Análisis de LittleBigPlanet PS Vita
Ampliando el horizonte.
¿Qué define a LittleBigPlanet? El buen gusto, el mimo sobre el detalle y la libertad; la libertad para crear todo lo que se nos pase por la mente y la libertad de poder compartirlo con el mundo entero. Pues LittleBigPlanet PS Vita es todo eso y más.
Esta edición para PS Vita es una continuación perfecta. No revoluciona la franquicia ni añade novedades demasiado importantes pero lima las asperezas de una fórmula que ha encontrado su ecosistema idóneo. El juego, fruto del trabajo conjunto de Tarsier y Double Eleven, capta la esencia de las versiones de PS3 y la adapta de la mejor forma posible a la portátil. Lejos del abuso o de la incoherencia que normalmente sufren los controles táctiles aquí se incorporan con mesura y sentido; encontramos 4 o 5 mecánicas que los aprovechan, y que reconoceremos fácilmente, y se ejecutan con un solo gesto en la pantalla o el panel trasero. La tentación es fuerte, pero los desarrolladores se han contenido en el uso de estas mecánicas y han conseguido crear una sensación de homogeneidad y coherencia que aporta variedad y sin restar fluidez o velocidad a la hora de avanzar por los niveles.
El modo historia, compuesto por 40 fases, es el tutorial interactivo perfecto antes de meternos de lleno en el editor. Con el pretexto de dar caza al Titiritero recorremos mundos variopintos y conocemos a personajes de lo más entrañables como Sean Brawn, un chulo intergaláctico a lo Zapp Brannigan -personaje de Futurama. El diseño de niveles recuerda bastante al de los anteriores juegos; paulatinamente iremos encontrando nuevos gadgets que introducen nuevas mecánicas, pero la verdadera novedad es el uso de la pantalla y el panel trasero, que nos sirven para mover bloques, coger impulso y poco más. Gestos fáciles y rápidos que permiten que avancemos a toda velocidad sin que tengamos que parar a realizar absurdas tareas con la pantalla.
Como decíamos, la fórmula está redondeada. Las físicas han sido ajustadas para mejorar los saltos y el control del personaje en general. Al fin y al cabo LittleBigPlanet es un juego de plataformas, y que su punto débil sea el control es un lastre demasiado pesado que lleva arrastrando desde el primer juego. En este aspecto notamos la mejoría, sin llegar a ser un cambio radical, y el control se siente más ágil, el personaje no planea tanto en el aire y parece responder más rápido a nuestras órdenes. Y esto se deja notar en el desarrollo de los niveles, dotados de una rejugabilidad más que notable, secretos en forma de fases bonus y zonas exclusivas para jugar en cooperativo.
Los niveles secretos explotan las posibilidades del editor y de los controles exclusivos de PS Vita. Son variados, divertidos y originales. De hecho no son solo un extra de segunda con el objetivo de apartar la atención sobre las plataformas y abusar del control táctil... son parte importante del juego y muestran el increíble potencial del editor; hasta podremos acceder a ellos directamente desde el menú de Vita.
Pero, como siempre, el editor es el eje central del juego. Todo está planteado para empujar al jugador a crear sus propios mundos y compartirlos con la comunidad. Sobra decir que los controles táctiles agilizan la construcción de los niveles, y el hecho de tener la cámara y el micrófono integrados facilita la creación de contenido propio, pero lo que no sobra es hablar del "Memorizador". Una nueva herramienta que permite hacer niveles continuados, es decir, series de niveles que conservan los cambios cuando pasamos de unos a otros. Así que ahora podemos crear juegos con varios niveles en los que haya un progreso. Esta herramienta es, seguramente, la novedad más importante del juego; amplía el rango de acción de los creadores hasta niveles impensados ya que ahora no solo podemos crear niveles o demos de juegos sino que podemos crear juegos de principio a fin, con un desarrollo y unas reglas propias.
LittleBigPlanet PS Vita es un juego casi redondo. El apartado visual es genial en todos los sentidos, el modo individual es lo suficientemente profundo como para entretenerse unas cuantas horas, los minijuegos enseñan cómo hacer bien las cosas con los controles táctiles y el editor da un paso de gigante hacia delante. Pero aunque es verdad que el control ha mejorado sigue sin llegar al gran nivel que alcanzan los demás aspectos del título, y eso en un juego de plataformas resta demasiado. Pese a ello, LittleBigPlanet parece haber encontrado en la portátil su entorno perfecto, ágil y rápido. Sin duda, uno de los mejores juegos de la Playstation Vita.