Análisis de Los Sims 3: Aventura en la Isla
Sunshine Reggae.
Aventura en la Isla es la décima expansión para Los Sims 3 y tanto por temática, como por contenido y otras cuestiones que explicaré a continuación, bien podría ser la última de todas antes de dar el carpetazo definitivo a esta tercera entrega y empezar a pensar en la ya anunciada cuarta parte. Sin embargo -y como era de esperar- esto no será así. Electronic Arts ya ha presentado Hacia el Futuro, que será la onceava expansión, y también otros packs de complementos que seguirán ampliando el intrincadísimo engranaje de posibilidades y opciones en el que se ha convertido el mundo virtual de Maxis.
El caso es que si los Sims siempre han pretendido ser una imitación paródica de la vida real, ¿qué mejor manera podría haber de acabar nuestros días que tumbado al sol en una paradisíaca isla? Es el anhelado y tópico punto y final para toda una vida de sacrificios, una jubilación anticipada a base de crema solar, piña colada y Sunshine Reggae.
Es con esta idea que abandono las estresantes clases de Movida en la Facultad a mitad de simestre y sin más provecho que las farras universitarias que no me pegué en mi aburrida y real vida de estudiante modelo. La imagen es graciosa, con la mochila a cuestas mi personaje huye despavorido habiendo malgastado todo el dinero que costó la matrícula. Corre a toda velocidad hacia el taxi que deberá devolverlo a casa antes de poner rumbo hacia la isla, pero lo que no sabe todavía es que el paraíso hay que ganárselo.
El hecho de que Isla Paradiso sea un nuevo "barrio" y no una localización a la que podamos ir y venir -como mandaría la lógica- puede convertir el traslado en algo más traumático de lo que debería ser después de haber pagado los casi 40€ con los que sale a la venta esta expansión. Solamente los jugadores más enfermizos contarán con los 20.000 simoleones necesarios para llevar a su familia a unas vacaciones perpetuas sin perder por el camino las tan preciadas habilidades, puntos de felicidad e historia personal acumulada a lo largo de tantos años. Es un obstáculo demasiado duro para el jugador más esporádico, algo que demuestra la cada vez más clara vocación de nicho del juego, y que se suma al cada vez más complejo y poco intuitivo sistema de acceder a las diferentes opciones que nos ofrece; ya sea por culpa de la acumulación caótica de expansiones, o por la cada vez más visible presencia de recortes de contenido a base de micropagos.
Crearse una nueva familia, o clonar una copia de su aspecto pero sin todo el bagaje acumulado, es la única manera que tiene el jugador casual de visitar el ansiado resort. Es el precio a pagar para disfrutar de los muchos contenidos que nos ofrece Aventura en la Isla, algo en lo que no se le puede achacar nada a este add-on. Realmente tenemos a nuestra disposición todas las posibilidades que esperaríamos de este retiro paradisíaco, empezando por la estupenda idea de las casas flotantes. El hecho de que podamos llevarnos nuestra casa entera con nosotros y atracarla en los varios puertos disponibles es una original y útil forma de explorar la isla por zonas y sin temer por pasarnos todo el día de un lugar a otro, sobre todo teniendo en cuenta que el tamaño del mapeado que forma este archipiélago es más que considerable -y que encima nos permite explorar sus profundidades.
"El gran bote que es Los Sims 3 empieza a ir sobrecargado y sin rumbo más claro que el de aguantar hasta el lanzamiento en 2014 de Los Sims 4. Vamos a necesitar un barco más grande."
Además de las nuevas profesiones (socorrista, submarinista, etc), recompensas, habilidades, coleccionables à la Animal Crossing, objetos con los que podemos interacturar y nuevos lugares donde hacer ñiqui ñiqui, uno de los puntos fuertes de la expansión es la oportunidad de dirigir nuestro propio complejo hotelero, algo que bien podría constituir un juego en sí mismo. Y es que el hecho de que Isla Paradiso constituya un nuevo barrio dentro del juego y no una simple localización donde nuestros sims pasen sus vacaciones es algo que nos obligará a tener que seguir preocupándonos para ganarnos el jornal, aún viviendo rodeados de cocoteros, surferos y chicas en bikini.
Como decía al principio Aventura en la Isla parece más un retiro definitivo que un breve lapsus vacacional. La gran cantidad de nuevos contenidos de esta expansión la convierte en una de las mejores lanzadas hasta la fecha para el juego, pero también se nota más que nunca que este gran bote que es Los Sims 3 empieza a ir sobrecargado y sin rumbo más claro que el de aguantar hasta el lanzamiento en 2014 de Los Sims 4. Vamos a necesitar un barco más grande.