Análisis de Madden NFL 23 - La búsqueda de redención del simulador de fútbol americano de EA Sports
"Thanks, coach".
Resulta difícil explicar hasta qué punto es importante dentro de la cultura popular norteamericana, y dentro de mundo del fútbol en particular, la figura de John Madden. Un tipo afable y carismático que vio truncada muy pronto su carrera como jugador por culpa de una grave lesión de rodilla, pero que supo reinventarse primero como entrenador, hasta ganar la Super Bowl en 1976, y más tarde inventando el concepto del All-Madden y redefiniendo los comentarios y análisis de las retransmisiones de televisión junto a Pat Summerall en la CBS y en la FOX, marcando toda la era de los ochenta y noventa. Pero su mayor contribución, al menos para los aficionados al videojuego, fue no solo dar nombre al simulador más popular y exitoso de fútbol americano de todos los tiempos (Madden NFL, de Electronic Arts), sino sentar las bases que lo convertirían en una de las mayores franquicias del mundo del entretenimiento. Tras su muerte en diciembre del año pasado, se inicia una nueva época, y había no poco interés en ver cómo reaccionaría EA Sports a la hora de rendir homenaje a su legado.
Es por ello que Madden NFL 23 comienza con el John Madden Legacy Game, un partido con dos equipos - las conferencias NFC y AFC - formados por estrellas como Brett Favre, Ray Lewis o Randy Moss y ambientado en el estado de los Oakland Raiders de la década de los setenta, rememorando aquella Super Bowl XI que ganó Madden como entrenador. Es una pena que el homenaje a Madden se limite a este partido especial y a algún detalle de la interfaz, porque el legendario entrenador y comentarista merecía más, debiéndole la franquicia gran parte de su éxito a su carisma y popularidad.
Siendo el John Madden Legacy Game más bien anecdótico, la gran novedad jugable de este año es FieldSENSE, una nueva tecnología de físicas y animaciones. Pero bajo la rimbombante nomenclatura de marketing, toda una tradición en las franquicias anuales de EA Sports, hay menos cambios de los que cabría esperar; es cierto que se aprecia una relativa mejora en las animaciones - se ha trabajado con 3.500 capturas nuevas - y en la gestión de las físicas, pero en la práctica esto solo lo apreciarán los usuarios que juegan cientos de horas a Madden cada año. Además, hay bugs importantes en los impactos al realizar tackles a media altura, por ejemplo, dejándonos con la sensación de que a Madden NFL 23 todavía le faltan dos o tres parches para alcanzar su estado ideal, dentro de sus posibilidades.
Pero, y esto sí es una mejora sustancial, con FieldSENSE llega un nuevo sistema de pases, muchísimo mejor que el de anteriores entregas. Ahora podemos seleccionar exactamente dónde queremos enviar los pases con el quarterback, haciendo que la experiencia sea mucho menos automatizada y dependiente de nuestra habilidad, y abriendo también un abanico de posibilidades a jugadas más elaboradas y espectaculares. También es un sistema más intuitivo (y que se aprende rápidamente en el tutorial al arrancar el juego por primera vez) y hay mejoras en la inteligencia artificial (apreciables especialmente en la defensa, pero también presentes en el ataque), razón por la cual resulta decepcionante que FieldSENSE y el nuevo sistema de pase solo estén disponibles en PlayStation 5 y Xbox Series X/S. Podemos llegar a entender que se omita en la anterior generación, quizás por motivos técnicos, pero esto deja en una posición muy delicada a la versión de PC, que se sitúa claramente por debajo de la de las actuales consolas de Microsoft y Sony.
Si bien a nivel jugable hay mejoras y novedades - queda a juicio de cada uno en función de su experiencia con la saga si estas resultan de mayor o menor calado - en los modos los cambios son pocos. El modo estrella de Madden sigue siendo Franchise, y aquí tenemos principalmente tres cosas nuevas. La primera son las motivaciones propias de cada jugador (desde la cercanía de su hogar natal hasta un plan de juego que se adapte a sus puntos fuertes), las cuales afectan a los fichajes y a su gestión contractual. La segunda son unos marcadores especiales según su dentro de la plantilla. Los que estén a punto de retirarse, por ejemplo, ejercerán de mentores y acelerarán la progresión en el desarrollo de los jóvenes con los que comparte posición. Y la tercera son cambios en el draft y en los periodos de agentes libres, ampliando las posibilidades a la hora de llevar a nuestra franquicia a la conquista del anillo. Al final, queda un modo más completo y entretenido, pero que sin duda es extremadamente continuista y no aporta demasiado a lo visto en Madden NFL 22.
Los cambios son todavía menos en Ultimate Team y en Face of the Franchise. El primero - que, sorprendentemente, a diferencia de FIFA aquí no es el plato principal - añade ahora varios pases de temporada distinto, cada uno con objetivos y recompensas distintas, pensado para ofrecer una mayor cantidad de contenido. El segundo es quizás el más decepcionante; esta suerte de modo historia abandona un poco su lado más peliculero para situarnos directamente en la piel de un jugador en su quinto año de carrera, pero lo eventos se limitan a conversaciones y los minijuegos a los típicos entrenamientos para mejorar estadísticas o popularidad. La sensación es que Face of the Franchise necesita un completo lavado de cara si quiere ofrecer algo interesante y que capte nuestra atención más allá de un par de tardes, especialmente si quiere competir con modos historia más elaborados como los que tuvo recientemente NBA 2K o el propio FIFA.
Pese a sentar una buena base jugable que podría explotar en futuras entregas, los bugs que empañan la experiencia durante las primeras semanas - hasta la publicación de los inevitables parches - y la ausencia de novedades importantes, amén de arrastrar desde hace años defectos como una interfaz exasperantemente lenta, hacen que Madden NFL 23 sea un título excesivamente continuista y del que a estas altura cabría esperar bastante más. Uno que se contenta con ser simplemente cumplidor y que servirá para que los fans del fútbol americano estén entretenidos durante toda la temporada, pero que comienza a pedir a gritos una renovación si quiere conservar su estatus y mantener fiel a su comunidad de usuarios.