Análisis de Lumines: Electronic Symphony
Un viaje por la música electrónica.
Lo peor de Lumines: Electronic Symphony es que no viene de serie con PS Vita... Hablo en serio, ya con PSP tendría que haber sido así, pero imagino que en Sony no cayeron en la cuenta del error que cometían al no hacerlo; y ahora que PS Vita ha llegado a las tiendas ha ocurrido exactamente lo mismo. Como ya hizo su predecesora en 2004, la nueva portátil de Sony sale a la venta acompañada de una nueva entrega de este excelente juego de puzles. Un título que bien podría representar para la recién llegada consola lo que hace unos años representó Tetris para la mítica Game Boy: un juego que en cierta medida define a la plataforma.
Para los que conocen la franquicia: podríamos resumir esta nueva entrega con el tópico ese de más y mejor. Electronic Symphony luce más tremendo que nunca en esa pantallaca Super AMOLED de cinco pulgadas de Vita, se escucha acojonantemente bien e incluye novedades a nivel jugable. Como veremos a continuación sus únicos errores son la carencia de modos competitivos online y quizás - y esto ya es algo puramente personal- que no tenga un tracklist tan... tan... es difícil decirlo pero... ¿Tan de hace diez años?
Para los que nunca han jugado a un Lumines decir que el funcionamiento es bien sencillo: una serie de cuadrados formados por cuatro piezas de dos colores van cayendo de lo alto de la pantalla, y nuestro objetivo no es tanto crear líneas como en Tetris, sino formar rectángulos con piezas del mismo color. A base de rotaciones hemos de formar rectángulos lo mayor posibles, pero hay que tener en cuenta que estas formas no desaparecen hasta que la línea del ritmo no ha pasado sobre ellas. Esta línea varía su velocidad en función de la canción, es por eso que junto con los sonidos que hacen las fichas al rotar este juego, creado originalmente por el gran Tetsuya Mizuguchi, se convierte en lo que vendría a denominarse un puzle rítmico. Sin llegar al nivel de experiencia sinestésica de otros juegos suyos como REZ o el reciente Child of Eden - en parte por su naturaleza estática - jugar a Lumines es toda una experiencia para la vista y el oído.
Su principal modo de juego, llamado Voyage, nos propone un viaje por la música electrónica de los últimos años. Así, cada canción está representada en pantalla con un envoltorio visual y sonoro distinto, desde los maravillosos fondos animados hasta las propias piezas, que varían totalmente con los cambios de pista, dotando al juego de un mayor dinamismo a nivel visual. Como ha explicado el productor del juego, Jame Mielke, su objetivo con esto modo era crear casi una historia: "Queríamos explicar una historia a través del sonido. La banda sonora está diseñada para ascender y descender como si fueran olas, dando al jugador tanto momentos de ritmo como otros de respiro, lo que vendría a ser un viaje musical"
Este viaje/chute del modo Voyage se alarga todo lo que duran los 34 temas incluidos en el juego, lo que vendrían a ser unas dos horas aproximadamente, pero llegar al final no es tan fácil como podría parecer por el nombre de la modalidad. Pasará tiempo antes de que seáis unos ases moviendo fichas. Lo que sí podéis hacer es haceros el modo Voyage del tirón utilizando las continuaciones infinitas para desbloquear todas las canciones del juego, algo que os irá de perlas para el modo Playlist. Queda reservada para los expertos la modalidad Master, que incluye retos más difíciles, y hay que lamentar la ausencia de modos online, a pesar del Duelo para dos jugadores en partida local.
A nivel jugable las novedades están en el uso de los avatares, que ahora nos proporcionan algunas habilidades especiales (ralentizar el tiempo de caída de las fichas, cambiar los bloques) y se pueden recargar dando toques en el pad táctil trasero de la consola. Está bien que se haya incorporado un medidor de experiencia que recoge los datos de todas nuestras partidas y nos va regalando cositas a medida que subimos de nivel. Y bueno, luego hay la chuminada esa de los Bloques Mundiales, en la que todos los jugadores colaboran para destruir 2 millones de cubos cada 24 horas.
Queda por comentar el aspecto más importante del juego, y para mí el más polémico, que es la decisión del tracklist. Os mentiría si os dijera que soy un experto música electrónica, pero igualmente eso no me impide ver que a nivel de selección musical Electronic Symphony suena mucho a una década atrás. Desde siempre los tracklist de los juegos musicales han de hacer malabarismos para ofrecer tanto temas clásicos conocidos como temas más actuales pero no tan populares. En esta ocasión Q Entertainment se ha decantado por lo primero, y eso ha hecho que a pesar de contar con una lista de canciones espectacular (podéis consultar la lista entera en el lateral) personalmente a mí me chirría que suene tan a la década pasada. ¿Deberían haber arriesgado más con la selección de temas? Yo creo que sí, más todavía cuando siempre he considerado la saga Lumines como un juego en la vanguardia de la música, un sinónimo - y perdonad la expresión - de "modernidad". Pero eso no impide en absoluto que una vez en medio de la partida acabe rendido ante el nivel de esta tracklist.
Y es que como decía al principio, el único gran error de Lumines: Electronic Symphony es que no viene de serie con PS Vita cuando te la compras. De todas maneras no pasa nada, Ubisoft lo ha sacado a la venta, está en las tiendas y puedes comprártelo, así que tranquilidad. Si decides hacerte con él demostrarás que eres una persona digna de admirar y tendrás en tus manos uno de los mejores puzles y música que saldrán para PS Vita - y eso que la consola acaba de salir.