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Análisis de Atelier Rorona Plus: The Alchemist of Arland

La alquimista paciente.

La saga Atelier cumplió recientemente 14 años, aunque el primer título que dio el salto a Europa data de hace una década. Dos trilogías han pasado por PS3, la de Arland (Rorona, Totori y Meruru) y la de Dusk (Ayesha, Escha & Logy y Shallie, este último inédito fuera de Japón). El juego que nos ocupa es el remake del primer título de la trilogía Arland, que llegó a Europa en 2010.

Atelier Rorona Plus nos deja al mando de la tienda de alquimia Artisan's Way, que ha recibido un ultimátum desde el castillo: Si en tres años su dueña no cumple 12 tareas y demuestra que es útil para la ciudad, el edificio será demolido. La vaga y algo misántropa Astrid, decide encargarle todo el trabajo a su aprendiz Rorolina (Rorona para los amigos), una chica inexperta y sin muchas luces, pero atada a la tienda por una deuda.

El tono del juego no puede ser más edulcorado, con una inocentona Rorona madurando poco a poco con ayuda de sus amigos. Durante los tres años nos iremos cruzando con toda clase de personajes que podremos contratar para que nos acompañen en la aventura (tan solo nuestra mejor amiga Cordelia lo hará gratis). Saliendo con ellos de la ciudad o cumpliendo sus encargos aumentaremos los niveles de amistad, que nos permiten acceder a eventos que desarrollan las historias personales.

Perdernos los eventos nos dejará con la historia a medias: La identidad de ciertos personajes y su relevancia en la historia se queda en el aire (aunque a poco que atemos cabos queda claro por dónde van los tiros), e incluso el antagonista se queda corto de escenas si no dedicamos suficientes recursos a aumentar cierta amistad. Quitando un par de personajes fijos, el resto puede pasar casi desapercibidos y dejar la historia coja. No está mal que se recompense al jugador que desarrolla la amistad con alguien, pero se tendrían que haber dejado más eventos fijos.

El límite temporal apremia en cada una de las tareas y todas las acciones consumen días, así que no podemos dormirnos en los laureles. Gestionar este activo es clave: Si queremos obtener el mejor final tenemos que dedicar mucho tiempo a crear objetos para satisfacer a los ciudadanos y a nuestros amigos, pero si no combatimos lo suficiente estamos vendidos en las mazmorras más avanzadas del juego, donde están las mejores materias primas.

Se han introducido nuevas misiones secundarias que recompensan por crear objetos especiales, investigar todas las localizaciones de una zona o eliminar monstruos especiales dentro del tiempo establecido, incentivando aún más el aprovechamiento de cada día.

"Atelier Rorona Plus partía de una base correcta y las mejoras en interfaz y sistemas de combate son muy agradecidas, pero se queda algo lejos de los grandes del género."

Para la ocasión el sistema de combate ha recibido un cambio importante, y es que si en la versión original solo existía la barra de vida, que se consumía también al activar habilidades y al realizar una síntesis, ahora estas dos acciones cuestan puntos de magia, lo cual reduce bastante la necesidad de ser conservador a la hora de activar habilidades en combate -pero también tenemos que descansar más a menudo para realizar síntesis.

Esta mejora no evita que el combate sea simple a más no poder, con muy pocas habilidades por personaje. A poco que dediquemos algo de tiempo a subir de nivel, gran parte del juego será un paseo, con combates machacando el botón aceptar para pasar los combates. El último tercio del juego es mucho más interesante que el resto, con la aparición de multitud de monstruos especiales, una mazmorra que parece pensada para el endgame y un último mundo con un par de enemigos especialmente feroces.

Por su parte, la alquimia resulta adictiva hasta un punto inesperado. Una vez tenemos los materiales y nos sentamos a crear objetos los minutos pasan volando en busca de las creaciones de mejor calidad. Si compramos los materiales en lugar de buscarlos por nuestra cuenta no conseguiremos productos realmente buenos y deja menos espacio para la creatividad porque tienen todos las mismas características, mientras que cada material recogido es distinto y altera el resultado final.

"La alquimia resulta adictiva hasta un punto inesperado. Una vez tenemos los materiales y nos sentamos a crear objetos los minutos pasan volando en busca de las creaciones de mejor calidad."

A todo esto, en la versión Plus se ha introducido la posibilidad de elegir las cualidades exactas del producto final, introducida en siguientes juegos de la saga, lo que nos da más libertad para elaborar un producto a medida y recompensa la elección cuidadosa de materias primas.

Más allá de los cambios jugables, la novedad más llamativa es la renovación de los modelos 3D, que se alejan de la versión chibi del original y se acercan mucho más a las ilustraciones de Mel Kishida que aparecen en los diálogos. La interfaz también ha sido rediseñada, acelerando los viajes por la ciudad y ofreciendo la información en menos espacio, sobre todo en los combates.

Como nota final antes de cerrar el análisis, la música del juego puede llegar a ser muy pesada. Algunas de las melodías son muy repetitivas y algo cargantes, sobre todo la de la tienda, que es la que escuchamos mientras practicamos alquimia. Por suerte se pueden cambiar las melodías por las de otros juegos de la saga Atelier, pero descubrí esa opción un poco tarde. En mi casa han prohibido jugar a Rorona con volumen mientras haya otra persona en el salón.

Atelier Rorona Plus partía de una base correcta y las mejoras en interfaz y sistemas de combate son muy agradecidas, pero se queda algo lejos de los grandes del género. La alquimia es quien coge el testigo de mecánica de más importancia, añadiendo un extra de personalidad. Es un juego simpático y que cuesta coger con mala cara, algo que al final pesa más que sus defectos.

7 / 10

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