Análisis de Fable Anniversary
El sueño de Molyneux, sin Molyneux.
Que Peter Molyneux no aparezca en los títulos de crédito de este Fable Anniversary -al menos en la parte referida a este remake- es indicativo de que algo no ha ido del todo bien en Lionhead en estos últimos diez años. Algo parecido le pasó a Toby Gard, el padre de Lara Croft, cuando tuvo que abandonar a su hijita mientras ésta se convertía en una gran estrella pop; pero para la alegría de todos sí que acudió a su décimo aniversario, y la fiesta estuvo realmente bien. Al cumple de Fable, en cambio, no va a venir papá, y viendo los créditos del juego no parece que en Lionhead echen mucho de menos a Peter.
Lo creáis o no, estás cosas se notan. Fable Anniversary no será recordado como un gran remake que iba más allá del juego original como sí lo fue el de la primera aventura de Tomb Raider, ni siquiera será recordado como un remake correcto y oportuno como hace un par de años lo fue Halo: Combat Evolved Anniversary. Esta revisión del juego que nos enseñó el significado de la palabra hype ha quedado algo coja, y en gran parte esto se debe a pequeños detalles que deberían haberse cuidado más y a una operación cosmética que más que esconder las arrugas las ha hecho más evidentes.
El principal aliciente de Fable Anniversary son los nuevos gráficos en alta definición, un lavado de cara que acerca el juego a la segunda y la tercera entrega para Xbox 360 y que lo hacen algo más digerible a los ojos acostumbrados a la HD. Sin embargo, esta puesta al día no ha acabado brillando tanto como cabría esperar debido a unos incomprensibles problemas técnicos que hacen que el juego petardee en forma de bajadas de frames, problemas en las animaciones, o unos tiempos de carga eternos y habituales -y eso que sus creadores dijeron que serían inexistentes.
A pesar del empeño puesto en actualizar los assets, los modelados de algunos personajes y los efectos de iluminación, el resultado final es una constante sensación de que a la consola le está costando mover esta Albion redibujada, y un remake de un juego de hace una década no debería tener estos problemas. Con todo esto, no tengo muy claro si la sustitución del motor gráfico original por el Unreal Engine 3 ha sido la decisión más acertada, pero en cualquier caso me molestaría pensar que este Fable Anniversary es tan solo un entrenamiento para Fable Legends, el cual correrá sobre el UE4.
Que las cinemáticas y los vídeos del menú de opciones sean los mismos que en el juego original, y por lo tanto que se note su compresión de hace diez años, tampoco ayuda a que uno tenga sensación de estar ante una celebración de lo grande que fue Fable. Sin embargo, en realidad todos estos problemas técnicos son lo de menos, y es que donde falla realmente este remake es en el hecho de haberse centrado únicamente en renovar el chasis. En la evolución en el diseño de videojuegos se van sucediendo cambios e innovaciones que muchas veces afectan de manera global al mundo del entretenimiento electrónico; por ejemplo, en su momento Fable hizo una aportación muy notable con su sistema de moralidad, una característica que más tarde incorporaron otros juegos de aventuras.
Paralelamente a los grandes cambios están las pequeñas mejoras en el lenguaje del videojuego que poco a poco, y sin hacer demasiado ruido, acaban incorporando todos los títulos. Un ejemplo de ello es algo tan sencillo como la posibilidad de poder pausar la partida en medio una cinemática, y es que no siempre ha sido así. Son cambios que parecen insignificantes pero que mejoran la experiencia de juego, y en Lionhead Studios no parecen haberlo tenido nada en cuenta para este remake. Fable Anniversary puede tener un armazón en alta definición pero el esqueleto que hay debajo tiene las extremidades algo oxidadas. Ya no entro en que si el sistema de combates se debería haber mejorado para que fuera menos tosco, pero si en pequeños detalles como el sistema de apuntado, la agilización de cosas tan simples como las conversaciones con los personajes, o un mínimo intento de sincronización labial, por decir solo tres cosas. Nada de todo esto ha sido mejorado, y aunque nos puedan decir que se ha querido mantener el espíritu del juego original, desde fuera parece más una falta de recursos que otra cosa. Mención a parte para el malísimo doblaje de la versión en castellano, que afortunadamente podemos sustituir por el regulero doblaje en inglés si cambiamos el idioma de la consola.
"Fable Anniversary puede tener un armazón en alta definición pero el esqueleto que hay debajo tiene las extremidades algo oxidadas.".
Más allá de que muchos de sus pequeños detalles chirríen hoy en día, visto desde lejos Fable Anniversary sigue siendo el mismo juego de hace diez años, y no cabe duda que aquella aventura conserva muchas cosas buenas. La estructura abierta en forma de misiones que el jugador puede cumplir en el orden que prefiera sigue funcionando bien -y agradece de tener un HUD renovado-, de la misma manera que el sistema de progresión de nuestro avatar y el tan recordado sistema de moral, mediante el cual el jugador decide si ser bueno o malo, afectando esto tanto a las misiones como a la relación con los personajes. Como en el original, las decisiones del jugador sobre si obrar bien o mal, son más una cuestión de cómo se relaciona el avatar con el mundo que le rodea que una cuestión que afecte de manera global a la historia del juego, pero aún así, sigue teniendo gracia -especialmente por lo poco en serio que siempre se ha tomado la saga a sí misma, algo que le da siempre le ha dado un aire fresco.
El mundo de Fable está fuertemente influenciado por los motivos habituales de las leyendas artúricas, el toque casposo pero auténtico de la Excalibur de John Boorman, el humor inglés y una fijación extraña por las flatulencias, todo ello mezclado de una forma que lo hacen distinto de los otros juegos, y eso virtud. También es un pequeño simulador de fantasía medieval donde cuestiones cotidianas y que habitualmente quedan en segundo planto cobran protagonismo, y esta es la otra gran faceta del juego. Todo ello sigue presente en este título y da lugar a una aventura de duración más que considerable, pero hay más, como la inclusión en el pack de la expansión de la historia Fable: Lost Chapters, el añadido de Logros y la compatibilidad con Smart Glass. Se echa en falta, eso sí, algo de material documental en forma de extras, pero ni siquiera con éstos se justificaría el abusivo precio de 40 euros con el que sale a la venta, sin tener en cuenta que dudo que en Liohead estén mucho para sentarse a charlar en estos momentos.
A pesar de que lo bueno sigue ahí, Fable merecía algo más para su fiesta de cumpleaños, especialmente cuando el título original no ha envejecido del todo bien. Hay algunos juegos que además de reformar su fachada requieren unos cuantos retoques en aspectos que no se ven a primera vista, y este es un caso clarísimo de ello. Aún así, la aventura conserva la personalidad de antaño, un buen puñado de buenas ideas y un tono aventurero que puede seducir a los amantes de este tipo de temáticas. Que Peter Molyneux no aparezca en los créditos demuestra que no todo salió bien. Que en cambio sí que aparezca otro calvo como Phil Harrison es casi como una broma sobre el destino, el bien y el mal, pero eso ya es otra historia.