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Análisis de Doki-Doki Universe

Un juego de hacer de psicólogo.

Doki-Doki Universe es un juego que parece japonés pero que en realidad lo ha hecho un estudio de California pero que en realidad parece hecho por un grupo de psicólogos con ganas de jaleo. Y si investigamos un poco más vemos que detrás tiene a Greg Johnson, que es el jefe de HumaNatura Studios y que con anteriores equipos había hecho Toejam & Earl, Starflight o Choo Choo Soul.

El globo es nuestro mejor amigo

Es un juego sobre hacer de psicólogo, básicamente, aunque todo esto está oculto bajo capas de dibujos preciosos e historias que pretenden explorar distintos comportamientos. La premisa es que somos un robot del futuro al que destruirán a no ser que demuestre que tiene "humanidad". Le asignan un supervisor, que es un extraterrestre en un mini platillo volante y que controla sus viajes espaciales. Hay muchos planetas por explorar, y cada uno está poblado por peculiares habitantes que están inmersos en algún tipo de conflicto. En algunos planetas el tema girará alrededor de la amistad, en otros sobre la adoración, sobre el egoísmo, sobre el amor... El enfoque es suave e inocente, y aunque tiene potencial para gustar a todos los públicos (y, de hecho, yo lo he disfrutado mucho) sus formas juguetonas hace que esté destinado, principalmente, a gente joven, o a partidas padres con hijos. Cada historia tiene su pequeña moraleja, y aunque no da tiempo de profundizar demasiado sí que todas tienen un punto de ternura y una segunda lectura que merece la pena.

Si saltamos al espacio hay muchos planetas por investigar... y otros que podemos comprar en forma de DLC. Pero los que vienen con el juego son suficientes.

Tiene mucho texto: cada vez que hablamos con alguien nos explica qué le pasa y nuestro objetivo será hacerles felices o enfadarlos al máximo. Si conseguimos sembrar la paz en el planeta cumpliremos nuestro objetivo y nos llevaremos todos los regalos, que luego nos servirán para decorar nuestro planeta o para ayudarnos en otras situaciones. La mecánica que más utilizamos recuerda mucho a la de Scribblenauts: en cada momento podemos invocar objetos, animalillos, personas... que nos ayudarán en nuestra tarea. Por ejemplo, si sabemos que al cactus con el que estamos hablando le gustan las cosas fresquitas podemos recurrir a nuestro banco de objetos y llamar un batido de chocolate, y lo haremos feliz. Así, a medida que viajamos y sembramos el amor, conseguimos más objetos. Tiene un punto de puzle y un punto de improvisación, porque siempre somos capaces de improvisar y tirar con el prueba-error y contentar a todos sin demasiados problemas.

Así es cómo te psicoanaliza el juego, a base de preguntas que parecen inocentes pero que le ayudan a formarse una imagen de cómo eres. ¡Y sorprende!

Y luego está la parte que más me gusta, que son los planetas que te psicoanalizan a ti. Te enseñan una serie de diapositivas y te piden que respondas rápida y honestamente. Por ejemplo, te plantan tres personajes y te preguntan que cuál se acerca más a tu estado de ánimo actual. Cada uno de estos mini planetas te plantea cuatro o cinco preguntas que luego recopila el psicoanalista de tu casa; cuantas más respondas más fácil le será detectar cómo eres y afinar con tus rasgos de personalidad. Las preguntas son siempre divertidas, y la profundidad de su análisis es sorprendente, va un poco más allá de las preguntas clásicas y te explica exactamente por qué dice lo que dice; yo no creo demasiado en el análisis churrimanguero y facilón que se acerca demasiado a previsiones de tarot de esas con las que todos nos podemos aproximar -del estilo "eres una persona amable" o "te gusta hacer feliz a los demás"... ¿quién no diría eso de sí mismo?- pero las de Doki-Doki ya no cuentan con que te las tomes demasiado en serio y están más enfocadas a que reflexiones sobre tus respuestas que a esculpir una descripción perfecta de tu personalidad.

Ojo, que el juego está en inglés. Y tiene bastante texto como para que sea necesario poder entenderlo.

El principal problema del juego es que a pesar de que su premisa es fabulosa y de que sus intenciones son de esas de las que echamos muy de menos sus mecánicas son demasiado simples y, al final, algo aburridas. Es prácticamente no hacerlo bien, es solo cuestión de tesón y de prueba y error, y no es especialmente divertido más allá de disfrutar de los alegres dibujines.

Doki-Doki Universe, que ha salido ya para PS Vita, PS3 y PS4 es perfecto para jugar con gente joven y en pequeñas dosis; ofrece un punto de moraleja sana que es de agradecer, porque puede dar pie a conversaciones y a reflexiones muy interesantes, pero desperdicia un poco de su potencial por el camino y da la sensación de que quizás había mejores fórmulas para implementar todas esas ideas que tenían en su lista.

7 / 10

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