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Análisis de Memoria

Daedalic en plena forma.

Los alemanes de Daedalic vuelven a la carga con Memoria, una aventura gráfica continuación de la poco conocida por estos lares The Dark Eye: Chains of Satinav. Sin embargo Memoria es autónoma, independiente y técnicamente superior, por lo que no es en absoluto necesario haber completado la primera parte para saborear este gran juego.

Es inevitable asociar a Daedalic Entertainment la estética de otros títulos del género como The Whispered World o la trilogía Deponia, las obras más conocidas de esta desarrolladora. Sin embargo, en Memoria rompen en parte con esa imagen y se centran en una aventura más realista, con personajes y una historia sólidamente construidos, ambientados en un clásico medievo fantástico donde la magia campa a sus anchas.

Precisamente de eso va la historia, de magia y algo más. Los protagonistas son dos: Geron, proveniente de la primera parte, y la princesa Sadja, la cara nueva y la heroína envuelta en el misterio que origina este Memoria. Cada uno con su propio propósito, el juego alterna el manejo de ambos dando a entender que aunque su existencia dista más de quinientos años de alguna manera está conectada.

Es probable que esta sea una de las mejores aventuras del estudio de Hamburgo hasta la fecha. La experiencia es un grado y la construcción de los puzzles supera a todo lo visto anteriormente en sus trabajos. Es cierto que sigue existiendo algún que otro acertijo que escapa a la lógica, pero en general el inventario es exiguo, las combinaciones de objetos pocas y sin embargo la solución no es inmediata. Un lujo para quienes gusten de rompecabezas casi matemáticos.

Además, tanto Geron como Sadja pueden aplicar magia sobre algunos objetos o personajes para obtener nuevas acciones, por ejemplo lanzar un hechizo sobre el fuego puede iluminar una sala. Y lo mejor es que su uso es discreto, no un abuso que estropearía la diversión, y sin embargo necesario en la resolución de ciertos puzzles.

Visualmente muy atractivo, el dibujo a mano sigue presente en el diseño artístico de Daedalic, que de momento no parece querer entrar en la animación 3D. Quizá se eche en falta algo más de vida en los decorados, por momentos demasiado quietos. Ofrece las ayudas justas que ya hemos visto otras veces -consejos, puntos calientes, sugerencias...- sin destripar ni la historia ni las soluciones. Además los acertijos de Memoria son de los que reconfortan cuando se resuelven sin la ayuda de terceros.

"Es probable que esta sea una de las mejores aventuras de Daedalic hasta la fecha. La experiencia es un grado y la construcción de los puzzles supera a todo lo visto anteriormente en sus trabajos."

Existe, sin embargo, un punto bastante negativo: el idioma. Doblado y subtitulado únicamente al inglés y al alemán, en este juego el nivel está por encima de lo habitual, siendo necesario comprender los diálogos que suelen dar pistas y que a veces dictan instrucciones -reunir ingredientes, visitar zonas, manejar utensilios- que sin ser resueltas es imposible avanzar. No me canso de decir que los juegos deberían ser jugados en versión original, pero entiendo que esto puede ser un problema para muchos y un dato a tener en cuenta.

Por lo demás un juego redondo, una aventura muy sólida, con una buena elaboración de puzzles, personajes, y una historia acorde con el resto. Sin duda, una de las mejoras aventuras gráficas que podemos encontrar actualmente.

8 / 10

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