Análisis de NBA 2K13
Dream Team.
Es importante pasar por el tutorial para comprender lo profundo que puede llegar a ser este juego. Puedes pasártelo bien utilizando solo cuatro movimientos básicos, pero si poco a poco vas añadiendo matices a tu colección de habilidades te embarga una feliz sensación de control. Este año han dado un paso de gigante hacia la accesibilidad transportando todas esas posibilidades al stick derecho.
En ese tutorial te enseñan qué tipos de pases puedes hacer, todo el surtido de mates o bandejas, fintas, movimientos defensivos y en el poste y hasta control sin balón -cómo enviar a un compañero para que corte o bloquee, por ejemplo. Aprendes que ahora las fintas se hacen con movimientos del stick derecho, tanto en movimiento como en estático, y que pueden ser espectaculares giros o sutiles movimientos de hombro para despistar al rival y tirar una arrancada hacia el otro lado o clavar un gancho con ese poco espacio libre. Para tirar utilizamos el botón correspondiente o el gatillo izquierdo más, de nuevo, el stick derecho. Los bloqueos ahora también cambian según el tiempo que dejes apretado el balón, y es más fácil decidir si quieres que tu compañero siga la jugada o se quede ahí. Si consigues entender cómo aplicar esa variedad y vas incorporando movimientos a tu juego marcarás la diferencia.
Es bastante significativo que hayan tardado tantos años en aplicar un cambio tan necesario; en realidad se juega igual que antes pero ahora es todo más lógico, digamos, más estándar. Más de cajón. Nunca sabremos hasta qué punto afecta a los juegos de básquet este monopolio involuntario de los NBA 2K, con EA haciéndose el harakiri año tras año, pero la sensación es que a pesar de que, posiblemente, subiría el nivel si hubiese competencia, Visual Concepts no se ha relajado.
La jugabilidad ha mejorado, pues, y ahora es más accesible y entendible. También se han añadido unas cuantas animaciones para complementar las novedades en el terreno, y sorprende el número de movimientos específicos para estrellas. Tirar con Durant y que parezca Durant o machacar con la contundencia de LeBron te mete tanto en el juego que nos hemos sorprendido levantándonos de golpe del sofá y haciendo movimientos gangsta en plan aguantando el techo y marcándonos un moonwalker -a la vez. Las animaciones son espectaculares y geniales pero también tienen margen de mejora, que suponemos que dejan para la próxima entrega -y próxima generación podríamos decir, ya-. Aunque se pueden hacer todo tipo de rectificados tenemos la sensación de que muchas animaciones son demasiado fijas y rígidas y de que estaría bien algo más de versatilidad en el asunto.
El nuevo sistema de regates con el stick derecho es una mejora considerable que permite una jugabilidad más cómoda y lógica.
En ese sentido está muy bien que cada jugador tenga una serie de características particulares que lo diferencien de los demás. Hay unas 30, y son tan diversas como "especialista en el último cuarto", "intentará el mate más espectacular", "puede hacer rectificados sin bajar sus posibilidades de encestar", "inmunes a los punteos que llegan tarde"… vamos, un montón de pequeñas características que nos ayudan a generar una personalidad en la cancha y que premian a todo aquél que quiera invertir un par de minutos a meterse en el papel.
En España tenemos la suerte de que el baloncesto tira mucho y, por lo tanto, Take2 ha decidido incorporar comentaristas en nuestro idioma por primera vez en la franquicia, al contrario que en los demás países europeos. Anthony Daimiel, Sixto Miguel Serrano y Jorge Quiroga hacen un muy buen papel frente a los micrófonos; posiblemente les falte un puntito de rodaje para llegar al nivel de la localización americana, que lleva años y años perfeccionándose, pero, desde luego, la calidad es más que notable. No vienen de serie con el juego, tienes que bajarte un parche la primera vez que lo inicias, y ya los tendrás puestos de serie.
Jay-Z está presente en tooooooodo el juego, y alargo así la O porque se ha metido en la banda sonora, en los menús, en el grafismo de los marcadores, en videoclips previos a cada partido… ¡en demasiados sitios! Al principio es todo muy espectacular, pero luego llega a cansar un pelín verlo hasta en la sopa. Pero bueno, sea como sea, sirve de nexo de unión de todos los modos de juego, que este año presentan alguna novedad y varias mejoras con respecto a 2K12. Es importante tener en cuenta que se ha introducido una moneda virtual llamada VC que ganas con prácticamente cada acción que haces -jugar un partido, completar el entrenamiento, darte una vuelta por el online…- y que está en el centro de prácticamente todo. Está bien que tengas incentivos que te motiven a jugar más y a percibir que cada cosa que haces te ha costado un esfuerzo y, por lo tanto, lo valores. Lo que no nos ha gustado tanto es que bloqueen ciertas modalidades que tendrían que estar abiertas de buenas a primeras como, por ejemplo, los mejores jugadores de la liga en las modalidades callejeras. Tienes que gastarte VC para poder desbloquearlos. No podemos poner el juego y hacer un tres para tres con Wade, Rondo o hasta Ricky Rubio o Marc Gasol: o jugamos un montón de partidos antes para llenar nuestra cartera de VC o apoquinamos.
En el modo Mi Carrera, en el que llevamos a un personaje creado a medida y en donde por primera vez podemos aspirar hasta a ser número uno del Draft, se ha llevado al extremo eso de dotar de personalidad a nuestro compañero virtual. Ahora tenemos un Twitter en el que publicamos nuestras declaraciones, podemos vestirnos con una variedad tremenda de estilos y hasta crear nuestras propias zapatillas -y cuidado porque hay un servicio de Nike con el que, si quieres, hasta te las mandan a casa en versión real-. También vamos escalando en cuanto a habilidades y, con algo de pericia, podemos acabar con un jugador que compita con soltura con las más altas figuras de la liga. Ayuda que se haya mejorado la inteligencia artificial pero también, sobre todo, el nuevo sistema de control: cuando llevas a un solo jugador se notan mucho más esos matices de los que hablaba al principio.
En Mi Equipo, la novedad más destacada en cuanto a modalidades, han querido montar una especie de Ultimate Team como los del FIFA… pero en vez de con cromos con figuritas. Empiezas con un pack de bienvenida y a medida que vas ganando partidos online te van dando, otra vez, monedas que puedes invertir en cromos de otros jugadores más competentes -porque los del principio, los de bronce, menudas perlitas, que no meten una ni con grúa. También puedes cambiar la equipación, comprar libros de tácticas, potenciadores de habilidades…
Se ha eliminado la modalidad NBA Greatest pero, en cambio, hay muchos alicientes que sirven para tapar su ausencia. Para empezar tenemos al mejor equipo de cada año de las últimas temporadas, incluyendo a los Bulls de Jordan, Pippen y Rodman o al Dream Team de Barcelona 92. Los que hayan reservado el juego también pueden acceder de forma gratuita a un DLC que incluye el All-Star del año, con los concursos de mates y triples y los partidos de las estrellas y de los rookies vs sophomores.
NBA 2K13 mejora en prácticamente todo: comentarios en español, un online que por fin va fino y modalidades como Mi Equipo, el modo Carrera o el All-Star que tienen más profundidad que nunca. El control también se ha reajustado y ahora es más lógico y cómodo, y tiene unos cuantos matices que facilitan un juego profundo y lleno de sorpresas. Quizás se ha abusado un poco demasiado de las monedas virtuales y de Jay-Z pero tampoco es para quejarse: queramos o no estamos ante el mejor juego de baloncesto del mercado, que sigue evolucionando muy positivamente a pesar de no tener ningún tipo de competencia.