Pero sin duda quien mejor entendió el material original y quien obtuvo mejores resultados fue Rebellion, primero con un juego para Atari Jaguar y después con otro Aliens vs Predator para PC.
Es este mismo estudio británico el escogido por SEGA para hacerse cargo de la nueva entrega de la franquicia (o más bien reboot, según se mire). Pero el resultado obtenido, por desgracia, en esta ocasión no está a la altura de las expectativas. Lo que en el año 1999 podía considerarse innovador y conformaba un excelente FPS, hoy en día ya se ha visto en cientos de juegos y resulta tan reiterativo como prescindible. Aliens vs Predator es un juego anclado en el pasado, y no en su vertiente más positiva. Es divertido, sí, pero uno no puede evitar pensar que hacer hecho algo muchísimo mejor con una licencia tan jugosa.
Los problemas, en todo caso, no son perceptibles durante los primeros instantes de juego. Al principio AvP resulta tremendamente atractivo, en buena parte debido a la excelente ambientación creada por Rebellion. La sensación de tensión y claustrofobia está francamente bien lograda, y pese a que puede argumentarse que los sustos suelen limitarse al uso (y abuso) de secuencias scriptadas, lo cierto es que éstas funcionan a la perfección. El miedo es especialmente palpable cuando jugamos en el papel del marine humano, gracias a los omnipresentes pitidos del sensor de movimiento (que ya vimos en Aliens, de James Cameron); es interesante que su uso no se limite únicamente a ser una extensión del HUD para marcar la posición de los enemigos y los objetivos, sino que también tenga una importancia capital en la inmersión de la experiencia jugable.
La ambientación, además, se apoya en un notable apartado técnico. No es un juego especialmente puntero, pero sí que hace un inteligente uso de los puntos fuertes del motor gráfico, destacando la excelente aplicación de los juegos de luces y sombras, los efectos de iluminación, y algunas texturas muy conseguidas (como las que adornan la colmena alien). Otros aspectos, en cambio, raspan el simple aprobado, siendo lo más criticable ciertas animaciones que resultan bastante toscas o algunos modelados con una baja carga poligonal y poco detalle.
En lo que no pueden ponerse objeciones es en el apartado sonoro. Aliens vs Predator es uno de esos juegos que merecen ser disfrutados con un buen equipo surround 5.1. La direccionalidad de los efectos es espectacular, los sonidos ambientales crean una atmósfera perfecta y las armas y criaturas suenan exactamente igual a como lo hacían en las películas. El acompañamiento musical también raya un buen nivel, utilizándose la banda sonora tanto en acertados guiños (como pequeños cortes tribales de tambor en el caso del depredador) como en efectos estridentes para enfatizar una situación particularmente tensa.