Análisis de Dynasty Warriors Next
Mamporros históricos, ahora en Vita.
No es raro que la saga Dynasty Warriors haya sido criticada por repetir la misma fórmula hasta la extenuación a lo largo de sus muchas entregas porque hasta ahora KOEI se ha mostrado bastante recelosa al cambio. Con Dynasty Warriors NEXT, que llega justo a tiempo para el lanzamiento de Vita, Omega Five ha aprovechado las funcionalidades del nuevo hardware para dar un nuevo enfoque a una mecánica jugable que ya resulta más que familiar para muchos jugadores aficionados al hack'n'slash.
NEXT nace gracias a las bases de Dynasty Warriors 7: Xtreme Legends, juego que salió para PS3 y Xbox 360, y aunque llega con diversas novedades sigue manteniendo unas bases tremendamente conservadoras. El principal modo es el Modo Campaña, en el que siguiendo una trama inspirada por la novela histórica de Luo Guanzhong 'El Romance de los Tres Reinos' se nos presentan las ambiciones de la Dinastía Han de la antigua China en conversaciones banales que parecen haber sido puestas tímidamente para dar un nexo de unión a los acontecimientos, a las luchas, la auténtica enjundia de Dynasty Warriors.
Jugando a este modo podemos desbloquear personajes nuevos en forma de cartas, armas, objetos coleccionables y demás filigranas con las que mejorar a los protagonistas y contar con ventajas en mitad de la batalla. No solo seleccionamos al personaje que queremos controlar sino también a algunos de los generales, todos con nombres impronunciables, que nos apoyarán durante las contiendas. Es importante tener en cuenta que el rendimiento de cada uno depende de los objetos asignados y de su relevancia en cada episodio y que, a diferencia de Dynasty Warriors 7, esta vez solo se puede asignar un tipo de arma a cada personaje.
Por supuesto el desarrollo sigue siendo el mismo de siempre: contamos con un gran campo de batalla con cientos de enemigos en el que debemos avanzar de la forma que creamos oportuna para ir capturando las distintas bases. Cuantas más conquistamos (y, por consiguiente, más muertes causemos) más débil se vuelve la defensa y más posibilidades tenemos de hacernos con la principal base enemiga. Cada territorio tiene repartidos determinados jefes menores y un enemigo principal, que acostumbran a dejar objetos valiosos una vez los derrotamos.
"Los enfrentamientos son entretenidos por la clara sensación de superioridad que ofrecen, pero debido a la nula inteligencia de los contrincantes solo suponen un desafío en su dificultad más alta"
Los enfrentamientos son entretenidos por la clara sensación de superioridad que ofrecen, pero debido a la nula inteligencia de los contrincantes solo suponen un desafío en su dificultad más alta. No le sirve de muleta el pobre apartado técnico ni resalta artísticamente porque a pesar de que hay muchos elementos en pantalla la presentación general es muy pobre y la cantidad de popping llega a ser realmente insultante. Las batallas terminan pareciéndose más a un alborotado gallinero que al escenario tenso y despiadado propio de una guerra.
Para que la mecánica de las luchas no se limite solo a aporrear botones estas se interrumpen por mini-juegos en los que tenemos que usar el giroscopio de la consola, moverla al ritmo de los ataques o tocar la pantalla táctil frontal y trasera, como cuando queremos activar los principales ataques Musou de los personajes. Son añadidos muy forzados, poco inspirados al fin y al cabo, que no son especialmente divertidos ni consiguen hacer que la lucha sea más inmersiva, sino más bien lo contrario.
El modo Conquista, la otra gran baza de NEXT, se aleja de algunas de las rigurosidades históricas para presentarnos un mapeado ficticio que nos permite aunar las tierras en conflicto a nuestra manera. Una vez elegimos a nuestros guerreros y a los enemigos, de dos a cinco grupos, debemos seleccionar las regiones que queremos conquistar teniendo en cuenta los números asignados a cada una de ellas, que determinan si podemos invadirlas o no según sean mayores o menores al nuestro. Es aquí donde aparece el peculiar modo online, que recoge datos de otros jugadores para crear los personajes de nuestro mundo. No hay multijugador propiamente dicho sino que los luchadores creados por otros jugadores se presentan como enemigos importantes.
Dynasty Warriors NEXT no hace mucho por potenciar su componente estratégico y prefiere llamar la atención con su tediosa y repetitiva acción, las exiguas funcionalidades que ofrece gracias a Vita y su puesto privilegiado como título de lanzamiento. Si habéis disfrutado como enanos con los anteriores juegos de la saga y queréis repetir la experiencia no hay más que decir: dadle una oportunidad, aquí hay más de lo mismo, aunque no mejor.