Análisis de LEGO City Undercover: The Chase Begins
Bloques de humor.
A diferencia de LEGO: City Undercover para Wii U, The Chase Begins para 3DS es un juego de acción con un ritmo más marcado y una estructura más básica que puede dar la sensación de que ofrece una experiencia más simple que la de su hermano mayor; es así, en realidad, pero sigue siendo esencialmente divertido.
Sí que arrastra algunos defectos, como unos excesivos tiempos de carga heredados de la versión de Wii U que desmerecen lo que se espera de un sandbox. Es muy molesto tener que pasar por tres interminables pantallas de carga únicamente para llegar a la misión asignada, pero debido a que la ciudad de LEGO City está dividida en partes para facilitarle las cosas al hardware de 3DS, es es algo a lo que tendremos que acostumbrarnos si queremos disfrutar de la aventura.
Aunque en Wii U podíamos hablar propiamente de un sandbox, las limitaciones que ha encontrado Traveller's Tale en la portátil impedían trasladar la misma experiencia. A pesar de la molesta niebla que intenta ocultar el popping sin éxito, de algunas texturas chirriantes y de la constante presencia de los dientes de sierra, The Chase Begins mantiene un buen acabado gráfico y añade algunas características exclusivas en esta versión de 3DS. El humor, la columna vertebral de todos los juegos de LEGO, sigue estando presente, y aunque está enfocado al público infantil y tiene menos referencias cinematográficas que en Wii U, resulta muy disfrutable para todo tipo de usuarios. En 3DS las voces se han sustituido por texto, exceptuando determinadas escenas cinemáticas más o menos importantes, así que para algunos puede que pierda un poco el atractivo.
La esencia, sin embargo, es la misma. Chase MacCain, una especie de estereotipo del héroe de acción americano, vuelve a ser el protagonista y a enfrentarse al malvado Rex Fury, un criminal que tiene a su servicio a un puñado de bandas callejeras, en esta precuela del juego de Wii U que le sirve como reto para establecerse como un auténtico policía. La jugabilidad tampoco cambia mucho, y como en la versión para Wii U el juego se basa de nuevo en distintos disfraces que son la excusa para otorgar habilidades. Las funciones que cumplía el GamePad aquí las suple la pantalla táctil, con la que también podemos examinar los escenarios en primera persona usando el giroscopio de la consola.
"LEGO City Undercover: The Chase Begins ofrece una experiencia más simple que la de su hermano mayor para Wii U, pero sigue siendo esencialmente divertido."
El back-tracking, precisamente, es uno de los cimientos sobre los que se sustenta la estructura de la aventura y donde se aprecian algunos destellos de inspiración, que de vez en cuando se dejan ver en el diseño de los niveles. Gracias a esos atuendos la exploración tiene muchos más incentivos y podemos acceder a nuevas zonas del mapa en lugares en los que ya hemos estado. A lo largo de la aventura nuestro protagonista puede convertirse en un obrero capaz de romper el asfalto para que un chorro de agua le traslade hasta la siguiente ubicación, en un campesino capaz de montar cerdos o planear unos instantes usando una gallina o en un astronauta que se ayuda de un propulsor espacial. Todo bastante simple, pero también bastante entretenido.
Quizá el combate hubiera merecido un poco más de empeño, ya que cuenta con un sistema muy simplificado en el que podemos contrarrestar todas las embestidas de los enemigos a golpe de X. Si tenemos en cuenta, además, que en los juegos de LEGO ya resulta prácticamente imposible morir, la satisfacción que ofrecen es todavía menor, por muy excéntricos que quieran mostrarse los personajes. Y es que, en realidad, poco más vamos a hacer más allá de patear a los malos y recuperar piezas perdidas.
Las misiones son repetitivas a pesar de la diversidad de sus objetivos, y cuando parece que pillan el ritmo son interrumpidas por objetivos redundantes que requieren algo que recolectar: tres condensadores, tres baterías, tres piezas de cualquier cosa. Por suerte, la simpleza de la historia y de sus personajes, además del humor y la tontería congénita que destilan, hacen de la aventura un viaje muchísimo más agradable, algo más cercano a un tranquilo paseo por el parque una tarde de primavera que a un desafío propiamente dicho.
"El 3D estereoscópico puede reducir considerablemente un framerate que ya de por sí es bastante inestable"
Hay, de nuevo, objetivos secundarios que tienen que ver con miles y miles de piezas que recolectar -prácticamente todos los escenarios están repletos, lo que se convierte en una auténtica obsesión enfermiza- y que nos sirven para crear las megaconstrucciones que, en esta ocasión, se crean automáticamente. También existen 50 vehículos desbloqueables entre coches, barcos y aviones que estarán disponibles a lo largo de la historia; es un juego con mucho contenido, desde luego, pero no siempre consigue incentivar a que lo descubramos. Tampoco cumple su objetivo como debería el 3D estereoscópico, que especialmente en los combates y en la conducción puede reducir considerablemente un framerate que ya de por sí es bastante inestable.
Esas limitaciones de las que hablaba al principio no impiden, no obstante, que The Chase Begins sea un título entretenido que se desenvuelve muy bien en la portátil y que encaja con el concepto de diversión inmediata que deberían llevar estas consolas por bandera. Es un juego de acción para niños lleno de desafíos creados con bastante mimo y con un desarrollo en el que avanzas sin enterarte. Puede que no sea una experiencia inolvidable, pero es perfecto para pasar un buen rato.