Análisis de Inazuma Eleven 2: Tormenta de Fuego/Ventisca Eterna
Los nuevos magos del balón.
¿Quién le iba a decir a Level-5 que Inazuma Eleven, aquel original juego de rol y fútbol que lanzaron en 2008 para Nintendo DS, iba a convertirse en un verdadero fenómeno mundial? En tan solo cuatro años la franquicia cuenta con un total de seis videojuegos, un manga, una serie de anime que arrasa entre los jóvenes y toneladas de merchandising. Ahora, dos años y medio después de su lanzamiento nipón, llega a nuestro continente Inazuma Eleven 2: Tormenta de Fuego/Ventisca Eterna.
Esta secuela no solo conserva todas las bondades del primer juego, sino que además incorpora interesantes novedades en el plano jugable que mejoran la experiencia y lo hacen aún más adictivo que su predecesor. Para los que no lo hayáis jugado, Inazuma Eleven mezcla de forma brillante el rol y el fútbol, de modo que tenemos una historia potente con muchos diálogos, personajes que suben de nivel ganando experiencia, numerosos pueblos, tiendas, accesorios con los que equiparnos… solo que en lugar de luchar jugaremos al fútbol. Los partidos tienen un fuerte componente táctico y estratégico y están protagonizados por espectaculares super-técnicas como disparos acrobáticos, paradas imposibles o regates que desafían la física.
Entre las novedades jugables que presenta Inazuma Eleven 2 están los tiros lejanos, la evolución de las super-técnicas si las utilizamos un número determinado de veces y la capacidad de bloquear los disparos de los rivales con un jugador de campo, siempre que éste domine una super-técnica que permita el bloqueo. La jugabilidad es de lo más adictiva, juntando los componentes más interesantes de los juegos de rol con la emoción, la espectacularidad y la estrategia de los partidos de fútbol.
"Esta secuela no solo conserva todas las bondades del primer juego, sino que además incorpora interesantes novedades que mejoran la experiencia y lo hacen aún más adictivo que su predecesor"
Por si alguien se lo pregunta, las diferencias entre Tormenta de Fuego y Ventisca Eterna no son demasiadas y siguen la línea de los juegos Pokémon. Algunos compañeros tienen más importancia en una versión que en la otra, y como consecuencia esto repercutirá en pequeños detalles del argumento, pero en ningún caso afectará al desarrollo del juego ni significará grandes diferencias en la historia.
El argumento, aunque un tanto infantil, nos ha parecido bastante interesante gracias a la intensidad con la que se cuenta la historia, algo a lo que contribuyen las fantásticas escenas de vídeo, al más puro estilo anime, y un doblaje al español de lujo. Además, ciertos sucesos y personajes están rodeados por una intrigante aura de misterio que se irá desvelando de forma muy paulatina a medida que nos vayamos acercando al final del juego. En definitiva, el guión está bastante trabajado y conseguirá mantenernos pegados a nuestra portátil unas 25 horas, algo más que el primer Inazuma Eleven. Eso sí, la duración puede ser bastante mayor si nos dedicamos a ir reclutando jugadores para nuestro equipo más allá de la historia principal, y es que podremos incorporar hasta 1500 nuevos compañeros, 500 más que en el primer juego de la franquicia. Tiene mérito que apenas haya jugadores clónicos, aunque ni mucho menos todos tendrán una personalidad tan marcada como los personajes principales.
Inazuma Eleven 2 consigue mejorar al primero en casi todo, principalmente a nivel jugable. Los partidos son más completos y emocionantes, hay más técnicas que aprender, más jugadores que reclutar… y todo ello acompañado por una historia larga, épica y muy bien desarrollada. Si la fórmula de mezclar el rol con el fútbol ya funcionó perfectamente con la primera entrega, ahora es aún más redonda. Un golazo por toda la escuadra en el fin de ciclo de Nintendo DS.