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Análisis de All Zombies Must Die!

Otro que muerde el polvo.

Mientras escribo esta reseña, en mi lista de iTunes suena un premonitorio 'Another One Bites the Dust' de Queen. ¿Casualidad? ¿Coincidencia? ¿Entelequias de la mente? ¡Bienvenidos a la nave del misterio, amigos!

Tonterías aparte, el caso es que All Zombies Must Die!, pseudo-secuela de Burn Zombie Burn! (aquel título disponible en PS3, PC y Mac con muchos disparos y, ¡sorpresa! zombies), viene a contradecir a los que califican de bueno o entretenido-para-pasar-un-rato a cualquier videojuego con zombies, tiros y subida de niveles, mientras se dan golpecitos en el pecho con el puño cerrado, muy fuerte, y a tope.

El pequeño estudio inglés DoubleSix vuelve a la palestra con un nuevo título de acción en formato descargable. De su carta de presentación destacamos un entretenido sistema de creación de objetos y el no menos adictivo sistema de evolución del personaje, cuyo resultado es muy adecuado para un run&gun pariente lejano de Gauntlet y Shock Troopers. Sin embargo, lo que inicialmente parece ser una fórmula ganadora se ve limitada por las carencias del impreciso sistema de combate y una estructura de misiones tan repetitiva como el ajo.

All Zombies Must Die! traslada al jugador hasta el epicentro de una ciudad donde se desata una epidemia zombie en la que no faltan los chistes autorreferenciales ni la inherente crítica social, mostrando entre su elenco freak desde el Swat acorazado y amenazante hasta la turba lenta y barrigona, o el zombie musical.

El jugador se pone a los mandos de Jack, uno de los cuatro personajes protagonistas, y su objetivo será escapar a través de las distintas zonas de la ciudad, al tiempo que completa misiones y consigue objetos y experiencia machacando muertos. No obstante buena parte de la trama, los diálogos y el tono general dan a entender que los personajes son conscientes (o empiezan a serlo) de que forman parte de un videojuego, y eso hace que muchos chistes parezcan de relleno y la mayoría de conversaciones forzadas.

Puede perdonarse un guión suave o meramente anecdótico a cambio de una mecánica adictiva del tipo zanahoria-atada-a-un-palo, pero cuando fallan los dos factores es que la cosa no va bien. La acción de All Zombies Must Die! se apoya en el pilar básico del género, ofrecer al jugador un torrente inagotable de pútridas cajas torácicas donde alojar el plomo. Para hacerlo contamos con un arsenal que incluye lo típico: escopeta, motosierra, fusil de asalto, bate de cricket (con poder especial incluido), entre otros. Además añade la posibilidad de crear versiones mejoradas de estas armas para conseguir recargas más rápidas, robar vida o prender fuego a los bichos. Uno de los puntos más fuertes del juego y que motivarán a seguir con la partida es la posibilidad de personalizar el personaje para hacerlo más rápido, fuerte, con más vida, etc.

Llegados al punto principal de juego, la acción, cabe lamentar que su ejecución es más torpe y confusa de lo que se esperaría de un juego de este tipo. Al principio las armas dan la sensación de no ser suficientemente potentes incluso para los enemigos más débiles y en las fases más avanzadas, cuando te acostumbras a un personaje y tienes que jugar con otro es fácil verse rodeado de enemigos sin saber muy bien cómo adaptarse. Sumémosle que el combate a puños y las armas de melé no son del todo precisas, y que la vista cenital a veces permite que el personaje caiga en ángulos muertos de lo más letales cuando estás rodeado de zombies. Y si bien el sistema de creación de objetos y mejora de armas nos gusta, no creo que haya combinación mejor que la motosierra y una escopeta para luchar contra la horda come-cerebros. Una lástima que el resto de opciones pierdan tanto protagonismo una vez que se consiguen ambas.

Obtener los materiales necesarios para mejorar las arma implica, o bien matar a loco hasta que cae lo que estamos buscando, o bien cumplir cierta condición preestablecida, como por ejemplo matar a 30 zombies en llamas en la plaza central. Conseguirlo supone utilizar otros objetos, como la antorcha, para pegarle fuego a un zombie y que este lo expanda al resto, o utilizar el entorno (incendios y hogueras en este caso) para quemarlos en grupo.

En la era de los títulos descargables y los juegos independientes de intrincadas mecánicas, All Zombies Must Die! parece no ser consciente de sus limitaciones

Deadhill, está en manos de cuatro héroes atípicos: Jack, el jugador; Rachel, la chica; Brian, el informático; y Luxo, el alienígena.

Estos retos no tienen mucho sentido como elementos orgánicos dentro del contexto del juego, pero como entretenimiento en sí mismo no están mal. De hecho se agradecen porque abren una vía de escape de la rutina de las misiones principales, cuyo tono general suele ser ir de aquí para allá pateando el mapa de cabo a rabo para conseguir tal ítem o hacer tal cosa; todo ello para descubrir que, cuando lo alcanzas, una de las barreras que permiten el cambio de zona está cerrada y te exige que arrebates otras tantas no-vidas, o encuentres equis monedas antes de permitirte el paso. Un asunto crispante en exceso cuando lo único que deseas es avanzar sin demora.

Con cuatro personajes disponibles, cada uno con sus atributos y arma favorita (aumentando su efectividad si se empuña), All Zombies Must Die! parece hecho a medida para el modo cooperativo, sin embargo esta opción solo está presente en partida local de hasta cuatro jugadores. Se echa de menos un modo online que sin duda le hubiese aportado algún atractivo extra a la simple casquería zombie.

En la era de los títulos descargables y los juegos independientes de intrincadas mecánicas, All Zombies Must Die! parece no ser consciente de sus limitaciones. A pesar de no aportar ninguna idea original puede ser una opción entretenida para pegar unos tiros en dosis cortas, pero a la larga sus defectos se suman para dar lugar a una experiencia de juego aburrida y gris. Por nuestra parte lo tenemos claro, a 800 puntos existen alternativas bastante más interesantes ahí fuera y que sin duda deberías considerar antes de optar por la opción de DoubleSix.

Otro que muerde el polvo.

5 / 10

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